Proverbios 8:17, 21 La Biblia de
las Américas (LBLA)
La sabiduría se elogia a sí misma
12 Yo, la sabiduría, habito con la prudencia,
y he hallado conocimiento y discreción.
13 El temor del Señor es aborrecer el mal.
El orgullo, la arrogancia, el mal camino
y la boca perversa, yo aborrezco.
14 Mío es el consejo y la prudencia,
yo soy la inteligencia, el poder es mío.
15 Por mí reinan los reyes,
y los gobernantes decretan justicia.
16 Por mí gobiernan los príncipes y los nobles,
todos los que juzgan con justicia.
17 Amo a los que me aman,
y los que me buscan con diligencia me hallarán.
18 Conmigo están las riquezas y el honor,
la fortuna duradera y la justicia.
19 Mi fruto es mejor que el oro, que el oro puro,
y mi ganancia es mejor que la plata escogida.
20 Yo ando por el camino de la justicia,
por en medio de las sendas del derecho,
21 para otorgar heredad a los que me aman
y así llenar sus tesoros.
y he hallado conocimiento y discreción.
13 El temor del Señor es aborrecer el mal.
El orgullo, la arrogancia, el mal camino
y la boca perversa, yo aborrezco.
14 Mío es el consejo y la prudencia,
yo soy la inteligencia, el poder es mío.
15 Por mí reinan los reyes,
y los gobernantes decretan justicia.
16 Por mí gobiernan los príncipes y los nobles,
todos los que juzgan con justicia.
17 Amo a los que me aman,
y los que me buscan con diligencia me hallarán.
18 Conmigo están las riquezas y el honor,
la fortuna duradera y la justicia.
19 Mi fruto es mejor que el oro, que el oro puro,
y mi ganancia es mejor que la plata escogida.
20 Yo ando por el camino de la justicia,
por en medio de las sendas del derecho,
21 para otorgar heredad a los que me aman
y así llenar sus tesoros.
22 El Señor me poseyó al principio de su camino,
antes de sus obras de tiempos pasados[d].
23 Desde la eternidad fui establecida[e],
desde el principio, desde los orígenes de la tierra.
24 Cuando no había abismos fui engendrada[f],
cuando no había manantiales abundantes en aguas.
25 Antes que los montes fueran asentados,
antes que las colinas, fui engendrada[g],
26 cuando Él no había hecho aún la tierra y los campos[h],
ni el polvo primero del mundo.
27 Cuando estableció los cielos, allí estaba yo;
cuando trazó un círculo sobre la faz del abismo,
28 cuando arriba afirmó los cielos,
cuando las fuentes del abismo se afianzaron[i],
29 cuando al mar puso sus límites
para que las aguas no transgredieran su mandato[j],
cuando señaló los cimientos de la tierra,
30 yo estaba entonces junto a Él, como arquitecto;
y era su delicia de día en día,
regocijándome[k] en todo tiempo en su presencia,
31 regocijándome[l] en el mundo, en su tierra,
y teniendo mis delicias con los hijos de los hombres.
antes de sus obras de tiempos pasados[d].
23 Desde la eternidad fui establecida[e],
desde el principio, desde los orígenes de la tierra.
24 Cuando no había abismos fui engendrada[f],
cuando no había manantiales abundantes en aguas.
25 Antes que los montes fueran asentados,
antes que las colinas, fui engendrada[g],
26 cuando Él no había hecho aún la tierra y los campos[h],
ni el polvo primero del mundo.
27 Cuando estableció los cielos, allí estaba yo;
cuando trazó un círculo sobre la faz del abismo,
28 cuando arriba afirmó los cielos,
cuando las fuentes del abismo se afianzaron[i],
29 cuando al mar puso sus límites
para que las aguas no transgredieran su mandato[j],
cuando señaló los cimientos de la tierra,
30 yo estaba entonces junto a Él, como arquitecto;
y era su delicia de día en día,
regocijándome[k] en todo tiempo en su presencia,
31 regocijándome[l] en el mundo, en su tierra,
y teniendo mis delicias con los hijos de los hombres.
32 Ahora pues, hijos, escuchadme,
porque bienaventurados son los que guardan mis caminos.
33 Escuchad la instrucción y sed sabios,
y no la menospreciéis.
34 Bienaventurado el hombre que me escucha,
velando a mis puertas día a día,
aguardando en los postes de mi entrada.
35 Porque el que me halla, halla la vida,
y alcanza el favor del Señor.
36 Pero el que peca[m] contra mí, a sí mismo se daña;
todos los que me odian, aman la muerte.
porque bienaventurados son los que guardan mis caminos.
33 Escuchad la instrucción y sed sabios,
y no la menospreciéis.
34 Bienaventurado el hombre que me escucha,
velando a mis puertas día a día,
aguardando en los postes de mi entrada.
35 Porque el que me halla, halla la vida,
y alcanza el favor del Señor.
36 Pero el que peca[m] contra mí, a sí mismo se daña;
todos los que me odian, aman la muerte.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
¿Es posible vivir en integridad?
Quizá muchos de
nosotros hemos intentado tapar nuestros errores con maquillajes aparentemente
efectivos, pero al pasar del tiempo la pintura va desgastándose y cada vez se
hacen más notorias las huellas de nuestros hechos.
Salmo 119:9 (RVR)
dice: ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.
Podemos tomar este
pasaje no sólo para aquellos que son físicamente jóvenes sino también para
aquellos que están en sus primeros pasos como cristianos, quienes seguro
tendrán que enfrentar grandes luchas con su pasado y lidiar con las
consecuencias de sus errores.
Si revisamos la
pregunta: “¿Con qué limpiará el joven su camino?” Podemos entender que el joven
ya está manchado de pecado. Por ello, necesitamos saber no solamente cómo
mantenernos limpios del pecado, sino cómo limpiar el contenedor de nuestra antigua
manera de vivir.
Tal vez tu recorrido
en esta vida se ha caracterizado por un sinfín de errores y quizá pienses que
son demasiado grandes como para ser limpiados, pero Dios quiere responder a tu
consulta de la siguiente forma: “Con guardar mi palabra” ¿Qué significa esto?
Esto quiere decir, cambiar tu forma de vivir acorde a lo que Dios quiere para
ti, porque es lo correcto y lo ideal para tu vida.
Si eres alguien que
está iniciando una nueva vida en los caminos de Dios, debes saber que habrá
pequeños y aún grandes conflictos que intentarán hacerte tropezar, quizá
recuerdos del pasado o tal vez tu antigua manera de vivir esté llamándote para
que vuelvas a practicar lo que solías hacer, pero ante todo ello, Dios quiere
que guardes su palabra en tu corazón, lo cual es vital en la vida cristiana.
La Biblia dice que la
palabra de Dios es “Poder de Dios para los que creen” Cuando guardas la palabra
“Guardas Poder” para hacer todas las cosas en Cristo Jesús.
La Palabra debe ser
nuestro alimento y sustento diario. Así como consumimos alimentos que hacen
bien a nuestro cuerpo, de la misma forma debemos alimentarnos espiritualmente
para ser transformados y vivir cada día en los propósitos de Dios.
¡Hoy te animo a
consumir la palabra de Dios para tener una salud espiritual estable y un limpio
recorrido!
Siempre estoy
repitiendo las enseñanzas que nos diste. En ellas pongo toda mi atención, pues
me hacen más feliz que todo el oro del mundo. Mi mayor placer son tus mandatos;
jamás me olvido de ellos. Salmo 119:13-16 (TLA)
Ruth Mamani
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
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Cuida tus relaciones.
Cuando el día comenzó
a refrescar, el hombre y la mujer oyeron que Dios el Señor andaba recorriendo
el jardín; entonces corrieron a esconderse entre los árboles, para que Dios no
los viera. Pero Dios el Señor llamó al hombre y le dijo:
¿Dónde estás?
El hombre contestó:
Escuché que andabas
por el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo. Por eso me escondí.
¿Y quién te ha dicho
que estás desnudo? —Le preguntó Dios—. ¿Acaso has comido del fruto del árbol
que yo te prohibí comer?
Él respondió:
La mujer que me diste
por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí. Génesis 3:8-12 (NVI)
No es tan fácil
asumir la culpa cuando alguien más interviene en el conflicto.
A pesar de que Eva
estaba bajo la responsabilidad de Adán, cuando ella cometió una falta, él quiso
evadir la culpa. Me pregunto cómo se habrá sentido Eva en esos momentos, quizá
exclamo: ¿No éramos uno? ¿No teníamos que asumirlo juntos?
La Biblia no enfatiza
en las conversaciones que ambos pudieron haber tenido en medio de este
conflicto, pero es posible que haya sido una larga plática, donde cada quien
velaba por sus intereses. Situaciones como estas son, en ocasiones, el inicio
de grandes o pequeñas rupturas en las relaciones con nuestros seres más
cercanos.
¿Cómo están tus
relaciones con los demás? ¿Eres una persona confiable? ¿La gente disfruta
relacionarse contigo? ¿Eres buen amigo, hermano?
Por naturaleza como
seres humanos tendemos a velar por nuestros propios intereses, pero ¿qué dice
la Biblia al respecto?
“Cada uno debe velar
no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los
demás.” Filipenses 2:4 (NVI)
Si por velar tus
propios intereses has roto relaciones con los demás, quizá sea oportuno que
tomes en cuenta lo que la palabra de Dios menciona.
Y el punto más
importante que debe estar presente en nuestras vidas es estar en comunión con
Dios, porque desde el momento en que se daña esa relación, empezamos a tener
problemas con los demás. Por lo tanto, para empezar a sanar relaciones debemos
restablecer nuestra relación con Él.
“Si es posible, en
cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.” Romanos 12:18
(RVR1960)
¡Porque así como está
tu relación con Jesús, estará también con los demás!
Ruth Mamani
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
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