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Salmos 130:5,6 La Biblia de
las Américas (LBLA)
Clamor de un pecador
Cántico de ascenso
gradual[a].
130 Desde lo más profundo,
oh Señor, he clamado a ti.
2 ¡Señor, oye mi voz!
Estén atentos tus oídos
a la voz de mis súplicas.
3 Señor[b], si tú tuvieras en cuenta[c] las iniquidades,
¿quién, oh Señor, podría permanecer[d]?
4 Pero en ti[e] hay perdón,
para que seas temido[f].
2 ¡Señor, oye mi voz!
Estén atentos tus oídos
a la voz de mis súplicas.
3 Señor[b], si tú tuvieras en cuenta[c] las iniquidades,
¿quién, oh Señor, podría permanecer[d]?
4 Pero en ti[e] hay perdón,
para que seas temido[f].
5 Espero en el Señor; en El espera
mi alma,
y en[g] su palabra tengo mi esperanza.
6 Mi alma espera al Señor
más que los centinelas a la mañana;
sí, más que los centinelas a la mañana.
7 Oh Israel, espera en el Señor,
porque en[h] el Señor hay misericordia,
y en[i] El hay abundante redención;
8 El redimirá a Israel
de todas sus iniquidades.
y en[g] su palabra tengo mi esperanza.
6 Mi alma espera al Señor
más que los centinelas a la mañana;
sí, más que los centinelas a la mañana.
7 Oh Israel, espera en el Señor,
porque en[h] el Señor hay misericordia,
y en[i] El hay abundante redención;
8 El redimirá a Israel
de todas sus iniquidades.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Cristianos – Hallado por el Padre
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Devocional Cristiano, Devocional Diario, Devocional para Jovenes, Devocionales Biblicos, Devocionales para Mujeres 0
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Devocional Cristiano, Devocional Diario, Devocional para Jovenes, Devocionales Biblicos, Devocionales para Mujeres 0
Devocionales Cristianos – Hallado por el Padre
“porque este mi hijo
muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a
regocijarse” (Lucas 15:24).
En una De las
conferencias del Dr. J. Wilbur Chapman, un hombre de la platea vino adelante
para testificar lo que sigue: estaba, por cerca de un año, mendigando en una
estación rodoviária, en la Pensilvânia. Vivía de las limosnas que me daban.
Cierto día, un hombre iba pasando y yo le toqué en el hombro, pidiendo: “Por
favor, señor, me dé una moneda de 10 centavos”. En cuanto él se viró y vi su
rostro, yo lo reconocí. Era mi padre. “¿Padre, usted no me conoce másí” yo
pregunté. Lanzando sus brazos a mío rededor, él lloró. “Yo lo hallé. ¡Todo lo qué
tengo es suyo!” Acababa de pedir una limosna de 10 centavos a mi padre cuando,
por dieciocho años, estuvo buscandome para darme todo lo que tenía.
Muchas veces pasamos
grande parte de nuestras vidas mendigando cosas que nuestro Padre tendría el
placer en darnos si lo buscásemos. Reclamamos de falta de suerte cuando tenemos
bendiciones incontables a nuestra disposición. Nos Lamentamos de falta de
dinero cuando nuestro Dios nos coloca a la disposición tesoros que el mundo no
puede dar. Murmuramos por no recibir el amor que anhelamos cuando nuestro Señor
es el amor en su plenitud.
Está bien cerca de
nosotros y no necesitamos implorar limosnas. Tiene una herencia fabulosa
reservada para nosotros.
¿Por dónde hemos
andado? ¿Estamos buscando los placeres del mundo lejos de nuestro Padre?
¿Estamos pasando necesidades distante de nuestro Padre? ¿Estamos enfrentando
soledad apartados de nuestro Padre? Si todo eso está aconteciendo con nosotros,
la mejor decisión a tomar es volver, inmediatamente, a Su presencia. Junto a Él
los placeres serán mayores; a Su lado no habrá necesidades; seguros en Su mano
jamás nos sentiremos solos.
Nuestro Padre divino
está esperandole. ¿Por qué no recibir todas las insondables riquezas que Él ha
provisto para usted en Cristo Jesusí
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Planes de bien.
Una muchacha se
encontraba en una disyuntiva, entre continuar un noviazgo o no. El problema era
que se había enterado que su novio le había sido infiel. Sin embargo, tenía
temor de que nadie más se fijara en ella, porque sufría de una enfermedad.
Quizás como ella,
dejamos de lado la sabiduría y nos aferramos a algo inestable que es una trampa
y que con el tiempo traerá consecuencias negativas y dolorosas. Es como
quedarse con las monedas que le dieron a Judas Iscariote por entregar a Jesús,
él prefirió la riqueza terrenal en vez de la eterna.
Consideremos que Dios
tiene planes de bien sus hijos: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca
de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin
que esperáis.” Jeremías 29:11 (RVR1960) entonces decidamos según su guía.
Si tuvieras la
oportunidad de escoger entre una moneda de oro hoy y un saco lleno de oro
mañana ¿cuál elegirías? Seguro que la segunda opción. Muchas veces nos cuesta
esperar y creer en que Dios está obrando en nuestras necesidades y anhelos, y
seguimos el razonamiento humano.
Puede que estés
esperando con ansias algún acontecimiento importante para ti, pero como no ves
venir nada, simplemente te conformas con lo que está a tu alcance hoy y lejos
de la voluntad de Dios.
Hoy te aliento a que
busques la sabiduría divina y confíes en el tiempo perfecto de Dios.
Soraida Fuentes
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ