viernes, 13 de diciembre de 2019

PROVERBIOS 4:6 INSTRUCCIONES DE UN PADRE - ESTA PENDIENTE DE TI - SENDA DE VIDA -




Proverbios 4:6  La Biblia de las Américas (LBLA)

Instrucciones de un padre

Oíd, hijos, la instrucción de un padre,
y prestad atención para que ganéis[a] entendimiento,
porque os doy buena enseñanza;
no abandonéis mi instrucción[b].
También yo fui hijo para mi padre,
tierno y único a los ojos de mi madre,
y él me enseñaba y me decía:
Retenga tu corazón mis palabras,
guarda mis mandamientos y vivirás.
Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia;
no te olvides ni te apartes de las palabras de mi boca.
No la abandones y ella velará sobre ti,
ámala y ella te protegerá.
Lo principal es la sabiduría[c]; adquiere sabiduría,
y con todo lo que obtengas adquiere inteligencia.
Estímala, y ella te ensalzará;
ella te honrará si tú la abrazas;
guirnalda de gracia pondrá en tu cabeza,
corona de hermosura te entregará.
10 Oye, hijo mío, recibe mis palabras,
y muchos serán los años de tu vida.
11 Por el camino de la sabiduría te he conducido,
por sendas de rectitud te he guiado.
12 Cuando andes, tus pasos no serán obstruidos,
y si corres, no tropezarás.
13 Aférrate a la instrucción, no la sueltes;
guárdala, porque ella es tu vida.
14 No entres en la senda de los impíos,
ni vayas por el camino de los malvados.
15 Evítalo, no pases por él;
apártate de él y pasa adelante.
16 Porque ellos no duermen a menos que hagan el mal,
y pierden el sueño[d] si no han hecho caer a alguno.
17 Porque comen pan de maldad,
y beben vino de violencia.
18 Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora,
que va aumentando en resplandor hasta que es pleno día.
19 El camino de los impíos es como las tinieblas,
no saben en qué tropiezan[e].
20 Hijo mío, presta atención a mis palabras,
inclina tu oído a mis razones;
21 que no se aparten de tus ojos,
guárdalas en medio de tu corazón.
22 Porque son vida para los que las hallan,
y salud para todo su cuerpo.
23 Con toda diligencia[f] guarda tu corazón,
porque de él brotan los manantiales de la vida.
24 Aparta de ti la boca perversa,
y aleja de ti los labios falsos.
25 Miren tus ojos hacia adelante,
y que tu mirada[g] se fíje en lo que está frente a ti.
26 Fíjate en el sendero de tus pies,
y todos tus caminos serán establecidos.
27 No te desvíes a la derecha ni a la izquierda;
aparta tu pie del mal.

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA


REFLEXION
ESTÁ PENDIENTE DE TI.


"A partir de entonces, Agar utilizó otro nombre para referirse al Señor, quien le había hablado. Ella dijo: «Tú eres el Dios que me ve»..." Génesis 16: 13 (NTV)
Que importante es saber que Dios nos ve en todo momento. Si estamos metidos en problemas o tomando malas decisiones, los ojos del Señor están sobre nosotros, al tanto de todo lo que sucede. Agar trató con desprecio a su señora, por lo cual Saraí fue dura con ella; frente a esta circunstancia, Agar no tolero la situación y huyó. A pesar del error que cometió la sierva, el Ángel de Jehová, la encuentra, y le instruye para dirigirse de forma correcta con su señora. Dios, al oír su aflicción, le dice que su descendencia iba a ser grande.
En estos tiempos, Dios nos habla por medio de su Palabra, una prédica o a través de un hermano, para que seamos capaces de modificar nuestra actitud y apartarnos del camino equivocado. ¿Estás dispuesto a escuchar la corrección de Dios?
Neyda Cruz
CVCLAVOZ

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA


REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

Senda de vida.



"Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre." Salmos 16:11 (RVR1960).
Concordarán conmigo en que el camino que un creyente debe recorrer no es sencillo, existen muchos obstáculos que superar, decisiones que tomar, pérdidas que sufrir; sin embargo, cada situación atravesada deja una enseñanza siempre que permanezcamos sujetos a Dios, y en realidad, tiene un doble propósito, ayudarnos a madurar y acercarnos más al Señor.
Es paradójico decir que a través de las dificultades de la vida podamos hallar gozo. Esto sólo lo comprenderá quien ha buscado refugio en Dios y en Él ha hallado su camino; como indica el versículo, únicamente en la presencia del Señor encontraremos gozo y delicias.
Siempre que demos a Dios el lugar que le corresponde, podremos decir como el salmista:
"Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa; Tú sustentas mi suerte. Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, Y es hermosa la heredad que me ha tocado. Bendeciré a Jehová que me aconseja; Aun en las noches me enseña mi conciencia. A Jehová he puesto siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido." Salmos 16:5-8 (RVR1960).
¿Está el Señor delante de ti? ¿Buscas su consejo y bendices su Nombre?
Si hasta el momento no lo has hecho, te animo a corregir estos aspectos en tu vida, dale a Dios el primer lugar, permite que vaya delante de ti y te muestre el camino que debes seguir, si Él va a tu lado, como dice el Salmo, no serás conmovido.
Que tu delicia sea estar en la presencia de Dios, aprendiendo de Él.
Cesia Serna
CVCLAVOZ



jueves, 12 de diciembre de 2019

ZACARIAS 8:19 FUTURA PAZ Y PROSPERIDAD DE SION - PARA PROVECHO DE LOS DEMAS - ¿ TE ESTAS AHOGANDO ?




Zacarías 8:19  La Biblia de las Américas (LBLA)

Futura paz y prosperidad de Sión

Y vino la palabra del Señor de los ejércitos, diciendo: Así dice el Señor de los ejércitos: «He celado a Sión con gran celo, sí, con gran furor la he celado». Así dice el Señor: «Volveré a Sión y en medio de Jerusalén moraré. Y Jerusalén se llamará Ciudad de la Verdad[a], y el monte del Señor de los ejércitos, Monte Santo». Así dice el Señor de los ejércitos: «Aún se sentarán ancianos y ancianas en las calles[b] de Jerusalén, cada uno con su bastón en la mano por causa de sus muchos días. Y las calles[c] de la ciudad se llenarán de muchachos y muchachas que jugarán en sus calles[d]». Así dice el Señor de los ejércitos: «Si en aquellos días esto parece muy difícil[e] a los ojos del remanente de este pueblo, ¿será también muy difícil[f] a mis ojos?» —declara el Señor de los ejércitos. Así dice el Señor de los ejércitos: «He aquí, salvaré a mi pueblo de la tierra del oriente[g] y de la tierra donde se pone el sol; y los traeré y habitarán en medio de Jerusalén; y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios en verdad[h] y en justicia».
Así dice el Señor de los ejércitos: «Sean fuertes vuestras manos, vosotros que escucháis en estos días estas palabras de la boca de los profetas, los cuales hablaron el día en que se pusieron los cimientos de la casa del Señor de los ejércitos para la reedificación del templo. 10 Porque antes de aquellos días no había paga para hombre ni paga para el ganado; y no había paz[i] para el que salía o entraba a causa del enemigo[j], y yo puse a todos los hombres unos contra otros. 11 Pero ahora yo no trataré al remanente de este pueblo como en los días pasados» —declara el Señor de los ejércitos. 12 «Porque habrá simiente de paz: la vid dará su fruto, la tierra dará su producto y los cielos darán su rocío; y haré que el remanente de este pueblo herede todas estas cosas. 13 Y sucederá que como fuisteis maldición entre las naciones, casa de Judá y casa de Israel, así os salvaré para que seáis bendición. No temáis, mas sean fuertes vuestras manos».
14 Porque así dice el Señor de los ejércitos: «Tal como me propuse haceros mal cuando vuestros padres me hicieron enojar» —dice el Señor de los ejércitos— «y no me he arrepentido, 15 así me he propuesto en estos días volver a hacer bien a Jerusalén y a la casa de Judá. ¡No temáis! 16 Estas son las cosas que debéis hacer: decid la verdad unos a otros, juzgad con verdad y con juicio de paz en vuestras puertas[k], 17 no traméis en vuestro corazón el mal uno contra otro, ni améis el juramento falso; porque todas estas cosas son las que odio» —declara el Señor.
18 Entonces la palabra del Señor de los ejércitos vino a mí, diciendo: 19 Así dice el Señor de los ejércitos: «El ayuno del cuarto mes, el ayuno del quinto, el ayuno del séptimo y el ayuno del décimo se convertirán para la casa de Judá en gozo, alegría y fiestas alegres[l]. Amad, pues, la verdad y la paz». 20 Así dice el Señor de los ejércitos: «Y será que aun vendrán pueblos y habitantes de muchas ciudades; 21 y los habitantes de una irán a otra, diciendo: “Vamos sin demora a implorar el favor[m] del Señor, y a buscar al Señor de los ejércitos. Yo también iré”. 22 Y vendrán muchos pueblos y naciones poderosas a buscar al Señor de los ejércitos en Jerusalén y a implorar el favor del Señor». 23 Así dice el Señor de los ejércitos: «En aquellos días diez hombres de todas las lenguas de las naciones asirán[n] el[o] vestido de un judío, diciendo: “Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros”».


UN ENCUENTRO CON LA PALABRA


REFLEXION
PARA PROVECHO DE LOS DEMÁS.



“Todo lo que hagan, háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor Jesucristo y no a la gente. Porque ya saben que Dios les dará, en recompensa, parte de la herencia que ha prometido a su pueblo. Recuerden que sirven a Cristo, que es su verdadero dueño” Colosenses 3:23-24 (TLA)
Una manera de bendecir a los demás con nuestros talentos y al mismo tiempo agradar a Dios es hacer todo con el corazón. Además desarrollar nuestros talentos requiere de tiempo y paciencia.
Debemos considerar la importancia de los talentos que Dios nos dio, ya que estos son para el servicio a los demás, no sólo para beneficio propio y mucho menos para engrandecerse. Es ahí cuando debemos considerar el sacrificio de Jesús y su misión en la tierra como ejemplo para nuestras vidas, porque su vida estuvo al servicio de los demás: “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” Mateo 10:45
Cristhian Castillo
CVCLAVOZ

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

¿Te estás ahogando?



En cierta ocasión había un grupo de gente sobre un muelle que esperaba la llegada del transatlántico, cuando de repente uno de ellos cayó al agua. Desde luego hubo mucha excitación en la multitud pero nadie se atrevió a lanzarse al mar, pues se trataba de gente inexperta. Sin embargo, allí había un marinero que miraba al hombre cómo se agitaba en el agua, pero no hacía nada para salvarlo a pesar de ser un buen nadador.
La gente se extrañaba y viendo que al hombre le iban faltando las fuerzas, creció de pronto su indignación y exclamó: ¿Por qué no se echa usted al agua?
Dos veces se había hundido el pobre hombre, las fuerzas se le acababan, y cuando levantó sus brazos como por última vez, el marinero saltó al gua, sujetó al que se ahogaba y al instante lo llevó a tierra.
Después la gente comprendió la razón que tuvo el marinero en no socorrer antes al que estaba en peligro. El hombre que se ahogaba era de mucho peso y bastantes fuerzas, con esas condiciones es probable que habría inutilizado, en su propio afán de salvarse, todos los esfuerzos del marinero y los dos habrían hallado la muerte. El marinero esperó el momento oportuno y entonces lo salvó.
Muchos de nosotros hemos experimentado lo mismo que el hombre que se ahogaba en la historia. Quizás no literalmente, pero hemos sentido cómo nos hundimos con los problemas y por mucho que intentamos no logramos salir a flote, pareciera que todo nuestro esfuerzo es en vano. Sin embargo, cuando dejamos de luchar con nuestras fuerzas y permitimos que Dios tome el control experimentamos la salvación.
Esto incluso sucede antes de que conozcamos a Jesús, cuando intentamos salvar nuestra alma de mil maneras, justificando nuestras acciones y tratando de hacerlo a nuestro modo. Pero llega un momento en el que ya no podemos más y decidimos entregarle nuestras vidas.
“Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo” Efesios 2:8,9 (NTV)
Tanto la salvación como las cosas que logramos en nuestra vida, son gracia de Dios, bendiciones que recibimos de Él. Por eso, cuando estamos enfrentando fuertes crisis, en lugar de desesperarnos y tratar de hacer todo a nuestra manera, debemos rendir nuestras vidas al Señor para poder ser rescatados.
¿Estás luchando desesperadamente por salvarte? Entrégate en las manos de Dios y permite que Él te rescate.
Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ