1 Tesalonicenses 5:13 La Biblia de
las Américas (LBLA)
Deberes prácticos de la vida cristiana
12 Pero os rogamos hermanos, que reconozcáis[i] a los que con diligencia trabajan entre
vosotros, y os dirigen[j] en el Señor y os instruyen[k], 13 y que los tengáis en muy alta estima con amor, por causa de su
trabajo. Vivid en paz los unos con los otros. 14 Y os exhortamos, hermanos, a que amonestéis a los indisciplinados[l], animéis a los desalentados, sostengáis a
los débiles y seáis
pacientes con todos. 15 Mirad que ninguno devuelva a otro mal por mal, sino procurad
siempre lo bueno los unos para con los otros, y para con todos. 16 Estad siempre gozosos; 17 orad sin cesar; 18 dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para
vosotros en Cristo Jesús. 19 No apaguéis el Espíritu; 20 no menospreciéis las profecías[m]. 21 Antes bien, examinadlo todo cuidadosamente, retened lo bueno; 22 absteneos de toda forma[n] de mal.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
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No permitas que la envidia sea parte de tu vida.
La envidia es una molestia o deseo de poseer algo que la otra persona tiene y nosotros no, ya sean posesiones materiales, cualidades o talentos. Es un pecado que trae consigo terribles consecuencias. En la Biblia podemos ver algunos ejemplos de lo que la envidia hace en la vida de las personas.
Caín, el hijo de Adán
y Eva, mató a su hermano Abel por causa de la envidia. (Génesis 4:3-8) Los
hermanos de José, envidiaban tanto la relación que José y su padre tenían, que
quisieron matarlo, y que al final, lo vendieron como esclavo. (Génesis
37:1-36). Coré tuvo tanta envidia del liderazgo de Moisés, que desafió la
responsabilidad que Dios le había dado a Moisés. Como resultado, la tierra se
abrió y lo tragó. (Números 16) Raquel, envidiaba a su hermana porque no podía
tener hijos y esto provocó que Jacob se enojara con ella. (Génesis 30:1-2)
Podemos ver que la
envidia sólo conduce al desastre, destruye relaciones, genera odio, lleva a la
injusticia y a la muerte. El Salmos 73:2–3 (DHH) dice: “Un poco más, y yo
hubiera caído; mis pies casi resbalaron. Pues tuve envidia al ver cómo
prosperan los orgullosos y malvados.”
Debemos tener mucho
cuidado en nuestro caminar con el Señor, ya que puede haber momentos en los que
corramos el riesgo de deslizarnos del camino que el Señor ha trazado para
nuestras vidas y caer en la envidia.
El Salmista menciona
que estaba a punto de resbalar y caer, a raíz de estar viendo la prosperidad de
los malvados. Perdió su perspectiva y equilibro espiritual, se impacientó por
un momento y se alteró al ver con sus ojos que a otros les iba mejor que a él.
Algo que la escritura claramente nos advierte, “No te impacientes a causa de
los malignos, Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad” (Salmos 37:1)
¿Hay envidia en
nuestra vida por la prosperidad de otras personas? Sí es así, tomemos una
decisión este día y rompamos con ese pecado. Oremos al Señor para que guarde
nuestras miradas y pasos. Pidamos que no nos deje caer en un estado en el que
codiciemos lo que otros tienen.
“Ahora que se han
purificado obedeciendo a la verdad y tienen un amor sincero por sus hermanos,
ámense de todo corazón los unos a los otros.” 1 Pedro 1:22. (NVI)
Diego Jora
CVCLAVOZ
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Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
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¿Te dieron una mala noticia?
Una mujer salió frustrada
de un hospital porque le dijeron que su enfermedad no tenía solución y
solamente le quedaba tres meses de vida. Desde ese momento no pudo descansar
tranquila y lo único que hacía era buscar una salida. Ese tiempo alguien la
invitó a una iglesia, a la que asistió como su única esperanza y después de
conocer a Cristo vivió veinte años más.
Lamentablemente
muchos profesionales en la salud acaban fácilmente con la esperanza de las
personas cuando utilizan palabras como: “no hay solución para ti”, “tu esposa
posiblemente nunca podrá tener hijos”, “te queda poco tiempo de vida”, “la
operación es de alto riesgo” Y es comprensible porque es parte de su ética
profesional decir siempre la verdad.
Otro aspecto es que
ellos son humanos, su trabajo es limitado y por tanto, no pueden prometer cosas
que no van lograr. Así que si has recibido una noticia preocupante de parte de
los doctores no te desanimes, existe alguien a quién puedes acudir, es
Todopoderoso y tiene grandes promesas para ti.
“Entonces dijo: De
cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer
tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de
él. Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya
la costumbre de las mujeres.
Se rio, pues, Sara
entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también
mi señor ya viejo? Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara
diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja? ¿Hay para Dios alguna
cosa difícil?...” Génesis 18:10-14 (RVR 1960)
El Señor prometió a
Abraham que tendría un hijo, pero él y su esposa estaban viejitos; además a
Sara le había llegado la menopausia, por lo que médicamente hablando era
imposible que esta mujer pudiera quedar embarazada.
Por esta razón ella
dudó y se rio al escuchar nuevamente la promesa de Dios, pero el Señor le hace
una pregunta bastante clara: ¿Hay para Dios alguna cosa difícil?
Es posible que hayas
recibido una terrible noticia o sucesos angustiantes han venido sobre ti o tu
familia, pero quiero preguntarte ¿Habrá algo difícil para Dios? En esta
oportunidad te animo a clamar por tu aflicción al Señor y depositar tu
confianza en Él.
¡Con Dios tenemos una
esperanza!
Shirley Chambi
CVCLAVOZ
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