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Lucas 16:8 La
Biblia de las Américas (LBLA)
El mayordomo infiel
16 Decía
también Jesús a los discípulos: Había
cierto hombre rico que tenía un mayordomo; y éste fue acusado ante él de
derrochar sus bienes. 2 Entonces
lo llamó y le dijo: “¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Rinde cuentas de tu
administración, porque no puedes ser más mayordomo.” 3 Y
el mayordomo se dijo a sí mismo: “¿Qué haré? Pues mi señor me quita la
administración. No tengo fuerzas para cavar, y me da vergüenza mendigar. 4 “Ya
sé[a] lo que haré, para que
cuando se me destituya de la administración me reciban en sus casas.” 5 Y
llamando a cada uno de los deudores de su señor, dijo al primero: “¿Cuánto le
debes a mi señor?” 6 Y
él dijo: “Cien barriles[b] de aceite.” Y le
dijo: “Toma tu factura, siéntate pronto y escribe cincuenta.” 7 Después
dijo a otro: “Y tú, ¿cuánto debes?” Y él respondió: “Cien medidas[c] de trigo.” El le
dijo*: “Toma tu factura y escribe ochenta.” 8 El
señor elogió al mayordomo injusto porque había procedido con sagacidad, pues
los hijos de este siglo son
más sagaces en las relaciones con sus semejantes[d] que los hijos de la
luz. 9 Y yo os digo: Haceos
amigos por medio de las riquezas[e] injustas, para que
cuando falten, os reciban en las moradas eternas. 10 El
que es fiel en lo muy poco, es fiel también en lo mucho; y el que es injusto en
lo muy poco, también es injusto en lo mucho. 11 Por
tanto, si no habéis sido fieles en el uso de las riquezas[f]injustas, ¿quién
os confiará las riquezas verdaderas? 12 Y
si no habéis sido fieles en el uso de lo ajeno, ¿quién os
dará lo que es vuestro[g]?13 Ningún siervo[h] puede servir a dos
señores, porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y
despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas[i].
UN ENCUENTROCON LA PALABRA
REFLEXION
¿Qué Es Lo Primero
Que Debes Hacer Por La Mañana?
Publicado por: Devocionales en Preguntas y Respuestas Cristianas, Respuestas Cristianas 0
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“ME DESPIERTA TODAS
LAS MAÑANAS, PARA QUE RECIBA SUS ENSEÑANZAS” (Isaías 50:4 TLA)
Una promesa
maravillosa que nos da la Palabra de Dios es: “Dios me enseñó a consolar a los
que están afligidos y cansados. Me despierta todas las mañanas, para que reciba
sus enseñanzas … Dios me enseñó a obedecer, y no he sido rebelde ni
desobediente” (Isaías 50:4-5). Isaías afirmó que Dios lo despertaba cada mañana
y le indicaba lo que debía hacer ese día y lo que debía decir a otros. No se
trataba de una ocasión aislada y única, sino que ocurría “todas las mañanas”.
¿Te imaginas lo distinto que discurriría tu día si dedicaras el tiempo
necesario a escuchar a Dios antes de salir de la cama?
En el pasaje de
arriba aparece la palabra “enseñanzas”. Dios te puede enseñar qué decir y hacer
antes de enfrentar una situación determinada. Él dice que es “el Señor tu Dios,
que te enseña lo que te conviene, que te guía por el camino en que debes andar”
(Isaías 48:17 CST). ¡Esto sí que es un incentivo extra en la vida y una ventaja
frente a la competencia! Y aquí viene lo mejor: aún si no prestas oído, no
estás donde deberías en el ámbito espiritual o no tienes mucha experiencia en
estos asuntos, Dios colaborará contigo “todas las mañanas” hasta que sepas
reconocer Su voz y responder a ella. No tiene por qué extrañarte. Después de
todo, eso mismo hacen los buenos padres con sus hijos cuando quieren que
crezcan, maduren y disfruten de lo mejor de la vida.
“SEÑOR, DE MAÑANA
OIRÁS MI VOZ” (Salmos 5:3)
¿Por qué dice el Señor tantas veces en las Escrituras que Él nos va a hablar temprano por la mañana? A fin de cuentas, puede hacerlo en el momento que desee. Aquí tenemos dos motivos:
¿Por qué dice el Señor tantas veces en las Escrituras que Él nos va a hablar temprano por la mañana? A fin de cuentas, puede hacerlo en el momento que desee. Aquí tenemos dos motivos:
1) Dios quiere ocupar
el primer lugar de tu vida.
Quiere ser el número uno en tu lista de quehaceres diarios. Así que, antes de encender el televisor o mirar algo en el ordenador o móvil o salir con prisa, aprende a estar quieto y dejar que Dios te dé entendimiento y te haga comprender qué es lo importante para ti en esa jornada (y también en tu vida). Te sorprenderás con las soluciones que te propone: ideas creativas y una sensación clara de que Él te guía. Verás que se cumple la promesa de que “el Señor dirige los pasos de los justos” (Salmos 37:23 NTV). De hecho, después de vivir así varias semanas o meses ya no volverás a tu antigua rutina.
Quiere ser el número uno en tu lista de quehaceres diarios. Así que, antes de encender el televisor o mirar algo en el ordenador o móvil o salir con prisa, aprende a estar quieto y dejar que Dios te dé entendimiento y te haga comprender qué es lo importante para ti en esa jornada (y también en tu vida). Te sorprenderás con las soluciones que te propone: ideas creativas y una sensación clara de que Él te guía. Verás que se cumple la promesa de que “el Señor dirige los pasos de los justos” (Salmos 37:23 NTV). De hecho, después de vivir así varias semanas o meses ya no volverás a tu antigua rutina.
2) Él quiere una
página en blanco sobre la que escribir.
¿Alguna vez has intentado hablar con alguien distraído o preocupado? Te dan ganas de dejarlo plantado. Pero cuando la persona realmente te importa, eliges el mejor momento en el que te vaya a escuchar. Pues bien, a Dios le importas y Él quiere hablarte. ¿No te das cuenta de cuánto vas a perder si no escuchas lo que te quiere decir o no entiendes lo que tiene planeado para ti? Este era uno de los secretos de la fortaleza del rey David: “De mañana me presentaré delante de ti y esperaré” (Salmos 5:3). Si quieres que te vaya bien, tu primera labor del día debe ser escuchar a Dios.
¿Alguna vez has intentado hablar con alguien distraído o preocupado? Te dan ganas de dejarlo plantado. Pero cuando la persona realmente te importa, eliges el mejor momento en el que te vaya a escuchar. Pues bien, a Dios le importas y Él quiere hablarte. ¿No te das cuenta de cuánto vas a perder si no escuchas lo que te quiere decir o no entiendes lo que tiene planeado para ti? Este era uno de los secretos de la fortaleza del rey David: “De mañana me presentaré delante de ti y esperaré” (Salmos 5:3). Si quieres que te vaya bien, tu primera labor del día debe ser escuchar a Dios.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
¿Preparado para la prueba?
Es terrible tener un examen
sorpresa cuando uno no está preparado. ¿Te ha pasado? Cuando el educador
ingresaba al curso y decía: “empezaremos la clase con una prueba sorpresa para
ver el conocimiento que presentan” La mayoría de los estudiantes se aplazaban
porque no estaban listos.
Así el Señor probó a sus
discípulos para ver si estaban preparados. La palabra de Dios dice:
Después de esto, Jesús fue al
otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias. Y le seguía gran multitud, porque
veían las señales que hacía en los enfermos. Entonces subió Jesús a un monte, y
se sentó allí con sus discípulos. Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los
judíos.
Cuando alzó Jesús los ojos, y vio
que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan
para que coman éstos? Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que
había de hacer. Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían
para que cada uno de ellos tomase un poco.
Uno de sus discípulos, Andrés,
hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes
de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? Entonces Jesús dijo:
Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron
como en número de cinco mil varones.
Y tomó Jesús aquellos panes, y
habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos
entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. Y
cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que
sobraron, para que no se pierda nada. Recogieron, pues, y llenaron doce cestas
de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido.
Juan 6:1-13
El primer hombre en ser probado
fue Felipe y fue el primero en reprobar, puesto que mencionó que el dinero que
tenían no abastecería para alimentar a todas las personas que se encontraban en
aquel lugar. El segundo en aplazarse fue Pedro, quien afirmó que el poco
alimento que había no era nada para tantos.
En toda esa multitud sólo hubo un
niño que aprobó, aquel que a pesar de ver una gran cantidad de gente llevó sus
cinco panes y dos pececillos para compartir. Jesús mostró que con Él no
existían limitaciones, comieron hasta saciarse e incluso sobraron doce cestas llenas.
¿Estás preparado para una prueba?
Es posible que la preocupación que presentas sea por la alimentación,
vestimenta, material escolar de tus hijos u otras cosas que te impiden creer en
Dios. ¿Cómo lo estás enfrentado? El peor error que puedes cometer en estos
momentos es alejarte de Jesús, quien es el único que hace milagros.
No te aplaces ¡Regresa y confía
en Él y Él hará!
Shirley Chambi
CVCLAVOZ