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Lucas 1:68-75 La
Biblia de las Américas (LBLA)
Profecía de Zacarías
67 Y su padre Zacarías
fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó diciendo:
68 Bendito sea el Señor, Dios de
Israel,
porque nos ha visitado y ha efectuado redención para su pueblo,
69 y nos ha levantado un cuerno de salvación
en la casa de David su siervo,
70 tal como lo anunció[an] por boca de sus santos profetas desde los tiempos antiguos,
71 salvación[ao] de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos aborrecen;
72 para mostrar misericordia a nuestros padres,
y para recordar su santo pacto,
73 el juramento que hizo[ap] a nuestro padre Abraham:
74 concedernos que, librados de la mano de nuestros enemigos,
le sirvamos sin temor
75 en santidad y justicia delante de El, todos nuestros días.
76 Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo;
porque irás delante del Señor para preparar sus caminos;
77 para dar a su pueblo el conocimiento de la salvación
por[aq] el perdón de sus pecados,
78 por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
con que la Aurora nos visitará desde lo alto,
79 para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pies en el camino de paz.
porque nos ha visitado y ha efectuado redención para su pueblo,
69 y nos ha levantado un cuerno de salvación
en la casa de David su siervo,
70 tal como lo anunció[an] por boca de sus santos profetas desde los tiempos antiguos,
71 salvación[ao] de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos aborrecen;
72 para mostrar misericordia a nuestros padres,
y para recordar su santo pacto,
73 el juramento que hizo[ap] a nuestro padre Abraham:
74 concedernos que, librados de la mano de nuestros enemigos,
le sirvamos sin temor
75 en santidad y justicia delante de El, todos nuestros días.
76 Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo;
porque irás delante del Señor para preparar sus caminos;
77 para dar a su pueblo el conocimiento de la salvación
por[aq] el perdón de sus pecados,
78 por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
con que la Aurora nos visitará desde lo alto,
79 para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pies en el camino de paz.
80 Y el niño crecía y se fortalecía en espíritu; y
vivió en lugares desiertos hasta el día en que apareció en público a Israel.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
¿Cómo Debe Ser La
Charla De Padre a Hijo Según La Biblia?
Publicado por: Devocionales en Devocional Diario 0
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¿Cómo Debe Ser La Charla De Padre a Hijo Según La Biblia?
“ESCUCHA, HIJO MÍO, LA INSTRUCCIÓN DE TU PADRE” (Proverbios 1:8)
En Proverbios,
aparece “hijo mío” veintiséis veces y “padre” diecinueve veces. Se trata de una
carta de padre a hijo y de padre a padres sobre cómo ser buenos progenitores.
No sólo son enseñanzas de cómo educar a los hijos, sino también de cómo serles
de ejemplo. Resulta interesante que dicha carta contenga un montón de
advertencias sobre el mal uso del sexo y los problemas que puede conllevar.
Seguro que hemos oído el chiste del adolescente de doce años al que su padre le
dijo: ‘Hijo, ¿no crees que ya es hora de que hablemos de sexo?’. El jovencito
respondió:
‘Claro, papá. ¿Qué
quieres saber?’. Es una pena que hoy nuestros hijos reciban su educación sexual
en el colegio, de sus amigos, de Internet y de su propia experiencia, pero no
en el hogar. Salomón escribió: “¿Por qué, hijo mío, dejarte cautivar por una adúltera…?”
(Proverbios 5:20 CST).
La educación sexual
es la respuesta, siempre y cuando el profesor, el aula y los contenidos sean
los apropiados. El profesor idóneo eres tú, papá; el aula, tu hogar y el
programa, la Biblia. Un estudio realizado en diez mil estudiantes de secundaria
reveló que los valores morales de los padres y el seguimiento escolar de los
hijos son lo que más influye en la actividad sexual de cualquier adolescente.
Los padres con una estrecha relación con las hijas y que supervisaban sus deberes
y actividades eran capaces de frenar en un 42% la probabilidad de que quedaran
embarazadas antes de casarse. Por eso, papá (y mamá), hablen, involucrense. El
tema es demasiado importante para quedarse de brazos cruzados.
“CON TANTA DULZURA LE
HABLÓ, QUE LO HIZO CAER EN SUS REDES” (Proverbios 7:21 TLA)
El psicólogo Henry
Brandt cuenta cómo se ofendió su hijo cuando no le dejó irse solo en coche al
lago con una chica, de noche. ‘¿Qué hay de malo, papá?’, preguntó el hijo. ‘¿No
te confías en mí?’.
Brandt le contestó:
‘¿En un coche, solo y de noche, frente a un lago y con una chica guapa? ¡No
confiaría ni de mí!’. Salomón se implicó pronto y de lleno en la vida de sus
hijos y les inculcó la perspectiva sexual de Dios. Los tres apartados más
grandes de Proverbios que hablan de un mismo tema se encuentran entre el
capítulo 5 y 7. En el 5 y 6, Salomón aborda exclusivamente las relaciones
sexuales prematrimoniales, la fornicación. Dedicó casi todo el capítulo 7 a las
relaciones extramatrimoniales, es decir, el adulterio. Y entremedias, expone
con franqueza el sexo conforme a la voluntad de Dios.
Muchos pastores y padres han esquivado el trabajo durante demasiado tiempo esperando que el tema desapareciese sin más.
Muchos pastores y padres han esquivado el trabajo durante demasiado tiempo esperando que el tema desapareciese sin más.
Pero es algo que no
se puede evitar. El encuestador George Gallup declaró: “No cabe duda. Los
asuntos derivados del sexo van a convertirse en los más importantes a los que
se enfrenten las iglesias en un futuro no lejano. El aborto, el sida, el sexo
prematrimonial, la homosexualidad … todos estos temas serán muy candentes y
habrá que tratarlos”. Salomón previno a su hijo:
“Con tanta dulzura le
habló, que lo hizo caer en sus redes” (Proverbios 7:21 TLA). Seas padre, madre,
(casado o no), o incluso abuelo, tu hijo no dará el paso equivocado si no está
en el lugar equivocado, con la persona equivocada y en el momento equivocado.
Así que enséñale a no jugar con fuego para no quemarse.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
¡Mira arriba!
Cuenta una historia
que, mientras visitaba a una vecina, una madre permitió que su hijo de seis
años saliese a jugar a la calle. Después de un momento fue a ver lo que hacía
el niño. Allí cerca se hallaba un pintor que trabajaba sobre elevados andamios
y, aterrada, observó la señora que su hijo se había subido hasta el último
peldaño de la escalera.
- ¡Bájate, Enrique! – gritó desaforadamente y su voz
alarmó al niño, quien rápidamente miró hacia abajo, lleno de terror.El pintor,
dándose cuenta de lo que acontecía, con voz reposada calmó a la madre
exclamando:
- El pequeño está
bien, yo me hago cargo de él.Al niño le dijo:
- Escúchame amiguito: mira hacia arriba y sube hasta donde estoy.El niño levantó los ojos, sonrió, y llegó sano y salvo con el pintor, quien tomándolo en brazos descendió con él cuidadosamente y lo entregó a la madre atribulada.
- Escúchame amiguito: mira hacia arriba y sube hasta donde estoy.El niño levantó los ojos, sonrió, y llegó sano y salvo con el pintor, quien tomándolo en brazos descendió con él cuidadosamente y lo entregó a la madre atribulada.
A todos nos pasa que
cuando estamos en una situación complicada tendemos a mirar abajo, a las
circunstancias, nuestros defectos y las todas las cosas adversas que nos
rodean, cuando en realidad deberíamos levantar la vista y fijar la mirada en
Dios.
Siempre que se va
escalar o trabajar en altura, una de las recomendaciones que se da es la de no
mirar hacia abajo, esto porque el vértigo, que es una sensación ficticia por
una alteración en el oído o el sistema nervioso central, hace que sintamos que
las cosas alrededor nuestro se están moviendo o, inclusive, podemos sentir que
somos nosotros los que estamos dando vueltas o flotando; este desequilibrio
puede hacer que caigamos si no cambiamos nuestra mirada.
Esa misma sensación
experimentamos cuando estamos con problemas y nos sentimos agobiados, por eso
mismo mirar hacia arriba siempre será lo mejor, el cambio de dirección de
nuestra mirada nos mantendrá a salvo.
“Mi ayuda proviene
del Señor, creador del cielo y de la tierra. No permitirá que tu pie resbale;
jamás duerme el que te cuida”. Salmos 121: 2,3 (NVI)
Dios no permitirá que
nos lastimemos, sino que nos tomará entre sus brazos con amor y nos conducirá a
un lugar seguro. ¡Mantén fija tu mirada en Dios, Él cuida de ti!
Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ
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