miércoles, 31 de julio de 2019

DEUTERONOMIO 33:3 MOISES BENDICE A LAS DOCE TRIBUS - CON DIOS NUNCA ESTAS SOLO - ALEGRATE CON EL QUE PROSPERA




Deuteronomio 33:3  La Biblia de las Américas (LBLA)

Moisés bendice a las doce tribus

33 Esta es la bendición con la que Moisés, hombre de Dios, bendijo a los hijos de Israel antes de morir. Dijo:
El Señor vino del Sinaí
y les esclareció[a] desde Seir;
resplandeció desde el monte Parán,
y vino de en medio de diez millares de santos[b];
a su diestra había fulgor centellante[c] para ellos.
En verdad, El ama al pueblo[d];
todos tus[e] santos están en tu mano,
y siguen en tus pasos[f];
todos reciben de tus palabras.
Una ley nos prescribió Moisés,
una herencia para la asamblea de Jacob.
El era rey en Jesurún[g],
cuando se reunieron los jefes[h] del pueblo,
juntamente con las tribus de Israel.
Viva Rubén, y no muera,
y no sean pocos sus hombres.
En cuanto a Judá, esto dijo:
Escucha, oh Señor, la voz de Judá,
y tráelo a su pueblo.
Con sus manos luchó por ellos[i];
sé tú su ayuda contra sus adversarios.
Y de Leví dijo:
Tu Tumim y tu Urim sean para tu varón santo[j],
a quien pusiste a prueba en Masah,
con quien luchaste en las aguas de Meriba;
el que dijo de su padre y de su madre:
“No los conozco[k]”;
y no reconoció a sus hermanos,
ni consideró a sus propios hijos,
porque obedecieron tu palabra,
y guardaron tu pacto.
10 Ellos enseñarán tus ordenanzas a Jacob
y tu ley a Israel.
Pondrán incienso delante de ti[l],
y holocaustos perfectos sobre tu altar.
11 Bendice, oh Señor, sus esfuerzos,
y acepta la obra de sus manos;
quebranta los lomos de los que se levantan contra él
y de los que lo odian, para que no se levanten más.
12 De Benjamín, dijo:
Habite el amado del Señor en seguridad junto a aquel
que le protege[m] todo el día,
y entre cuyos hombros mora.
13 Y de José, dijo:
Bendita del Señor sea su tierra,
con lo mejor de los cielos, con el rocío
y con las profundidades que están[n] debajo;
14 con lo mejor de los frutos del sol
y con los mejores productos de los meses;
15 con lo mejor de los montes antiguos
y con lo escogido de los collados eternos;
16 con lo mejor de la tierra y cuanto contiene
y el favor del que habitaba en la zarza.
Descienda la bendición sobre la cabeza de José,
y sobre la coronilla del consagrado[o] entre sus hermanos.
17 Su majestad es como la del primogénito del toro,
y sus cuernos son los cuernos del búfalo;
con ellos empujará a los pueblos,
todos juntos, hasta los confines de la tierra.
Tales son los diez millares de Efraín,
y tales los millares de Manasés.
18 Y de Zabulón, dijo:
Alégrate, Zabulón, en tus salidas[p]
e Isacar, en tus tiendas.
19 Llamarán a los pueblos al monte;
allí ofrecerán sacrificios de justicia,
pues disfrutarán[q] de la abundancia de los mares,
y de los tesoros escondidos en la arena.
20 Y de Gad, dijo:
Bendito el que ensancha a Gad;
se echa como león[r],
y desgarra el brazo y también la coronilla.
21 Entonces reservó[s] para sí la primera parte,
pues allí la porción de gobernante le estaba reservada[t].
Y él vino con los jefes del pueblo;
ejecutó la justicia del Señor,
y sus ordenanzas con Israel.
22 Y de Dan, dijo:
Dan es cachorro de león
que salta desde Basán.
23 Y de Neftalí, dijo:
Neftalí, colmado de favores,
y lleno de la bendición del Señor,
toma posesión del mar y del sur.
24 Y de Aser, dijo:
Más bendito que[u] hijos es Aser;
sea favorecido por sus hermanos,
y moje su pie en aceite.
25 De hierro y de bronce serán tus cerrojos,
y tan largo como tus días será tu reposo[v].
26 Nadie hay como el Dios de Jesurún[w],
que cabalga los cielos para venir en tu ayuda,
y las nubes, en su majestad.
27 El eterno Dios es tu refugio[x],
y debajo están los brazos eternos.
El echó al enemigo delante de ti,
y dijo: “¡Destruye!”
28 Por eso Israel habita confiado[y],
la fuente de Jacob habita separada
en una tierra de grano y mosto;
sus cielos también destilan rocío.
29 Dichoso tú, Israel.
¿Quién como tú, pueblo salvado por el Señor?
El es escudo de tu ayuda,
y espada de tu gloria.
Tus enemigos simularán someterse ante ti,
y tú hollarás sus lugares altos.


UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFLEXION
CON DIOS NUNCA ESTÁS SOLO

“Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. Salmos 139:3-4 (RVR1960).
Sentirse solo aun cuando uno tiene personas alrededor se ha vuelto común en estos días y pareciera que no hay nada que pueda llenar ese vacío; pero no es así, contamos con la compañía de Dios; en Su Palabra dice que Él conoce nuestros caminos e incluso aquello que diremos. Esta es una prueba de que somos importantes para Él y que permanece cerca nuestro.
No tienes que luchar solo y en tus fuerzas, busca refugio en Dios, permite que llene tú vida con Su amor, cree en Su promesa.
“Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.” Éxodo 33:14 (RVR1960).
Cesia Serna
CVCLAVOZ


UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

ALÉGRATE CON EL QUE PROSPERA

“Pero a Caín y su ofrenda no miró con agrado. Y Caín se enojó mucho y su semblante se demudó” Génesis 4:5 (NTV)
Caín sabía que la ofrenda que recibió Dios de parte de Abel era lo mejor de todo su esfuerzo y de corazón. Debía sentirse alegre por ello, pero en lugar de eso, se enfureció contra su hermano, porque se había llenado de envidia.
¿Qué actitud tomamos ante una situación así? ¿Nos alegramos al ver la prosperidad de otros?
Sabemos que tenemos un Dios bueno y soberano, que Él bendice las manos de los que se esfuerzan. Por lo tanto, debiéramos celebrar con gozo los éxitos y logros de los demás, para algún día también festejar los nuestros.
“Porque el Señor tu Dios te bendecirá en todos tus productos y en toda la obra de tus manos; por tanto, estarás realmente alegre.” Deuteronomio 16:15 (LBLA)
Cristhian Castillo
CVCLAVOZ


martes, 30 de julio de 2019

DEUTERONOMIO 10:18 LO QUE DIOS QUIERE - LA VOLUNTAD DEL PADRE - SALVA A TU HERMANO .....-




Deuteronomio 10:18  La Biblia de las Américas (LBLA)


Lo que Dios requiere

12 Y ahora, Israel, ¿qué requiere de ti el Señor tu Dios, sino que temas[c] al Señor tu Dios, que andes en todos sus caminos, que le ames y que sirvas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, 13 y que guardes los mandamientos del Señor y sus estatutos que yo te ordeno hoy para tu bien?14 He aquí, al Señor tu Dios pertenecen los cielos y los cielos de los cielos, la tierra y todo lo que en ella hay. 15 Sin embargo, el Señor se agradó de tus padres, los amó, y escogió a su descendencia[d] después de ellos, es decir, a vosotros, de entre todos los pueblos, como se ve hoy. 16 Circuncidad, pues, vuestro corazón[e], y no endurezcáis más vuestra cerviz. 17 Porque el Señorvuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible que no hace acepción de personas ni acepta soborno. 18 El hace justicia al huérfano y a la viuda, y muestra su amor al extranjero[f] dándole pan y vestido. 19 Mostrad, pues, amor al extranjero, porque vosotros fuisteis extranjeros en la tierra de Egipto. 20 Temerás al Señor tu Dios; le servirás, te allegarás[g] a El y sólo en su nombre jurarás. 21 El es el objeto de tu alabanza y El es tu Dios, que ha hecho por ti estas cosas grandes y portentosas que tus ojos han visto. 22 Cuando tus padres descendieron a Egipto eran setenta personas, y ahora el Señor tu Dios te ha hecho tan numeroso como las estrellas del cielo.

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

La voluntad del Padre.
“No todo el que me llama: “¡Señor, Señor!” entrará en el reino del cielo. Solo entrarán aquellos que verdaderamente hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo. El día del juicio, muchos me dirán: “¡Señor, Señor! Profetizamos en tu nombre, expulsamos demonios en tu nombre e hicimos muchos milagros en tu nombre”. Pero yo les responderé: “Nunca los conocí. Aléjense de mí, ustedes, que violan las leyes de Dios”.” Mateo 7:21-23 (NTV)
En este pasaje bíblico Jesús explica claramente que no todo aquel que le llame Señor entrará al reino de los cielos, sino aquel que hace la voluntad del Padre. Esto quiere decir que al cielo no vamos a entrar por obras, ni por ser buenos, sino por hacer la voluntad de Dios.
Esto no quiere decir que es en vano que vayas a la iglesia, que le sirvas en algún ministerio, que salgas a evangelizar o que trabajes para el Señor en algún área, desde luego que no. Si lo estás haciendo te felicito y animo a continuar en la obra de Dios.
Lo que quiero transmitir es que tu prioridad siempre debe ser hacer la voluntad del Padre, porque hay personas que aparentemente están haciendo la obra de Señor, pero lo que los motiva o impulsa es el beneficio que encuentran para ellos mismos; es decir, que no lo hacen para agradar a Dios sino al hombre.
Por eso es importante que te preguntes y examines como lo hacía el rey David. “Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.” Salmos 143:10.
En algún momento dije que David es uno de los hombres que más admiro de la Biblia, porque a pesar de que tuvo muchos errores en su vida, supo reconocer los mismos, arrepentirse y buscar a Dios. En alguna oportunidad dijo: “Dios mío, mira en el fondo de mi corazón, y pon a prueba mis pensamientos. Dime si mi conducta no te agrada, y enséñame a vivir como quieres que yo viva.” Salmos 139:23-24 (TLA)
Simplemente, con esta oración, lo que David estaba haciendo era buscar la voluntad de Dios y tratar de agradarle en todo. Su prioridad siempre fue Dios y guardar sus enseñanzas. “Dios mío, cumplir tu voluntad es mi más grande alegría; ¡tus enseñanzas las llevo muy dentro de mí!” Salmos 40:8 (TLA)
Toma un momento para examinarte y preguntarte: ¿Lo que estoy haciendo es la voluntad de Dios para mi vida? ¿Le agrada a Dios mi forma de actuar? ¿Qué debo mejorar o cambiar para hacer la voluntad del Señor?
“No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.” Romanos 12:2 (NTV).

Diego Jora
CVCLAVOZ


UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

Salva a tu hermano…
Hace poco una noticia conmovió muchísimo a toda la población de la ciudad en la que vivo. Oscar, un hombre con discapacidad múltiple, de escasos recursos económicos, cuida a su padre de 82 años y alega que lo poco que obtiene lo invierte en la alimentación de su progenitor, aunque muchas veces se ha quedado sin alimento.
A pesar de las diferentes limitaciones que este hijo presenta, es alguien ejemplar cuidando a su padre y siendo el sostén de su casa; a diferencia de muchos casos de la actualidad donde los hijos prefieren abandonar a sus padres por ser ancianos y no asumen ninguna responsabilidad. Fue por este motivo que diferentes personas se compadecieron y fueron a apoyar a esta familia.
Lamentablemente muchas personas necesitan el apoyo de alguien que pueda ayudarles a salir adelante; no se necesita ser millonario para ayudar, simplemente un corazón dispuesto que entregue amor y tiempo, así como sucedió con un paralítico en la Biblia:
“Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad. Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.” Mateo 9:1-2 (RVR 1690)
Jesús estaba pasando por la ciudad y trajeron delante de Él a un hombre imposibilitado de poder caminar, la Biblia no es clara con respecto a quiénes eran los que llevaron al hombre para que reciba sanidad, pero lo que sabemos es que eran personas que se compadecieron y quisieron hacer algo por él.
“Y él nos ha dado este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su hermano.” 1 Juan 4:21 (NVI)
El amor a Dios se mostrará en el amor al prójimo, no consiste en ir a una iglesia solamente, sino en tener la compasión y el amor de Cristo ¿Estás dispuesto a apoyar a alguien que lo necesita?
Te animo a mirar a tu alrededor y buscar al necesitado, invítalo a la iglesia, ora por su vida y si está en tus posibilidades responde a su necesidad, te aseguro que Dios te devolverá multiplicado.
Shirley Chambi
CVCLAVOZ