Efesios 2 :4-7 La
Biblia de las Américas (LBLA)
De muerte a vida por Cristo
2 Y El os dio vida a vosotros, que
estabais[a] muertos en[b]vuestros delitos
y pecados, 2 en los cuales
anduvisteis en otro tiempo según la corriente[c] de este
mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora
opera en los hijos de desobediencia, 3 entre los cuales
también todos nosotros en otro tiempo vivíamos en las pasiones de nuestra
carne, satisfaciendo[d] los deseos
de la carne y de la mente[e], y éramos por
naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 4 Pero Dios, que es
rico en misericordia, por causa del[f] gran amor
con que nos amó,5 aun cuando estábamos
muertos en[g] nuestros delitos, nos dio vida
juntamente con Cristo (por gracia habéis sido salvados), 6 y con El nos resucitó, y con El nos sentó en los lugares celestiales en
Cristo Jesús, 7 a fin de poder
mostrar en los siglos venideros las sobreabundantes riquezas de su gracia por su bondad para con nosotros en
Cristo Jesús.8 Porque por gracia
habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; 9 no por[h]obras, para que
nadie se gloríe. 10 Porque somos hechura
suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para
que anduviéramos en ellas.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
¿CONFLICTOS MATRIMONIALES?
“Con sabiduría se construye la casa; con inteligencia
se echan los cimientos.” Proverbios 24:3 (NVI).
En el matrimonio
pudiera haber conflictos de diferente índole. Algunos de ellos son complejos,
los cuales requieren mayor tiempo y dedicación para solucionarlos. Ante la
aparición de los conflictos, algunos toman decisiones equivocadas, buscando
ayuda o consejo de cualquier persona y no recurriendo a Dios, el creador del
matrimonio. Dios, desde el inicio de la creación estableció la unión entre el
hombre y la mujer; por lo cual en la Biblia podemos encontrar principios que
nos ayudan a mantener una relación de respeto y felicidad. La clave para que
esta unión pueda permanecer, es tener como fundamento a Cristo. Por lo tanto,
te animo a que Dios sea el cimiento de tu matrimonio estudiando el manual de
instrucciones que Él nos dejó en su Palabra, de tal manera podrás disfrutar del
matrimonio en plenitud.
Neyda Cruz
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
¿Realmente confías en Dios?
A cuántos de nosotros
no nos ha tocado atravesar circunstancias complicadas, momentos duros que nos
llevan a observar nuestro estado espiritual y a valorar si nuestra fe es firme
o no.
Como humanos tendemos
a desesperarnos y afligirnos, olvidamos que contamos con la ayuda de Dios, y en
lugar de enfocarnos en Sus promesas, nos perdemos cavilando en maneras de
solucionar nuestro problema. Y hasta pedimos a Dios que nos dé una salida, pero
terminamos limitándolo, puesto que, aunque pedimos no esperamos recibir Su
respuesta, porque seguimos buscando soluciones por nuestros propios medios sin
dar descanso a nuestra mente.
“Pues aunque andamos
en la carne, no militamos según la carne; 4 porque las armas de nuestra milicia
no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5
derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de
Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” 2 Corintios
10:3-5 (RVR1960).
En este pasaje el
apóstol Pablo nos recuerda que aunque andemos en la carne no actuamos según la
carne, o al menos no deberíamos; es de Dios de quien recibimos armas poderosas
para vencer fortalezas, argumentos, toda altivez, y también para llevar cautivo
todo pensamiento a la obediencia a Cristo.
Esto significa que es
posible tener control de nuestros pensamientos, entonces, a pesar de las
dificultades podemos encontrar descanso en Dios, siempre que pidamos y además
aprendamos a confiar en la provisión y cuidado del Señor.
En la Nueva
Traducción Viviente, se define a la fe como la confianza de que sucederá lo que
esperamos.
“La fe es la
confianza de que en verdad sucederá lo que esperamos; es lo que nos da la
certeza de las cosas que no podemos ver.” Hebreos 11:1 (NTV).
Por lo tanto, si
crees en Dios pero no confías en Él y en que recibirás respuesta suya,
lamentablemente estás dando pie a la incredulidad, que es lo opuesto a la fe.
Hoy te animo a
analizar cuánto confías en Dios realmente, ¿logras descansar en Él cuando
atraviesas por alguna dificultad o más bien terminas confiando en tu capacidad
para resolverlo?
Cesia Serna
CVCLAVOZ
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