Deuteronomio 23:5 La Biblia de
las Américas (LBLA)
Los excluidos de la asamblea
23 Ninguno que haya sido
castrado[a] o que
tenga cortado su miembro viril entrará en la asamblea del Señor. 2 Ningún bastardo
entrará en la asamblea del Señor, ninguno de sus descendientes, aun hasta la décima
generación, entrará en la asamblea del Señor. 3 Ningún amonita ni
moabita entrará en la asamblea del Señor; ninguno de sus descendientes, aun hasta la décima
generación, entrará jamás en la asamblea del Señor, 4 porque no fueron a
vuestro encuentro con pan y agua en el camino cuando salisteis de Egipto, y
porque alquilaron contra ti a Balaam, hijo de Beor, de Petor en Mesopotamia[b], para maldecirte. 5 Mas el Señortu Dios no quiso
escuchar a Balaam, sino que el Señor tu Dios te
cambió la maldición en bendición, porque el Señortu Dios te ama. 6 Nunca buscarás su paz
ni su prosperidad en todos tus días.
7 No aborrecerás al
edomita, porque es tu hermano; no aborrecerás al egipcio, porque fuiste
extranjero[c] en su
tierra. 8 Los hijos de la
tercera generación que les nazcan podrán entrar en la asamblea del Señor.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
¿Indigno?
“Todos hemos pecado,
y por eso estamos lejos de Dios. Pero él nos ama mucho, y nos declara inocentes
sin pedirnos nada a cambio. Por medio de Jesús, nos ha librado del castigo que
merecían nuestros pecados. Dios envió a Jesucristo para morir por nosotros. Si
confiamos en que Jesús murió por nosotros, Dios nos perdonará. Con esto Dios
demuestra que es justo y que, gracias a su paciencia, ahora nos perdona todo lo
malo que antes hicimos. Él es justo, y sólo acepta a los que confían en Jesús.”
Romanos 3:23-26 (TLA)
¿Alguna vez te has
sentido indigno de hacerte llamar hijo de Dios? Es posible que sí, quizá por
los constantes errores que has cometido llegaste a pensar que eres tan malo que
no mereces el perdón de Dios.
Es verdad, ninguno de
nosotros merecía tanto amor y mucho menos que alguien como Jesús pueda
sacrificarse tanto hasta dar su vida en la cruz para hacernos aceptos delante
del Padre, pero fue su gracia lo que pudo sacarnos del lodo en el que nos encontrábamos.
¿Estás consiente de
dónde Dios te rescató? Quizá vivías atrapado por el alcohol, el tabaco, las
drogas o tal vez te era imposible deshacerte de las revistas y videos
pornográficos; es posible, pero también debes estar consiente que el sacrificio
que Jesús hizo en la cruz no fue en vano, cada gota de su sangre derramada en
el calvario fue por amor a ti. ¿Vas a rechazar su sacrificio?
Gracias a esa entrega
es que Dios te hizo digno de la vida eterna, no por algo que hiciste, sino por
lo que Cristo hizo por ti, no porque lo merecías, sino porque Dios lo decidió
así ¿Te das cuenta de cuánto vales?
Todos merecíamos la
muerte pero por su GRACIA (regalo inmerecido) hoy somos salvos.
Si el enemigo viene
con sus mentiras para hacerte creer que Dios no perdonará tu pecado o que eres
demasiado malo para merecer tanto amor, no le creas. No permitas que el diablo
saque ventaja de tus debilidades y acepta el regalo precioso que Dios te dio.
¡No te rindas!, tú
vales mucho. Es posible que hayas vuelto a fallar, pero Dios quiere regalarte
su perdón y mostrarte sus planes y las bendiciones que ha preparado para ti.
Eres su hijo y Él continúa trabajando en ti, aún no ha terminado contigo.
¡Vamos! ¡Levántate
una vez más!, lo que Jesús hizo por ti es suficiente motivación como para no
dejarte vencer y declarar la derrota de nuestro enemigo.
Ya no sigas creyendo
que no eres digno, porque en realidad sí lo eres ¡Pelea y no te des por
vencido!
Ruth Mamani
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
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La cosecha será inmensa.
“Los que siembran con
lágrimas cosecharán con gritos de alegría. Lloran al ir sembrando sus semillas,
pero regresan cantando cuando traen la cosecha.” Salmos 126:5-6. (NTV)
En esos momentos
donde sientas perder las ganas de seguir luchando, porque parece que todo tu
esfuerzo es en vano y no va ocurrir nada de lo que esperas, recuerda que todo
es un proceso que demanda trabajo, esfuerzo, compromiso, dedicación, paciencia
y muchas veces dolor.
Jesús en Lucas 18 nos
enseña que siempre debemos orar y nunca darnos por vencidos. Él mismo dijo:
“¿Acaso no creen que Dios hará justicia a su pueblo escogido que clama a él día
y noche? ¿Seguirá aplazando su respuesta? Les digo, ¡él pronto les hará
justicia!” Lucas 18:7-8 (NTV)
Por lo tanto, cuando
veas que tu situación no mejora y parece empeorar, acuérdate que Dios no es un
ser humano para que mienta o cambie de opinión. Él es Fiel a Sus promesas y
cumple lo que dice. Eso sí, debes orar con la seguridad de que Dios responderá
y con la confianza de que recibirás lo que esperas, porque si dudas y no crees
en el poder de Dios, no recibirás nada del Señor.
La Biblia dice: “una
persona que duda tiene la lealtad dividida y es tan inestable como una ola del
mar que el viento arrastra y empuja de un lado a otro. Esas personas no
deberían esperar nada del Señor.” Santiago 1:6-7.
Confía en que Dios
tiene un propósito con tu situación, que todo lo que has sembrado con lágrimas
dará su fruto en su tiempo y cosecharás con una alegría inmensa; porque cada
petición de oración que has llevado delante de Dios todo poderoso, dará
resultados en el tiempo indicado. “Despierten y miren a su alrededor, los
campos ya están listos para la cosecha.” Juan 4.35.
Diego Jora
CVCLAVOZ
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