1 Reyes 10:9 La Biblia de
las Américas (LBLA)
Salomón y la reina de Sabá
10 Cuando la reina de
Sabá oyó de la fama de Salomón, por causa del nombre del Señor, vino a probarle con
preguntas difíciles. 2 Y vino a Jerusalén
con un séquito muy grande, con camellos cargados de especias, y gran cantidad
de oro y piedras preciosas. Cuando vino a Salomón, habló con él de todo lo que
tenía en su corazón. 3 Y Salomón contestó
todas sus preguntas[a]; no hubo nada
tan oscuro que el rey no pudiera explicárselo[b]. 4 Cuando la reina de
Sabá vio toda la sabiduría de Salomón, la casa que él había edificado, 5 los manjares de su
mesa, las habitaciones de sus siervos, el porte de sus ministros y sus
vestiduras, sus coperos, y la escalinata por la cual él subía a[c] la casa
del Señor, se quedó asombrada[d]. 6 Entonces dijo al rey:
Era verdad lo que había oído en mi tierra acerca de tus palabras y de tu
sabiduría. 7 Pero yo no creía lo
que me decían[e], hasta que he
venido y mis ojos lo han visto. Y he aquí, no se me había contado ni la mitad.
Tú superas en sabiduría
y prosperidad la fama que había oído. 8 Bienaventurados tus
hombres, bienaventurados estos tus siervos que están delante de ti
continuamente y oyen tu
sabiduría. 9 Bendito sea el Señor tu Dios que
se agradó de ti para ponerte sobre el trono de Israel; por el amor que el Señor ha tenido
siempre a Israel, te ha puesto por rey para hacer derecho y justicia. 10 Entonces ella dio al
rey ciento veinte talentos de oro, y gran cantidad de especias aromáticas y
piedras preciosas. Nunca más entró tanta abundancia de especias aromáticas como
las que la reina de Sabá dio al rey Salomón.
11 También las naves de
Hiram, que habían traído oro de Ofir, trajeron de allí[f] gran
cantidad de madera de sándalo y piedras preciosas. 12 Con
la madera de sándalo el rey hizo balaustres para la casa del Señor y para el
palacio del rey; también liras y arpas para los cantores; esa clase de madera
de sándalo no ha entrado más ni
se ha vuelto a ver hasta hoy.
13 El rey Salomón dio a
la reina de Sabá todo cuanto ella quiso pedirle[g], además de lo
que le dio conforme a su real magnificencia[h]. Después ella
se volvió, y regresó a su tierra con[i] sus
siervos.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Recuerda quién eres.
En una ocasión una
amiga me contó que tuvo dificultades al subirse a una movilidad; el conductor
la había tratado mal, por lo que ella procedió a responderle agresivamente. Me
dijo que ese día estaba alterada por una situación y no pudo contener la
molestia que le causó el chófer.
Al día siguiente uno
de sus amigos se acercó a ella para contarle que presenció toda la discusión,
pero no quiso involucrarse porque consideró que se trataba de algo pequeño. A
pesar que su amigo no tomó negativamente está reacción, sino que simplemente le
causó gracia, ella estaba muy avergonzada.
“Porque somos hechura
suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó
de antemano para que anduviéramos en ellas.” Efesios 2:10
Ella reconoció que no
había dado buen testimonio al responder torpemente al conductor, de hecho, no
era necesario hacer mucho escándalo, pero se dejó llevar por sus emociones.
Muchas veces
olvidamos quiénes somos y damos lugar a lo que sentimos. Hoy quiero recordarte
que eres hijo de Dios, “hechura suya”, creado con un propósito y una misión, la
misma que implica seguir los pasos de Cristo, aunque muchas veces cueste dar la
otra mejilla.
En esta oportunidad
te animo a cuidar de ti mismo, y cuando enfrentes una situación que te cause
tensión puedas actuar como un hijo del Señor y no al calor de tus emociones.
Shirley Chambi
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
INCLUYE A LOS NIÑOS
“Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban. Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.” Marcos 10:13-16 (RVR1960).
Algunos padres querían llevar a sus hijos a Jesús, sin
embargo, los discípulos se oponían, representando así un gran obstáculo.
Aunque parezca
sorprendente, muchas veces actuamos de la misma manera, subestimamos su
capacidad y disposición de acercarse a Cristo. Pero esto no es así, el mensaje
de salvación esta también dirigido a ellos, es más, según palabras de Jesús, si
una persona adulta no recibe el reino de Dios de la manera en que lo hace un
niño, no podrá entrar en Su reino.
Si reflexionamos
sobre esto, podremos ver cuán importante es acercarnos al Señor con la
sinceridad, confianza y fe que caracterizan a un niño.
Si tienes hijos,
primos, sobrinos cerca de ti, no desaproveches la oportunidad de compartirles
la Palabra de Dios, aún a pesar de su corta edad, es posible cultivar en sus
corazoncitos mostrándoles el amor de Dios.
Cesia Serna
CVCLAVOZ
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