Isaías 63:9 La Biblia de
las Américas (LBLA)
Plegaria por ayuda y misericordia
15 Mira desde el cielo, y ve desde tu santa y gloriosa morada;
¿dónde está tu celo y tu poder?
La conmoción de tus entrañas y tu compasión para conmigo se han restringido.
16 Porque tú eres nuestro Padre, aunque Abraham no nos conoce,
ni nos reconoce Israel.
Tú, oh Señor, eres nuestro Padre,
desde la antigüedad tu nombre es Nuestro Redentor.
17 ¿Por qué, oh Señor, nos haces desviar de tus caminos
y endureces nuestro corazón a tu temor?
Vuélvete por amor de tus siervos, las tribus de tu heredad.
18 Por breve tiempo poseyó tu santuario tu pueblo santo;
nuestros adversarios lo han pisoteado.
19 Hemos venido a ser como aquellos sobre los que nunca gobernaste,
como aquellos que nunca fueron llamados por tu nombre.
¿dónde está tu celo y tu poder?
La conmoción de tus entrañas y tu compasión para conmigo se han restringido.
16 Porque tú eres nuestro Padre, aunque Abraham no nos conoce,
ni nos reconoce Israel.
Tú, oh Señor, eres nuestro Padre,
desde la antigüedad tu nombre es Nuestro Redentor.
17 ¿Por qué, oh Señor, nos haces desviar de tus caminos
y endureces nuestro corazón a tu temor?
Vuélvete por amor de tus siervos, las tribus de tu heredad.
18 Por breve tiempo poseyó tu santuario tu pueblo santo;
nuestros adversarios lo han pisoteado.
19 Hemos venido a ser como aquellos sobre los que nunca gobernaste,
como aquellos que nunca fueron llamados por tu nombre.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
CONDENADO
“El que encubre sus
pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará
misericordia” Proverbios 28:13 (RVR 1960).
Cuando pecamos, se produce en nosotros sentimientos de
culpa y vergüenza, lo cual es normal porque se ha quebrantado un principio
moral; pero no debemos quedarnos en esa condición, esto debe llevarnos a
confesar nuestras transgresiones a Dios, confiando que Él nos responderá con un
amor perdonador.
Si creemos que hemos
fallado tanto que no merecemos el perdón de Dios estamos considerando que el
sacrificio redentor de Jesús no fue suficiente para limpiarnos de nuestra
maldad. Y eso no es cierto, el Señor pagó el precio por ti y por toda la
humanidad.
Cuando acudes a Él
realmente arrepentido por lo que hiciste ¡Dios te perdonará!
Neyda Cruz
CVCLAVOZ
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
¿Qué te motiva?
En el libro de
Jeremías encontramos el relato de cómo el reino de Judá se había alejado de
Dios cayendo en la idolatría; es por ello que el profeta fue enviado por el
Señor para instar a su pueblo al arrepentimiento.
Lamentablemente, el
pueblo y sus líderes espirituales no quisieron escuchar el mensaje que Jeremías
tenía para entregarles, se negaron a creer que Dios los castigaría. Según
ellos, no estaban lejos de Él, sino al contrario, realizaban sacrificios en el
templo y acudían al mismo creyendo que estaban siendo obedientes a la
instrucción divina; no obstante, en sus corazones el Señor no ocupaba el primer
lugar, porque de la misma forma en que ofrecían sacrificios a Dios, rendían
culto a otros dioses.
Reflexionando sobre
esta actitud, podemos ver que la obediencia es importante, pero carece de valor
si es realizada de forma automática, es decir, cuando no hay en el corazón un
verdadero deseo de agradar a Dios y de buscarlo con sinceridad, porque se
incurre en religiosidad.
“Mas esto les mandé,
diciendo: Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios, y vosotros me seréis por
pueblo; y andad en todo camino que os mande, para que os vaya bien.” Jeremías
7: 23 (RVR1960).
El Señor pide que
escuchemos Su voz, es decir, que prestemos atención a las instrucciones que ha
dejado a través de Su Palabra, pero no debemos hacerlo únicamente por el
beneficio que podamos obtener, sino que debe ser una búsqueda sincera.
Recordemos que el
Señor escudriña y prueba nuestras mentes y corazones, para darnos la recompensa
que merecemos, de acuerdo a lo que encuentre en nosotros.
“Yo Jehová, que
escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino,
según el fruto de sus obras.” Jeremías 17:10 (RVR1960).
Cesia Serna
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario