martes, 31 de enero de 2017

DANIEL 4:37 SUEÑO Y LOCURA DE NABUCODONOSOR - PORQUE LOS JUDIOS Y SAMARITANOS SE ODIAN TANTO - ¿ NO QUIERES CANTAR ?


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Daniel 4:37 La Biblia de las Américas (LBLA)

Sueño y locura de Nabucodonosor



[a]Nabucodonosor, rey, a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan en toda la tierra: Que abunde vuestra paz[b]. Me ha parecido bien declarar las señales y maravillas que ha hecho conmigo el Dios Altísimo.
¡Cuán grandes son sus señales,
y cuán poderosas sus maravillas!
Su reino es un reino eterno,
y su dominio de generación en generación.
[c]Yo, Nabucodonosor, estaba tranquilo en mi casa y próspero en mi palacio. Tuve[d] un sueño que me hizo temblar; y estas fantasías, estando en mi cama, y las visiones de mi mente[e] me aterraron. Por lo cual di órdenes que trajeran ante mí a todos los sabios de Babilonia para que me dieran a conocer la interpretación del sueño. Entonces vinieron los magos[f], los encantadores, los caldeos[g] y los adivinos y les[h] conté el sueño; pero no pudieron darme su interpretación. Pero al fin vino ante mí Daniel, cuyo nombre es Beltsasar, como el nombre de mi dios, en quien está el espíritu de los dioses santos[i], y yo le[j] conté el sueño, diciendo: “Oh Beltsasar, jefe de los magos, ya que sé que en ti está el espíritu de los dioses santos y que ningún misterio te confunde, declárame las visiones del sueño que he visto, y su interpretación. 10 “Y las visiones de mi mente[k], que vi estando en mi cama, fueron así:
Vi un árbol en medio de la tierra,
cuya altura era muy grande.
11 “El árbol creció y se hizo fuerte,
su copa[l] llegaba hasta el cielo,
y era visible desde los confines de la tierra.
12 “Su follaje era hermoso y su fruto abundante,
y en él había alimento para todos.
Debajo de él hallaban sombra las bestias del campo,
las aves del cielo hacían morada en sus ramas,
y de él se alimentaban todos los seres vivientes[m].
13 “En las visiones de mi mente[n] que vi estando en mi cama, he aquí, un vigilante, un santo, descendió del cielo. 14 “Clamando fuertemente, dijo así:
‘Derribad el árbol, cortad sus ramas,
arrancad su follaje, desparramad su fruto;
huyan las bestias que están debajo de él,
y las aves de sus ramas.
15 ‘Pero dejad en tierra el tocón[o] con[p] sus raíces,
con ataduras de hierro y bronce
entre la hierba del campo;
que se empape con el rocío del cielo,
y comparta[q] con las bestias la[r] hierba de la tierra.
16 ‘Sea cambiado su corazón de hombre,
y séale dado corazón de bestia,
y pasen sobre él siete tiempos[s].
17 ‘Esta sentencia es por decreto de los vigilantes,
y la orden es por decisión de los santos,
con el fin de que sepan los vivientes
que el Altísimo domina sobre el reino de los hombres,
y se lo da a quien le place,
y pone sobre él al más humilde de los hombres.’
18 “Este es el sueño que yo, el rey Nabucodonosor, he tenido[t]. Y tú, Beltsasar, dime su interpretación, ya que ninguno de los sabios de mi reino ha podido darme a conocer su interpretación; pero tú puedes, porque el espíritu de los dioses santos está en ti.”
19 Entonces Daniel, a quien llamaban Beltsasar, se quedó atónito por un momento, y le turbaron sus pensamientos. El rey habló, y dijo: “Beltsasar, no dejes que el sueño ni su interpretación te turben.” Beltsasar respondió, y dijo: “Señor mío; sea el sueño para los que te odian, y su interpretación para tus adversarios. 20 “El árbol que viste, que se hizo fuerte y corpulento, cuya copa[u] llegaba hasta el cielo y que era visible en toda la tierra, 21 y cuyo follaje era hermoso y su fruto abundante, y en el que había alimento para todos, debajo del cual moraban las bestias del campo y en cuyas ramas anidaban las aves del cielo, 22 eres tú, oh rey, que te has hecho grande y fuerte, y tu grandeza ha crecido y ha llegado hasta el cielo, y tu dominio hasta los confines de la tierra. 23 “Y en cuanto al vigilante, al santo que el rey vio, que descendía del cielo y decía: ‘Derribad el árbol y destruidlo, pero dejad el tocón con[v] sus raíces en la tierra, con ataduras de hierro y bronce en la hierba del campo, y que se empape con el rocío del cielo, y que comparta[w] con las bestias del campo, hasta que pasen sobre él siete tiempos[x],’ 24 esta es la interpretación, oh rey, y este es el decreto del Altísimo que ha venido sobre mi señor el rey: 25 Serás echado de entre los hombres, y tu morada estará con las bestias del campo, y te darán hierba para comer como al ganado, y serás empapado con el rocío del cielo; y siete tiempos[y] pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo domina sobre el reino de los hombres y que lo da a quien le place. 26 “Y en cuanto a la orden de dejar el tocón con[z] las raíces del árbol, tu reino te será afirmado[aa] después que reconozcas que es el Cielo el que gobierna. 27 “Por tanto, oh rey, que mi consejo te sea grato: pon fin a[ab] tus pecados haciendo justicia, y a tus iniquidades mostrando misericordia a los pobres; quizás sea prolongada tu prosperidad.”
28 Todo esto le sucedió al rey Nabucodonosor. 29 Doce meses después, paseándose por la azotea del palacio real de Babilonia, 30 el rey reflexionó[ac], y dijo: “¿No es ésta la gran Babilonia que yo he edificado como residencia[ad] real con la fuerza de mi poder y para gloria de mi majestad?” 31 Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando una voz vino[ae] del cielo: “Rey Nabucodonosor, a ti se te declara: El reino te ha sido quitado, 32 y serás echado de entre los hombres, y tu morada estará con las bestias del campo; te darán hierba para comer como al ganado, y siete tiempos[af] pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo domina sobre el reino de los hombres, y que lo da a quien le place.”33 En aquel mismo instante se cumplió la palabra acerca de Nabucodonosor: fue echado de entre los hombres, comía hierba como el ganado y su cuerpo se empapó con el rocío del cielo hasta que sus cabellos crecieron como las plumas de las águilas y sus uñas como las de las aves.
34 Pero al fin de los días, yo, Nabucodonosor, alcé mis ojos al cielo, y recobré mi razón[ag], y bendije al Altísimo y alabé y glorifiqué al que vive para siempre;
porque su dominio es un dominio eterno,
y su reino permanece de generación en generación.
35 Y todos los habitantes de la tierra son considerados como nada,
mas El actúa conforme a su voluntad en el ejército del cielo
y entre los habitantes de la tierra;
nadie puede detener[ah] su mano,
ni decirle: “¿Qué has hecho?”
36 En ese momento recobré mi razón[ai]. Y mi majestad y mi esplendor me fueron devueltos para gloria de mi reino, y mis consejeros[aj] y mis nobles vinieron a buscarme; y fui restablecido en mi reino[ak], y mayor grandeza me fue añadida. 37 Ahora yo, Nabucodonosor, alabo, ensalzo y glorifico al Rey del cielo, porque sus obras son todas verdaderas[al] y justos[am] sus caminos; El puede humillar a los que caminan con soberbia.


UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFLEXION
¿Por Qué Los Judíos y Los Samaritanos Se Odian Tanto?
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La nación de Israel fue dividida en dos naciones en los días de Roboam (1 Reyes 12). Israel estaba compuesta por diez tribus al norte, y al sur fue constituida por Judá y Benjamín. El odío entre los judíos (habitantes de Judá, el reino del sur) y los israelitas comenzó después de la división. Samaria era la capital del reino del norte (con Jeroboam como su primer rey). Roboam reunió un ejército para hacer la guerra contra Israel para reunir el reino, pero Dios intervino por medio de su profeta Semaías (1 Reyes 12:21-24). Más tarde, al hablar del reinado de Abijam, hijo de Jeroboam, 1 Reyes 15:6 dice que “hubo guerra entre Roboam y Jeroboam todos los días de su vida”.
¿Por qué los judíos y los samaritanos se odian tanto?
Inmediatamente después de la división, Jeroboam cambió la adoración de los israelitas en 1 Reyes 12:25-33. Los habitantes del norte ya no viajaban a Jerusalén para ofrecer sacrificios y adoración (Deut 12:5-14). En cambio, Jeroboam estableció ídolos en Dan y Bethel.
Más tarde, después de la caída de Israel por los asirios, Samaritanos comenzaron a casarse entre sí con los asirios. Esto era contrario a lo escrito en Deuteronomio 7:3-5. Esta es la razón por la que los judíos odiaban a los samaritanos y los llamaban “perros” o “mestizos”.
Los samaritanos eran también una fuente continua de problemas para los judíos. Sobre todo para los que reconstruyeron Jerusalén después de regresar del cautiverio de Babilonia. (Ver Esdras 4, v 10, Nehemías 4, v 2).
Finalmente, la religión de los samaritanos evolucionó hasta el punto de que sólo el Pentateuco (Génesis-Deuteronomio) era considerado la ley de Dios, rechazando todos los libros de poesía y profecía judíos. Además, ellos afirmaban que su copia del Pentateuco era el único ejemplar original (una afirmación que todavía permanece entre los pocos samaritanos de hoy). Obviamente, esto era/es una afirmación rechazada por los judíos.



UN ENCUENTROCON LA PALABRA

REFLEXION
¿No quieres cantar?

En la vida enfrentamos episodios que traen preocupación y tristeza por lo que no tenemos fuerzas para cantar, ni deseos de contentarnos. Así se encontraba el pueblo de Dios:
Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos, y aun llorábamos, acordándonos de Sion. Sobre los sauces en medio de ella colgamos nuestras arpas. Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos, y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo: cantadnos algunos de los cánticos de Sion. ¿Cómo cantaremos cántico de Jehová en tierra de extraños? Salmos 137:1-4
El pueblo del Señor se encontraba en una situación preocupante, fue llevado cautivo a Babilonia, estaban tristes, recodaban sus hogares, el pasado, el tiempo de felicidad que tuvieron y lloraban. Los que los sometieron les pidieron que cantasen, pero ellos habían colgado sus arpas.
Es fácil criticar y decir: “¡Que canten si tienen a Dios!” Esas personas se parecen al ladrón que crucificado a lado de Jesús decía: “si eres hijo de Dios sálvate tú”. No tenemos un corazón de piedra y la realidad es que a veces podemos sentirnos tristes o preocupados hasta que Dios pone un cántico nuevo en nosotros.
Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Jehová. Salmos 40:1-3
El salmista nos enseña una gran lección, en el tiempo de desesperación se tiene que clamar a Dios y esperar pacientemente la respuesta.
Si te encuentras triste o preocupado te animo a clamar y esperar en Dios, orando y estudiando su palabra, porque sólo Él te sacará del pozo de la desesperación y te pondrá en el camino indicado. Las personas que te vean temerán y confiarán en Dios por lo que hace en tu vida y porque a pesar de la aflicción tienes una nueva esperanza, un cántico nuevo.
¡Búscalo, entrégale tus cargas y empieza a cantar!

Shirley Chambi
CVCLAVOZ



lunes, 30 de enero de 2017

DANIEL 2:23 EL SUEÑO DEL REY - PARA LIBERARTE DEL ODIO - NO APARTES TU ROSTRO DE MI


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Daniel 2:23 La Biblia de las Américas (LBLA)

El sueño del rey



En el año segundo del reinado de Nabucodonosor, éste tuvo sueños[a], y se turbó su espíritu y no podía dormir[b]. Mandó llamar el rey[c] a los magos[d], los encantadores, los hechiceros y a los caldeos[e], para que le explicaran al rey sus sueños. Vinieron, pues, y se presentaron ante el rey. Y el rey les dijo: He tenido un sueño[f], y mi espíritu se ha turbado por el deseo de entender[g] el sueño.
Y hablaron los caldeos al rey en arameo[h]: ¡Oh rey, vive para siempre! Cuenta el sueño a tus siervos, y nosotros te declararemos la interpretación. El rey respondió y dijo a los caldeos: Mis órdenes son firmes[i]: si no me dais a conocer el sueño y su interpretación, seréis descuartizados y vuestras casas serán reducidas a escombros[j]. Pero si me declaráis el sueño y su interpretación, recibiréis de mí regalos, recompensas y grandes honores; por tanto, declaradme el sueño y su interpretación. Respondieron ellos por segunda vez, y dijeron: Refiera el rey su sueño a sus siervos, y declararemos la interpretación.Respondió el rey, y dijo: Ciertamente sé que queréis ganar[k] tiempo, porque veis que mis órdenes son firmes, que si no me declaráis el sueño, hay una sola sentencia[l] para vosotros. Porque os habéis concertado para hablar delante de mí palabras falsas y perversas[m]hasta que cambie la situación[n]. Por tanto, decidme el sueño para que yo sepa que me podéis dar su interpretación. 10 Los caldeos respondieron al[o] rey, y dijeron: No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto al[p] rey, puesto que ningún gran rey o gobernante jamás ha pedido cosa semejante a ningún mago[q], encantador o caldeo. 11 Lo que el rey demanda es difícil y no hay nadie que lo pueda declarar al[r] rey sino los dioses cuya morada no está entre los hombres[s]. 12 A causa de esto el rey se indignó y se enfureció en gran manera y mandó matar a todos los sabios de Babilonia. 13 Y se publicó el decreto[t] de que mataran a todos los sabios; buscaron también a Daniel y a sus amigos para matarlos.
14 Entonces Daniel habló con discreción y sensatez a Arioc, capitán de la guardia[u] del rey, que había salido para matar a los sabios de Babilonia;15 habló y dijo a Arioc, capitán del rey: ¿Por qué es tan riguroso[v] el decreto[w] del rey? Entonces Arioc informó a Daniel sobre el asunto. 16 Y Daniel fue a pedirle al rey que le diera tiempo[x] para declarar la interpretación al rey.
17 Entonces Daniel fue a su casa e informó el asunto a sus amigos Ananías, Misael y Azarías, 18 para que pidieran misericordia del Dios del cielo acerca de este misterio, a fin de que no perecieran Daniel y sus amigos con el resto de los sabios de Babilonia. 19 Entonces el misterio fue revelado a Daniel en una visión de noche. Daniel entonces bendijo al Dios del cielo. 20 Daniel habló, y dijo:
Sea el nombre de Dios bendito por los siglos de los siglos,
porque la sabiduría y el poder son de El.
21 El es quien cambia los tiempos y las edades;
quita reyes y pone reyes;
da sabiduría a los sabios,
y conocimiento a los entendidos[y].
22 El es quien revela lo profundo y lo escondido;
conoce lo que está en tinieblas,
y la luz mora con El.
23 A ti, Dios de mis padres, doy yo gracias y alabo,
porque me has dado sabiduría y poder,
y ahora me has revelado lo que te habíamos pedido,
pues el asunto del rey nos has dado a conocer.
24 Después fue Daniel adonde estaba Arioc, a quien el rey había designado para dar muerte a los sabios de Babilonia. Fue y le habló así: No des muerte a los sabios de Babilonia; llévame ante el rey, y declararé al rey la interpretación.
25 Entonces Arioc se apresuró a llevar a Daniel ante el rey, y le dijo así: He hallado a un hombre entre los deportados[z] de Judá que dará a conocer al rey la interpretación. 26 El rey respondió, y dijo a Daniel, a quien llamaban Beltsasar: ¿Eres tú capaz de darme a conocer el sueño que he visto y su interpretación? 27 Respondió Daniel ante el rey, y dijo: En cuanto al misterio que el rey quiere saber, no hay sabios, encantadores, magos[aa] ni adivinos que puedan declararlo al rey. 28 Pero hay un Dios en el cielo que revela los misterios, y El ha dado a conocer al rey Nabucodonosor lo que sucederá al fin de los días. Tu sueño y las visiones que has tenido[ab] en tu cama eran éstos: 29 A ti, oh rey, en tu cama te surgieron pensamientos sobre lo que habrá de suceder en el futuro[ac], y el que revela los misterios te ha dado a conocer lo que sucederá. 30 En cuanto a mí, me ha sido revelado este misterio, no porque yo tenga[ad] más sabiduría que cualquier otro viviente, sino con el fin de dar a conocer al rey la interpretación, y para que tú entiendas los pensamientos de tu corazón.
31 Tú, oh rey, tuviste una visión, y he aquí, había una gran estatua; esa estatua era enorme y su brillo extraordinario; estaba en pie delante de ti y su aspecto era terrible. 32 La cabeza de esta estatua era de oro puro, su pecho y sus brazos de plata, y su vientre y sus muslos de bronce,33 sus piernas de hierro, sus pies en parte de hierro y en parte de barro.34 Estuviste mirando hasta que una piedra fue cortada sin ayuda de manos, y golpeó la estatua en sus pies de hierro y de barro, y los desmenuzó. 35 Entonces fueron desmenuzados, todos a la vez[ae], el hierro, el barro, el bronce, la plata y el oro; quedaron como el tamo de las eras en verano, y el viento se los llevó sin que quedara rastro alguno de ellos. Y la piedra que había golpeado la estatua se convirtió en un gran monte que llenó toda la tierra.
36 Este es el sueño; ahora diremos ante el rey su interpretación. 37 Tú, oh rey, eres rey de reyes, a quien el Dios del cielo ha dado el reino[af], el poder, la fuerza y la gloria; 38 y dondequiera que habiten los hijos de los hombres, las bestias del campo o las aves del cielo, El los ha entregado en tu mano y te ha hecho soberano de todos ellos; tú eres la cabeza de oro. 39 Después de ti se levantará otro reino, inferior a ti, y luego un tercer reino, de bronce, que gobernará sobre toda la tierra. 40 Y habrá un cuarto reino, tan fuerte como el hierro; y así como el hierro desmenuza y destroza todas las cosas, como el hierro que tritura, así él desmenuzará y triturará a todos éstos. 41 Y lo que viste, los pies y los dedos, parte de barro de alfarero y parte de hierro, será un reino dividido; pero tendrá la solidez del hierro, ya que viste el hierro mezclado con barro corriente[ag]. 42 Y así como los dedos de los pies eran parte de hierro y parte de barro cocido, así parte del reino será fuerte y parte será frágil. 43 En cuanto al hierro mezclado con barro corriente[ah]que has visto, se mezclarán mediante[ai] simiente humana; pero no se unirán el uno con el otro, como no se mezcla el hierro con el barro. 44 En los días de estos reyes, el Dios del cielo levantará un reino que jamás será destruido, y este reino no será entregado[aj] a otro pueblo; desmenuzará y pondrá fin a todos aquellos reinos, y él permanecerá para siempre, 45 tal como viste que una piedra fue cortada del monte sin ayuda de manos y que desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha hecho saber al rey lo que sucederá en el futuro[ak]. Así, pues, el sueño es verdadero y la interpretación fiel.
46 Entonces el rey Nabucodonosor cayó sobre su rostro, se postró ante Daniel, y ordenó que le ofrecieran presentes[al] e incienso[am]. 47 El rey habló a Daniel, y dijo: En verdad que vuestro Dios es Dios de dioses, Señor de reyes y revelador de misterios, ya que tú has podido revelar este misterio. 48 Entonces el rey engrandeció a Daniel y le dio muchos y espléndidos regalos, y le hizo gobernador sobre toda la provincia de Babilonia y jefe supremo[an] sobre todos los sabios de Babilonia. 49 Por solicitud de Daniel, el rey puso sobre la administración de la provincia de Babilonia a Sadrac, Mesac y a Abed-nego, mientras que Daniel quedó en la corte[ao] del rey.


UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
 
REFLEXION
Versículos Bíblicos Para Liberarte Del Odio
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Versículos De La Biblia Para Ser Libre Del Odio
A medida que avanza los años, parece que el odio se hace más y más fuerte. Los noticieros están llenos de disturbios y asesinatos que son el resultado del odio feroz de ciertas personas y grupos. Por esta razón debemos reflexionar sobre lo que Dios dice acerca del odio. Echa un vistazo a estos versículos bíblicos sobre el odio que libertarán tu vida.
Recuerda que la versión Reina Valera 1960 no usa esta palabra “Odiar” en algunos de sus versículos. La palabra que usa para intercambiarla es “aborrecer” .
SIGNIFICADO DE ABORRECER (ODIAR)
El verbo castellano está cargado de tonos emotivos y significa, algunas veces, abominar; otras, abandonar o dejar y, finalmente, aburrirse de una persona o situación. En el aborrecer bíblico también entran estos diversos matices, y además, a veces, está preñado de ira, odio o mala voluntad hacia una situación o hacia una persona.
Ahora con este entendimiento del significado de aborrecer, deseo que leas estás versículos para ser libre del odio:
Lo que el SEÑOR aborrece: “Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma:Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente, El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos. Amonestación contra el adulterio”. Proverbios 6:16-19
Sentirse odiado:
Genesis 26:27 Entonces Isaac les dijo: ¿Por qué vienen a mí, porque ustedes me odian, y me han apartado de ustedes?
Los celos pueden conducir al odio:
Genesis 37:4-5 Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, lo odiaron, y no pudieron hablarle pacíficamente. Y José soñó un sueño, y él lo contó a sus hermanos; y lo odiaban aún más.
Exodo 20:5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
Salmos 105:23-25 Después entró Israel en Egipto, Y Jacob moró en la tierra de Cam. Y multiplicó su pueblo en gran manera, Y lo hizo más fuerte que sus enemigos. Cambió el corazón de ellos para que odiaran a su pueblo, Para que contra sus siervos pensasen mal.
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El pecado conduce al odio:
2 Samuel 13:14-15 Mas él no la quiso oír, sino que pudiendo más que ella, la forzó, y se acostó con ella. Luego la aborreció Amnón con tan gran aborrecimiento, que el odio con que la aborreció fue mayor que el amor con que la había amado. Y le dijo Amnón: Levántate, y vete.
La maldad y el malo son odiados:
Salmo 26:5 Aborrecí la reunión de los malignos, Y con los impíos nunca me senté.
Salmos 45:7 Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.
Juan 3:20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.
Jesús y los creyentes en Él, son odiados:
Mateo 24:9-10 Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre.
Juan 15:25 Pero esto es para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Sin causa me aborrecieron.
Pensamientos finales
El odio es una emoción poderosa y cuando la pones en acción destruirá todo lo que es bueno. Debemos siempre tener cuidado de “odiar” (aborrecer) solamente aquellas cosas que el SEÑOR odia (aborece). Como creyentes en Jesús debemos mirar más allá de las cosas que el mundo ofrece. Debemos urgentemente dejar que el verdadero amor (de Dios) gobierne en nuestros corazones. Porque si el amor (Dios) gobierna en nuestro corazón, nuestras acciones reflejarán lo que Dios (amor) quiere que el mundo vea.


UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
 
REFLEXION
No apartes tu rostro de mí.


Cuando David escribió este salmo, todo aparentaba estar bajo control. Los filisteos, sus persistentes enemigos no representaban una amenaza, al menos para este tiempo y hasta Absalón, el hijo que se le había revelado, ya había muerto. David sentía que todo marchaba bien, lo cual lo llevó a afirmar: “En mi prosperidad dije yo: No seré jamás conmovido” (Salmo 30:6). Y sentía el respaldo de Dios en su vida y en todo lo que emprendiera; "Porque tú, Jehová, con tu favor me afirmaste como monte fuerte.” (V. 7). Sin embargo pareciera esbozar un sentimiento de insatisfacción que nos muestra que no todo era color de rosa en su vida: David dice: “Escondiste tu rostro fui turbado” (v.7). Aquí vemos como David pese a disfrutar de paz y prosperidad no podía estar plenamente feliz debido a que Dios escondió su rostro de Él y esto evidentemente lo tenía mal. Creo que en esto podemos ver algo de ese corazón conforme al corazón de Dios del que nos habla la Biblia. David quería agradar al Señor con toda su vida y para él esto era tan importante que nada de lo que tenía o había conseguido tenía sentido si Dios apartaba su rostro de él.
Pero, ¿Cuál habrá sido la causa por la que Dios apartó su rostro?. Quizás David se enamoró de la prosperidad y de ese tiempo de calma y bienestar pudiendo haber quitado el enfoque en Dios para ponerlo en las riquezas. O también es posible que, por sus muchas ocupaciones o simplemente por relajarse ante un entorno que en ese momento le era favorable, haya descuidado su relación con Dios y ya no lo buscaba tanto como antes. De todas maneras, David, pese a tenerlo todo se encontraba turbado y en esto nos da un verdadero ejemplo de un siervo de Dios. Entonces clamó y suplicó a Jehová (V. 8) pidiendo misericordia (v. 10). Entonces Dios cambia su lamento en baile, quita su aflicción y le devuelve el gozo por eso David quiere agradecer a Dios por todas sus maravillas, alabarle y darle gloria, por siempre.
A menudo nos pasa, que en los tiempos en que todo parece tranquilo y los problemas que nos acosaban pasan a ser simplemente un mal recuerdo, nos relajamos pensando que nos podremos quedar en ese estado para siempre. Nos sentimos bien, disfrutando de la última victoria en el Señor, pero quizás corremos el riesgo de enamorarnos de ella y sacar la mirada del dador de la bendición. Entonces muy pronto desaparece ese fervor que caracterizaba nuestras oraciones cuando estábamos en medio de problemas y todo se va haciendo más superficial. Pareciera que el mismo David experimentó esta clase de dificultades. Aunque todo parecía estar bien, seguramente él sentía que algo faltaba lo cual no le permitía disfrutar plenamente. Entonces clamó a Dios por su misericordia y Él le restauró el gozo.
Si tu vida espiritual se ha vuelto rutinaria, si te encuentras pasando esos momentos donde como respuesta a tus oraciones solo encuentras el silencio de Dios, clama una vez más como lo hizo David y con todo tu corazón para que seas completamente restaurado.


Daniel Zangaro
CVCLAVOZ