https://www.facebook.com/unencuentroconlapalbra
Salmos 40:1-3 La
Biblia de las Américas (LBLA)
Dios sustenta a su siervo
Para
el director del coro. Salmo de David.
40 Al Señor esperé pacientemente,
y El se inclinó a mí y oyó mi clamor.
2 Me sacó del hoyo de la destrucción, del lodo cenagoso;
asentó mis pies sobre una roca[a] y afirmó mis pasos.
3 Puso en mi boca un cántico nuevo, un canto de alabanza a nuestro Dios;
muchos verán esto, y temerán,
y confiarán en el Señor.
y El se inclinó a mí y oyó mi clamor.
2 Me sacó del hoyo de la destrucción, del lodo cenagoso;
asentó mis pies sobre una roca[a] y afirmó mis pasos.
3 Puso en mi boca un cántico nuevo, un canto de alabanza a nuestro Dios;
muchos verán esto, y temerán,
y confiarán en el Señor.
4 Cuán bienaventurado es el hombre que ha puesto en el Señor su confianza[b],
y no se ha vuelto a los soberbios ni a los que caen en falsedad.
5 Muchas son, Señor, Dios mío, las maravillas que tú has hecho,
y muchos tus designios[c] para con nosotros;
nadie hay que se compare contigo;
si los anunciara, y hablara de ellos,
no podrían ser enumerados[d].
y no se ha vuelto a los soberbios ni a los que caen en falsedad.
5 Muchas son, Señor, Dios mío, las maravillas que tú has hecho,
y muchos tus designios[c] para con nosotros;
nadie hay que se compare contigo;
si los anunciara, y hablara de ellos,
no podrían ser enumerados[d].
6 Sacrificio[e] y ofrenda de cereal no has deseado;
has abierto[f] mis oídos;
holocausto y ofrenda por el pecado[g] no has requerido.
7 Entonces dije: He aquí, vengo;
en el rollo del libro está escrito de[h] mí;
8 me deleito en hacer tu voluntad, Dios mío;
tu ley está dentro de mi corazón[i].
has abierto[f] mis oídos;
holocausto y ofrenda por el pecado[g] no has requerido.
7 Entonces dije: He aquí, vengo;
en el rollo del libro está escrito de[h] mí;
8 me deleito en hacer tu voluntad, Dios mío;
tu ley está dentro de mi corazón[i].
9 He proclamado buenas nuevas de justicia en la gran congregación;
he aquí, no refrenaré mis labios,
oh Señor, tú lo sabes.
10 No he escondido tu justicia dentro de mi corazón;
he proclamado tu fidelidad y tu salvación;
no he ocultado a la gran congregación tu misericordia y tu fidelidad[j].
he aquí, no refrenaré mis labios,
oh Señor, tú lo sabes.
10 No he escondido tu justicia dentro de mi corazón;
he proclamado tu fidelidad y tu salvación;
no he ocultado a la gran congregación tu misericordia y tu fidelidad[j].
11 Tú, oh Señor, no retengas tu compasión[k] de mí;
tu misericordia y tu fidelidad me guarden continuamente,
12 porque me rodean males sin número;
mis iniquidades me han alcanzado, y no puedo ver;
son más numerosas que los cabellos de mi cabeza,
y el corazón me falla[l].
tu misericordia y tu fidelidad me guarden continuamente,
12 porque me rodean males sin número;
mis iniquidades me han alcanzado, y no puedo ver;
son más numerosas que los cabellos de mi cabeza,
y el corazón me falla[l].
13 Ten a bien, oh Señor, libertarme;
apresúrate, Señor, a socorrerme.
14 Sean avergonzados y humillados a una
los que buscan mi vida[m] para destruirla;
sean vueltos atrás y cubiertos de ignominia
los que se complacen en mi mal[n].
15 Queden atónitos a causa de su vergüenza
los que me dicen: ¡Ajá, ajá!
16 Regocíjense y alégrense en ti todos los que te buscan;
que digan continuamente: ¡Engrandecido sea el Señor!
los que aman tu salvación.
17 Por cuanto yo estoy afligido y necesitado,
el Señor me tiene en cuenta.
Tú eres mi socorro y mi libertador;
Dios mío, no te tardes.
apresúrate, Señor, a socorrerme.
14 Sean avergonzados y humillados a una
los que buscan mi vida[m] para destruirla;
sean vueltos atrás y cubiertos de ignominia
los que se complacen en mi mal[n].
15 Queden atónitos a causa de su vergüenza
los que me dicen: ¡Ajá, ajá!
16 Regocíjense y alégrense en ti todos los que te buscan;
que digan continuamente: ¡Engrandecido sea el Señor!
los que aman tu salvación.
17 Por cuanto yo estoy afligido y necesitado,
el Señor me tiene en cuenta.
Tú eres mi socorro y mi libertador;
Dios mío, no te tardes.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Año Nuevo: Tema 2:
Ora Más Intensamente
Publicado por: Devocionales en Devocional Diario 0.
Publicado por: Devocionales en Devocional Diario 0.
La oración eficaz del justo puede mucho. Santiago 5:16
Año Nuevo: Tema 2: Ora Más Intensamente.
A veces es difícil
seguir orando cuando no vemos la evidencia de nuestros esfuerzos cuando oramos.
Personalmente he tenido momentos en los que luché para perseverar en la
oración. Hay momentos en los que siento un gran movimiento del Espíritu como si
las cosas que no puedo ver estuvieran en movimiento. Sin embargo, un poco más
después, parece que mis oraciones no van a ninguna parte. Es en esos tiempos
que estoy más tentado a dejar de orar.
Pero, cuando quiero
detenerme y hacer alguna otra cosa, el Espíritu de Dios me guia a seguir orando
independientemente de cómo me siento o como veo en el ambiente natural. Dios
conoce el principio y el final de cada historia de vida. Debido a que Él está
en control y siempre tiene la última palabra, puedo tener paz en mi oración
cuando no veo que las cosas están sucediendo desde mi punto de vista.
Cuando hemos decidido
vivir una vida justa, nuestras oraciones son más poderosas de lo que podemos
imaginar. Satanás quiere que renunciemos porque él sabe que nuestras oraciones inhiben
sus planes malvados. Cuando Daniel oró, Dios inmediatamente envió una
respuesta; Sin embargo, el ángel fue retenido por el diablo durante 21 días
(Daniel 10: 12-13). Hay una batalla espiritual que se está llevando a cabo, y
nuestras oraciones son parte de la armadura espiritual (Efesios 6:18). ¿Cómo
podemos orar más intensamente en este Año Nuevo que ya comenzo?
Podemos orar más
intensamente pasando un tiempo constante de oración diario (Efesios 6:18).
Podemos orar más
intensamente confesando y arrepentiendonos de nuestros pecados (1 Juan 1: 9).
Podemos orar más
intensamente cuando estamos unidos en oración con otros creyentes (Mateo
18:20).
Podemos orar más
intensamente cuando oramos conforme a los promesas de Dios (Salmo 119:170).
Podemos orar más intensamente
por la fe y no por lo que vemos (2 Corintios 5:7).
Oración
Amado Señor, quiero ser un guerrero de oración más fuerte en este Año Nuevo. Afirma Padre mi llamado a interceder intensamente y que confíe en Ti con todo mi corazón.
Amado Señor, quiero ser un guerrero de oración más fuerte en este Año Nuevo. Afirma Padre mi llamado a interceder intensamente y que confíe en Ti con todo mi corazón.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Para los que aman a
Dios.
Muchas veces, por
mucho que nos esforcemos y hagamos todo de forma correcta, las cosas
simplemente no salen como quisiéramos y por más que tratemos de conocer y
entender las causas para que nada salga como pensamos simplemente no tienen
sentido.
Damos todo lo mejor de nosotros, tendemos la mano al
que lo necesita, vivimos conforme a los preceptos de Dios pero todo parece
apuntar a que nos equivocamos y que hicimos las cosas mal en algún punto.
Recibimos calumnias, un trato injusto, ninguno de nuestros planes parece
funcionar y llegamos a pensar que Dios nos ha dado la espalda, que todo está
saliendo de control.
No te preocupes, Dios
está en control, aun cuando no lo veas así y te parezca que Él no quiere
escuchar tus ruegos y que no ve tus lágrimas, Dios está obrando a tu favor, en
un silencio maravillosamente supremo se está encargando de prepararte para
aquellas cosas grandes y maravillosas que tiene para ti y sí, ha escuchado cada
una de tus oraciones y ha recogido cada lágrima que has derramado. No le reclames,
no te enojes con Él, sólo dale gracias y aguarda, Dios te ama y tiene cosas
grandes para tu vida.
“Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman”. Corintios 2:9
“Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman”. Corintios 2:9
José es un gran
ejemplo de cómo Dios tiene cosas grandes para los que le aman. Su historia la
encontramos en el libro de Génesis, a partir del capítulo 37. José fue vendido
por sus hermanos, encarcelado injustamente y hasta olvidado por el jefe de los
coperos, pero permaneció firme, continuó actuando correctamente y Dios lo
exaltó: José se convirtió en gobernador de todo Egipto.
Tal vez ahora no
comprendas todo lo que estás viviendo pero en un futuro cercano podrás ver
hacia atrás y comprobarás que en el momento de crisis tu mirada era tan corta
que no podías ver los planes maravillosos que Dios tenía para ti o quizás nunca
lo entiendas pero puedes estar seguro que Dios obra a tu favor y todo lo que
permite que suceda es para tu bien porque te ama y tiene planes de bien para tu
vida.
¡No te rindas! Cree
que Dios tiene un plan perfecto para ti y que ahora sólo te está preparando
para las bendiciones que vendrán. ¡Confía en Él!
Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario