Miqueas 3:2 La Biblia de
las Américas (LBLA)
Denuncia contra los gobernantes
3 Y dije:
Oíd ahora, jefes de Jacob
y gobernantes de la casa de Israel.
¿No corresponde a vosotros conocer la justicia[a]?
2 Vosotros que aborrecéis lo bueno y amáis lo malo,
que les[b] arrancáis la piel de encima
y la carne de sobre sus huesos;
3 que coméis la carne de mi pueblo,
les[c] desolláis su piel,
quebráis sus huesos,
y los hacéis pedazos como para la olla,
como carne dentro de la caldera.
4 Entonces clamarán al Señor,
pero Él no les responderá;
sino que esconderá de ellos su rostro en aquel tiempo,
porque han hecho malas obras.
y gobernantes de la casa de Israel.
¿No corresponde a vosotros conocer la justicia[a]?
2 Vosotros que aborrecéis lo bueno y amáis lo malo,
que les[b] arrancáis la piel de encima
y la carne de sobre sus huesos;
3 que coméis la carne de mi pueblo,
les[c] desolláis su piel,
quebráis sus huesos,
y los hacéis pedazos como para la olla,
como carne dentro de la caldera.
4 Entonces clamarán al Señor,
pero Él no les responderá;
sino que esconderá de ellos su rostro en aquel tiempo,
porque han hecho malas obras.
5 Así dice el Señor acerca de los profetas
que hacen errar a mi pueblo,
los cuales cuando tienen algo que morder[d],
proclaman: Paz.
Pero contra aquel que no les pone nada en la boca,
declaran guerra santa.
6 Por tanto, para vosotros será noche sin visión,
y oscuridad sin adivinación.
Se pondrá el sol sobre los profetas,
y se oscurecerá el día sobre ellos.
7 Los videntes serán avergonzados,
y confundidos los adivinos.
Todos ellos se cubrirán la boca[e]
porque no hay respuesta de Dios.
8 Yo, en cambio, estoy lleno de poder,
del Espíritu del Señor,
y de juicio y de valor,
para dar a conocer a Jacob su rebelión,
y a Israel su pecado.
9 Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob
y gobernantes de la casa de Israel,
que aborrecéis la justicia[f]
y torcéis todo lo recto,
10 que edificáis a Sión con sangre
y a Jerusalén con iniquidad.
11 Sus jefes juzgan por soborno,
sus sacerdotes enseñan por precio,
sus profetas adivinan por dinero,
y se apoyan en el Señor, diciendo:
¿No está el Señor en medio de nosotros?
No vendrá sobre nosotros mal alguno.
12 Por tanto, a causa de vosotros,
Sión será arada como un campo,
Jerusalén se convertirá en un montón de ruinas,
y el monte del templo[g] será como las alturas de un bosque.
que hacen errar a mi pueblo,
los cuales cuando tienen algo que morder[d],
proclaman: Paz.
Pero contra aquel que no les pone nada en la boca,
declaran guerra santa.
6 Por tanto, para vosotros será noche sin visión,
y oscuridad sin adivinación.
Se pondrá el sol sobre los profetas,
y se oscurecerá el día sobre ellos.
7 Los videntes serán avergonzados,
y confundidos los adivinos.
Todos ellos se cubrirán la boca[e]
porque no hay respuesta de Dios.
8 Yo, en cambio, estoy lleno de poder,
del Espíritu del Señor,
y de juicio y de valor,
para dar a conocer a Jacob su rebelión,
y a Israel su pecado.
9 Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob
y gobernantes de la casa de Israel,
que aborrecéis la justicia[f]
y torcéis todo lo recto,
10 que edificáis a Sión con sangre
y a Jerusalén con iniquidad.
11 Sus jefes juzgan por soborno,
sus sacerdotes enseñan por precio,
sus profetas adivinan por dinero,
y se apoyan en el Señor, diciendo:
¿No está el Señor en medio de nosotros?
No vendrá sobre nosotros mal alguno.
12 Por tanto, a causa de vosotros,
Sión será arada como un campo,
Jerusalén se convertirá en un montón de ruinas,
y el monte del templo[g] será como las alturas de un bosque.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
LA CASA DE DIOS.
Determina buscar y
adorar a Dios en su casa, confiando que de Él viene la fortaleza para nuestras
vidas.
“Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que
esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la
hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.” Salmos 27:4 (RVR 1960).
Cuando David escribió
ese salmo estaba enfrentando dificultades con sus enemigos, pese a esto no
estaba desesperado ni mucho menos apartado de Dios; por el contrario, David
mantenía el enfoque en su Padre, al punto de manifestar el deseo de su corazón
de estar todos los días de su vida en la casa de Dios, adorando su presencia.
¿Cuál es tu actitud cuando enfrentas problemas? Muchas veces nos desesperamos
antes los problemas y hasta solemos enojarnos con Dios, pero contrariamente a
esto, te animo a que lo busques más que nunca, para que de esta manera puedas
ser fortalecido.
Neyda Cruz
CVCLAVOZ
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Descansando en Dios.
“Respondió Job a
Jehová, y dijo: Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se
esconda de ti. ¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento?
Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás. De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven. Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza.” Job 42:1-6 (RVR1960).
Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás. De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven. Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza.” Job 42:1-6 (RVR1960).
Estas palabras
pronunciadas hace ya tanto tiempo por Job, nos muestran a una persona entregada
a Dios, quien creía conocer a su Creador; en su afirmación indica que reconoce
que el Señor todo lo puede y que nada, ni siquiera un pensamiento, se esconde
de Él.
Recordando un poco
sobre la vida de este hombre, vemos que todas las dificultades que tuvo que
vivir, desde perder a sus hijos hasta terminar sin ningún recurso material, lo
hicieron profundizar en su relación con Dios, hasta el punto que terminó
aseverando: “De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven.”
Esto indica la
humildad y predisposición que tenía ante el Señor, de ser enseñado, de
despojarse de su naturaleza y arrepentirse, con la finalidad de ser
transformado y renovado.
Job comprendió que un
hijo de Dios no llega a un punto culminante de aprendizaje, sino todo lo
contrario, nunca deja de aprender.
Este es un aspecto
que debe ser recordado, en especial, cuando uno atraviesa un nuevo proceso; así
como Job, tendríamos que estar dispuestos a seguir aprendiendo bajo la conducción
de Dios, considerando que en cada etapa encontraremos la oportunidad de
profundizar en nuestra comunión con Él, además de crecer y fortalecernos.
Si hasta el momento
has visto a las dificultades desde una perspectiva negativa, te animo a tomar
en cuenta el ejemplo de Job.
“¿Aceptaremos solo
las cosas buenas que vienen de la mano de Dios y nunca lo malo?». A pesar de
todo, Job no dijo nada incorrecto.” Job 2:10b (NTV).
Cesia Serna
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
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