Mateo 19:19 La Biblia de
las Américas (LBLA)
El joven rico
16 Y he aquí se le acercó uno y dijo: Maestro, ¿qué bien haré para
obtener la vida eterna? 17 Y Él le dijo: ¿Por
qué me preguntas acerca de lo bueno? Solo Uno es bueno; pero si deseas entrar en la vida, guarda
los mandamientos. 18 Él le dijo*: ¿Cuáles? Y Jesús respondió: No matarás; no cometerás adulterio; no hurtarás; no darás falso
testimonio; 19 honra a tu padre y a tu madre; y amarás a tu prójimo como a ti mismo. 20 El joven le dijo*: Todo esto lo he guardado; ¿qué me falta todavía? 21 Jesús le dijo: Si quieres ser
perfecto, ve y vende
lo que posees y da a los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y ven,
sígueme. 22 Pero al oír el joven estas palabras[g], se fue triste, porque era dueño de muchos
bienes.
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Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
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Mira hacia adelante….
“Y cuando los
hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares
en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas.” Génesis 19: 17.
Nadie puede caminar
bien con la mirada puesta hacia atrás, porque de seguro tropezaríamos o nos
desviaríamos de nuestro camino; y para que eso no pase nuestra mirada debe
estar fijamente adelante.
Sodoma y Gomorra eran
dos ciudades que serían destruidas por la ira de Dios. Lot y su familia eran
los únicos candidatos para ser salvos de la ruina. Había un sólo consejo de
Dios para escapar de una ciudad llena de maldad: “no mires atrás, ni te
detengas, para que no seas destruido.”
Lot y sus dos hijas
fueron salvas, porque obedecieron el consejo que Dios, a través de los ángeles,
les había dado. Pero no sucedió lo mismo con la mujer de Lot, quien tristemente
no hizo caso a lo que Dios le dijo que hiciera. Comenzó la carrera de su
salvación bastante bien, pero miró su pasado, lo que había atrás, su vieja
manera de vivir, el mundo en el que se encontraba antes y terminó con un final
triste.
“Entonces la mujer de
Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.” Génesis 19:26.
Su deseo de volver
atrás era más grande que el de seguir adelante. Hay oportunidades en las que
uno actúa como la mujer de Lot, va tan bien en su carrera cristiana y de
repente mira su pasado y dice: no voy a cambiar, no puedo superarlo, ya no sé
qué hacer, me rindo, es difícil, no es para mí y al final queda atrapado y
destruido por satanás.
Si de repente no
puedes salir de algún vicio, de alguna depresión, de algún problema familiar o
de cualquier otro problema, simplemente recuerda esto: “no mires atrás, ni te
detengas, para que no perezcas.” Pon tu mirada adelante, como el apóstol Pablo
lo hacía, porque Todo lo puedes en Cristo que te fortalece.
“Pero me concentro
únicamente en esto: olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por
delante, y así avanzo hasta llegar al final de la carrera para recibir el
premio celestial al cual Dios nos llama por medio de Cristo Jesús. Filipenses
3:13-14 (NTV)
No pongas tu mirada
atrás, fíjala en la esperanza que es Jesús.
Diego Jora
CVCLAVOZ
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Como yo...
¿Te has puesto a
pensar que es más fácil pedir prestado, que prestar? ¿No es mejor reír de un
comentario hecho para otra persona, mientras no se rían de ti? ¿Acaso no
toleramos escuchar ciertos chismes, porque nos parecen curiosos, siempre y
cuando nuestra vida no se encuentre divulgada?
¿Por qué te pones a
mirar la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no te fijas en el tronco que
tú tienes en el tuyo? Y si tú tienes un tronco en tu propio ojo, ¿cómo puedes
decirle a tu hermano: “Déjame sacarte la astilla que tienes en el ojo”?
¡Hipócrita!, saca primero el tronco de tu propio ojo, y así podrás ver bien
para sacar la astilla que tiene tu hermano en el suyo. Mateo 7:3-5
Muchos se prestan
para observar la vida de las personas que los rodean, son muy buenos para sacar
conclusiones sobre lo que sus amigos deben o no hacer. Sin embargo, la palabra
de Dios nos enseña a fijarnos primero en nosotros.
La verdad es que es
fácil calificar y criticar mirando hacia fuera, mientras nosotros no seamos los
afectados, pero que difícil es mirar hacia adentro y reconocer nuestros
errores. Dios te confronta a que arregles tu vida para que después puedas
solucionar la de las demás personas.
“Así pues, hagan
ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes…” Mateo 7:12
La palabra de Dios
nos pide que seamos prácticos, es decir: Si te llega un comentario o chisme ¡no
lo toleres más! Pon un alto, como si se tratara de tu propia vida. No observes
ni critiques la vida de tus vecinos porque tampoco te gustaría ser el juzgado,
y si tienes la oportunidad de ayudar a alguien, hazlo, estoy segura que a ti
también te gustaría que te socorrieran cuando lo necesites.
Hoy debes empezar a
realizar un análisis interno personal, es decir una autocrítica a aquello que
has estado haciendo mal y empezar a corregirlo. No busques casos ajenos,
solamente enfócate en ti y cada vez que trates con los demás, trátalos como si
fueras tú.
¡Trata a los demás
como quieres ser tratado!
Shirley Chambi
CVCLAVOZ
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