Amós 5:15 La Biblia de
las Américas (LBLA)
Exhortación al arrepentimiento
5 Oíd esta palabra que yo pronuncio[a] como
lamentación sobre vosotros, casa de Israel.
2 Ha caído, no volverá a levantarse
la virgen de Israel;
abandonada yace en su tierra,
no hay quien la levante.
3 Porque así dice el Señor Dios[b]:
La ciudad que sale con mil,
se quedará con cien;
y la que sale con cien,
se quedará con diez, en la casa de Israel.
2 Ha caído, no volverá a levantarse
la virgen de Israel;
abandonada yace en su tierra,
no hay quien la levante.
3 Porque así dice el Señor Dios[b]:
La ciudad que sale con mil,
se quedará con cien;
y la que sale con cien,
se quedará con diez, en la casa de Israel.
4 Porque así dice el Señor a la casa de Israel:
Buscadme, y viviréis.
5 Pero no busquéis a Betel,
ni vayáis a Gilgal,
ni paséis a Beerseba;
porque ciertamente Gilgal será llevada cautiva,
y Betel caerá en desgracia[c].
6 Buscad al Señor y viviréis,
no sea que Él prorrumpa como fuego, oh casa[d] de José,
y consuma a Betel sin que haya quien lo apague;
7 consuma a los que convierten el juicio en ajenjo
y echan[e] por tierra la justicia.
Buscadme, y viviréis.
5 Pero no busquéis a Betel,
ni vayáis a Gilgal,
ni paséis a Beerseba;
porque ciertamente Gilgal será llevada cautiva,
y Betel caerá en desgracia[c].
6 Buscad al Señor y viviréis,
no sea que Él prorrumpa como fuego, oh casa[d] de José,
y consuma a Betel sin que haya quien lo apague;
7 consuma a los que convierten el juicio en ajenjo
y echan[e] por tierra la justicia.
8 El que hizo las Pléyades y el Orión,
cambia las densas tinieblas en aurora,
y hace oscurecer[f] el día en noche;
el que llama a las aguas del mar,
y las derrama sobre la faz de la tierra:
el Señor es su nombre.
9 Él es quien desencadena destrucción sobre el fuerte,
y hace que la ruina venga sobre la fortaleza.
cambia las densas tinieblas en aurora,
y hace oscurecer[f] el día en noche;
el que llama a las aguas del mar,
y las derrama sobre la faz de la tierra:
el Señor es su nombre.
9 Él es quien desencadena destrucción sobre el fuerte,
y hace que la ruina venga sobre la fortaleza.
10 Ellos odian en la puerta[g] al que reprende,
y aborrecen al que habla con integridad.
11 Por tanto, ya que imponéis fuertes impuestos sobre el[h] pobre
y exigís de él tributo de grano,
las casas de piedra labrada que habéis edificado,
no las habitaréis;
habéis plantado viñas escogidas, pero no beberéis su vino.
12 Pues yo sé que muchas son vuestras transgresiones y graves vuestros pecados:
oprimís al justo, aceptáis[i] soborno
y rechazáis[j] a los pobres en la puerta.
13 Por tanto, el prudente se calla en ese tiempo, pues es tiempo malo.
y aborrecen al que habla con integridad.
11 Por tanto, ya que imponéis fuertes impuestos sobre el[h] pobre
y exigís de él tributo de grano,
las casas de piedra labrada que habéis edificado,
no las habitaréis;
habéis plantado viñas escogidas, pero no beberéis su vino.
12 Pues yo sé que muchas son vuestras transgresiones y graves vuestros pecados:
oprimís al justo, aceptáis[i] soborno
y rechazáis[j] a los pobres en la puerta.
13 Por tanto, el prudente se calla en ese tiempo, pues es tiempo malo.
14 Buscad lo bueno y no lo malo, para que viváis;
y así sea con vosotros el Señor, Dios de los ejércitos,
tal como habéis dicho.
15 Aborreced el mal, amad el bien,
y estableced la justicia[k] en la puerta.
Tal vez el Señor, Dios de los ejércitos,
sea misericordioso con el remanente de José.
y así sea con vosotros el Señor, Dios de los ejércitos,
tal como habéis dicho.
15 Aborreced el mal, amad el bien,
y estableced la justicia[k] en la puerta.
Tal vez el Señor, Dios de los ejércitos,
sea misericordioso con el remanente de José.
16 Por tanto, así dice el Señor, el Señor Dios de los ejércitos:
En todas las plazas hay llanto,
y en todas las calles dicen: ¡Ay! ¡Ay!
Llaman a duelo al labrador,
y a lamentación a los que saben plañir.
17 En todas las viñas habrá llanto,
porque pasaré por en medio de ti —dice el Señor.
En todas las plazas hay llanto,
y en todas las calles dicen: ¡Ay! ¡Ay!
Llaman a duelo al labrador,
y a lamentación a los que saben plañir.
17 En todas las viñas habrá llanto,
porque pasaré por en medio de ti —dice el Señor.
18 ¡Ay de los que ansían el día del Señor!
¿De qué os servirá el día del Señor?
Será tinieblas, y no luz;
19 como cuando uno huye de un león,
y se encuentra con un oso,
o va a casa, apoya la mano en la pared,
y lo muerde una culebra.
20 ¿No será tinieblas el día del Señor, y no luz,
oscuridad, y no resplandor?
¿De qué os servirá el día del Señor?
Será tinieblas, y no luz;
19 como cuando uno huye de un león,
y se encuentra con un oso,
o va a casa, apoya la mano en la pared,
y lo muerde una culebra.
20 ¿No será tinieblas el día del Señor, y no luz,
oscuridad, y no resplandor?
21 Aborrezco, desprecio vuestras fiestas,
tampoco me agradan[l] vuestras asambleas solemnes.
22 Aunque me ofrezcáis holocaustos y vuestras ofrendas de grano,
no los aceptaré;
ni miraré a las ofrendas de paz de vuestros animales cebados.
23 Aparta de mí el ruido de tus cánticos,
pues no escucharé siquiera la música de tus arpas.
24 Pero corra[m] el juicio como las aguas
y la justicia como corriente inagotable.
tampoco me agradan[l] vuestras asambleas solemnes.
22 Aunque me ofrezcáis holocaustos y vuestras ofrendas de grano,
no los aceptaré;
ni miraré a las ofrendas de paz de vuestros animales cebados.
23 Aparta de mí el ruido de tus cánticos,
pues no escucharé siquiera la música de tus arpas.
24 Pero corra[m] el juicio como las aguas
y la justicia como corriente inagotable.
25 ¿Acaso me ofrecisteis
sacrificios y ofrendas de cereal por cuarenta años en el desierto, oh casa de
Israel[n]? 26 Más
bien, llevasteis a Sicut[o], vuestro rey, y
a Quiyún[p], vuestros
ídolos, la estrella de vuestros dioses que hicisteis para vosotros. 27 Yo
os haré, pues, deportar más allá de Damasco —dice el Señor, cuyo nombre es Dios
de los ejércitos.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Altar de la excelencia.
“Por lo tanto, amados
hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho
a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio
que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo.” Romanos 12:1 (NTV).
En este versículo el
apóstol Pablo hace un llamado a los hermanos en Cristo, para que entreguen todo
de sí a Dios, pero a veces no nos queda claro cómo debemos hacerlo.
Esta clase de
sacrificio significa realizar un servicio espiritual que conlleva todas las
facultades racionales que tenemos.
“No imiten las
conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los
transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces
aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena,
agradable y perfecta.” Romanos 12:2 (NTV).
Es decir que debemos
dejar de lado todo aquello que conocíamos, que aprendimos en un entorno
secular, y entregar el control al Espíritu Santo, para que nuestra forma de
pensar sea transformada y seamos capaces de identificar cuál es la perfecta
voluntad de Dios para cada uno.
“Esfuérzate para
poder presentarte delante de Dios y recibir su aprobación. Sé un buen obrero,
alguien que no tiene de qué avergonzarse y que explica correctamente la palabra
de verdad.” 2 Timoteo 2:15 (NTV).
También es esencial
prepararnos para servir con excelencia, un buen obrero sólo puede explicar
correctamente la palabra de verdad cuando la conoce, ¿cierto? Solamente se
puede utilizar una herramienta cuando se sabe para qué sirve; de la misma forma
sucede con la Palabra de Dios, por ello es necesario invertir tiempo para
estudiar y meditar en ella.
“Toda la Escritura es
inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos
ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y
nos enseña a hacer lo correcto. 17 Dios la usa para preparar y capacitar a su
pueblo para que haga toda buena obra.” 2 Timoteo 3:16-17 (NTV).
¿Estás dispuesto a
ser la clase de sacrificio que a Dios le agrada?
Cesia Serna
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
El diamante perfecto.
Se cuenta que un tratante en diamantes fue a comprar
nuevas piezas y mientras lo hacía las observaba durante mucho rato. De vez en
cuando separaba su vista del diamante que examinaba y la fijaba por unos
minutos sobre el diamante que llevaba en el anillo de su mano, para mirar
después de nuevo el diamante que era para comprar.
Después explicó que
al mirar mucho tiempo atentamente un diamante, su vista pierde la facultad de
distinguir bien, por lo cual le era preciso fijarse de vez en cuando en su
propio diamante perfecto para poder apreciar bien.
En muchas
oportunidades, por las diversas actividades que tenemos, por la rutina, por los
compromisos o por otras cosas más, permanecemos con la vista fija en las
personas y cosas que nos rodean, olvidándonos que nuestra vista pierde la
facultad de ver bien.
Al igual que el
experto en diamantes, debemos recordar que el diamante perfecto, Dios, es quien
nos permite ver bien las cosas y que nuestra vista debe buscarlo constantemente
para poder distinguir sin ningún problema lo bueno de lo malo, para hallar
claridad en las cosas que enfrentamos en nuestro diario vivir y tomar las
decisiones correctas.
“Fíate de Jehová de
todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.” Proverbios 3:5
Cuando no sepas qué
hacer, qué camino seguir o qué decisión tomarás, busca a Dios, Él te dará la
sabiduría y la fortaleza que necesitas para hacer frente a las diferentes
circunstancias.
Que no te deslumbren
lo prometedoras que pueden ser algunas circunstancias o lo buenas que puedan
parecer las personas, mira siempre a Dios para poder hallar guía y dirección.
Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario