Lucas 1:13 La
Biblia de las Américas (LBLA)
Anuncio del nacimiento de
Juan el Bautista
5 Hubo en los días de Herodes, rey
de Judea, cierto sacerdote llamado Zacarías, del grupo de Abías, que tenía por
mujer una de las hijas de Aarón[f] que se llamaba Elisabet. 6 Ambos eran justos delante de Dios, y se conducían intachablemente en
todos los mandamientos y preceptos del Señor. 7 No tenían hijos, porque Elisabet era estéril, y ambos eran de edad
avanzada[g].
8 Pero aconteció que mientras Zacarías[h] ejercía su ministerio sacerdotal
delante de Dios según el orden indicado a
su grupo, 9 conforme a la costumbre del
sacerdocio, fue escogido por sorteo para entrar al templo del Señor y quemar
incienso. 10 Y toda la multitud del pueblo
estaba fuera orando a la hora de la ofrenda de incienso. 11 Y se le apareció un ángel del Señor, de pie, a la derecha del
altar del incienso. 12 Al verlo, Zacarías se turbó, y el temor se apoderó de[i] él. 13 Pero el ángel le dijo: No temas, Zacarías, porque tu petición ha
sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y lo llamarás[j] Juan. 14 Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán por su
nacimiento. 15 Porque él será grande delante del
Señor; no beberá ni vino ni licor, y será lleno del Espíritu Santo aun desde el
vientre de su madre. 16 Y él hará volver a muchos de los
hijos de Israel al Señor su Dios. 17 E irá delante de Él en el espíritu y poder de Elías para hacer volver los
corazones de los padres a los hijos, y a los desobedientes a la
actitud de los justos, a fin de preparar para el Señor un pueblo bien dispuesto.
18 Entonces Zacarías dijo al ángel: ¿Cómo podré saber esto? Porque yo
soy anciano y mi mujer es de edad avanzada[k]. 19 Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy en[l] la presencia de Dios, y he sido enviado
para hablarte y anunciarte estas buenas nuevas. 20 Y he aquí, te quedarás mudo, y no podrás hablar hasta el día en
que todo esto acontezca, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se
cumplirán a su debido tiempo. 21 Y el pueblo estaba esperando a
Zacarías, y se extrañaba de su tardanza en el templo. 22 Pero cuando salió, no podía hablarles, y se dieron cuenta de que
había visto una visión en el templo; y él les hablaba por señas, y permanecía
mudo. 23 Y[m] cuando se cumplieron los días de su
servicio sacerdotal, regresó a su casa.
24 Y después de estos días, Elisabet su mujer concibió, y se recluyó[n] por cinco meses, diciendo: 25 Así ha obrado el Señor conmigo en los días en que se dignó mirarme para quitar mi afrenta entre
los hombres.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
El plan de Dios para la Tierra
Reflexiones cristianas diarias por
CVCLAVOZ
Desde el principio de Génesis en la
Biblia, el plan de Dios para nuestro mundo era que el ser humano tuviera
dominio sobre todo. Dios nos colocó como administradores y líderes de todo. Es
una posición que nos da honor, pero nos pide servir. Una bendición, mas también
una responsabilidad. Nos escogió para cuidar de todo.
Desafortunadamente hemos notado que la
humanidad no ha realizado muy bien esta tarea. Cuando Dios vino en forma
humana, llegó a mostrarnos que nuestra función más importante es servir a
otros. Cuando estuvo, luego de dejar a un lado Su trono en los cielos, incluso
lavó los pies de sus discípulos. Eso nos mostró en acción una lección, y es
esa, servir a otros. En el caso de la Tierra, debemos honrarla y colaborar para
que se restaure la naturaleza, así como Él vino a restaurarnos.
En este tiempo de recogimiento por la
pandemia hemos visto en las noticias que la atmosfera en muchos países que
tenían una contaminación ambiental altísima, se ha despejado y en Venecia,
cuyas aguas estaban totalmente oscuras, ahora se ven transparentes y con fauna
en abundancia. Muchas playas que tuvieron que ser cerradas por el impacto de
los vacacionistas se han recuperado también.
Debemos reflexionar y, aunque no
cambiemos todo por una acción, marcaremos una diferencia e inspiraremos a otros
a hacerlo también. No dejar basura en los lugares donde vamos o disponer de
ella apropiadamente. No usar bolsas plásticas si nos es posible y reciclar. Si
tenemos posibilidad de un auto cero emisiones, tratar de usar ese tipo de
transporte. Hagamos mejor esa tarea de dominio sobre todo que Dios nos dio.
¿Qué es el hombre, para que en él
pienses? ¿Qué es el ser humano, para que lo tomes en cuenta?» Pues lo hiciste
poco menos que Dios, y lo coronaste de gloria y de honra: lo entronizaste sobre
la obra de tus manos, todo lo sometiste a su dominio.
Salmos 8:4-6 (NVI)
Elluz Peraza
CVCLAVOZ
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
La voluntad del Padre.
“No todo el que me llama: “¡Señor, Señor!” entrará en el reino
del cielo. Solo entrarán aquellos que verdaderamente hacen la voluntad de mi
Padre que está en el cielo. El día del juicio, muchos me dirán: “¡Señor, Señor!
Profetizamos en tu nombre, expulsamos demonios en tu nombre e hicimos muchos
milagros en tu nombre”. Pero yo les responderé: “Nunca los conocí. Aléjense de
mí, ustedes, que violan las leyes de Dios”.” Mateo 7:21-23 (NTV)
En este pasaje bíblico Jesús explica claramente que no todo
aquel que le llame Señor entrará al reino de los cielos, sino aquel que hace la
voluntad del Padre. Esto quiere decir que al cielo no vamos a entrar por obras,
ni por ser buenos, sino por hacer la voluntad de Dios.
Esto no quiere decir que es en vano que vayas a la iglesia, que
le sirvas en algún ministerio, que salgas a evangelizar o que trabajes para el
Señor en algún área, desde luego que no. Si lo estás haciendo te felicito y
animo a continuar en la obra de Dios.
Lo que quiero transmitir es que tu prioridad siempre debe ser
hacer la voluntad del Padre, porque hay personas que aparentemente están
haciendo la obra de Señor, pero lo que los motiva o impulsa es el beneficio que
encuentran para ellos mismos; es decir, que no lo hacen para agradar a Dios
sino al hombre.
Por eso es importante que te preguntes y examines como lo hacía
el rey David. “Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen
espíritu me guíe a tierra de rectitud.” Salmos 143:10.
En algún momento dije que David es uno de los hombres que más
admiro de la Biblia, porque a pesar de que tuvo muchos errores en su vida, supo
reconocer los mismos, arrepentirse y buscar a Dios. En alguna oportunidad dijo:
“Dios mío, mira en el fondo de mi corazón, y pon a prueba mis pensamientos.
Dime si mi conducta no te agrada, y enséñame a vivir como quieres que yo viva.”
Salmos 139:23-24 (TLA)
Simplemente, con esta oración, lo que David estaba haciendo era
buscar la voluntad de Dios y tratar de agradarle en todo. Su prioridad siempre
fue Dios y guardar sus enseñanzas. “Dios mío, cumplir tu voluntad es mi más
grande alegría; ¡tus enseñanzas las llevo muy dentro de mí!” Salmos 40:8 (TLA)
Toma un momento para examinarte y preguntarte: ¿Lo que estoy
haciendo es la voluntad de Dios para mi vida? ¿Le agrada a Dios mi forma de
actuar? ¿Qué debo mejorar o cambiar para hacer la voluntad del Señor?
“No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más
bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera
de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la
cual es buena, agradable y perfecta.” Romanos 12:2 (NTV).
Diego Jora
CVCLAVOZ
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