Apocalipsis 12:7 La
Biblia de las Américas (LBLA)
La mujer, el dragón y el
niño
12 Y una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida
del sol, con[a] la luna
debajo de sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; 2 estaba
encinta, y gritaba*, estando de parto y con dolores de alumbramiento. 3 Entonces apareció otra señal en el cielo:
he aquí, un gran dragón rojo que tenía siete cabezas y diez cuernos,
y sobre sus cabezas había siete
diademas[b]. 4 Su cola arrastró* la tercera parte de las
estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró
delante de la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo cuando
ella diera a luz. 5 Y
ella dio a luz un hijo varón, que ha de regir[c] a todas
las naciones[d] con vara
de hierro; y su hijo fue arrebatado hasta Dios y hasta su trono. 6 Y la mujer huyó al desierto, donde tenía*
un lugar preparado por Dios, para ser sustentada[e] allí, por
mil doscientos sesenta días.
7 Entonces hubo guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles
combatieron contra el dragón. Y el dragón y sus ángeles lucharon, 8 pero
no pudieron vencer[f], ni se halló ya
lugar para ellos en el cielo. 9 Y fue arrojado el gran dragón, la
serpiente antigua que se llama el diablo y Satanás, el cual engaña al
mundo entero[g]; fue arrojado a
la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él. 10 Y oí una gran voz en el cielo, que decía:
Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de
nuestro Dios y la autoridad de su Cristo[h], porque el
acusador de nuestros hermanos, el que los acusa delante de nuestro Dios
día y noche, ha sido arrojado. 11 Ellos lo vencieron por medio de la
sangre del Cordero y por la palabra del testimonio de ellos, y no amaron
sus vidas, llegando hasta sufrir la muerte. 12 Por lo cual regocijaos, cielos y los
que moráis en ellos. ¡Ay de la tierra y del mar!, porque el diablo ha descendido
a vosotros con[i] gran
furor, sabiendo que tiene poco tiempo.
13 Cuando el dragón vio que había sido arrojado a la tierra, persiguió
a la mujer que había dado a luz al hijo varón. 14 Y se
le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila a fin de que volara de
la presencia[j] de la
serpiente al desierto, a su lugar, donde fue* sustentada por un tiempo, tiempos
y medio tiempo. 15 Y la
serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para hacer
que fuera arrastrada por la corriente[k]. 16 Pero la tierra ayudó a la mujer, y la
tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había arrojado de su boca. 17 Entonces el dragón se enfureció contra la
mujer, y salió para hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella,
los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Oración contestada
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
El marido de una cristiana piadosa conocida como Sally Thompson,
había fallecido en un accidente de mina durante los días de la carrera del oro
en Colorado, dejándola con dos hijos pequeños a quienes mantener.
La mujer vivía en una población pequeña, Oradelfen,
arreglándoselas para ganarse la vida lavando ropa de otros cuando estaba
bastante fuerte, y subsistiendo apenas cuando estaba enferma. Pero, a pesar de
las muchas dificultades y pruebas, Sally permaneció fiel a Dios, incluso
cuando, al parecer, ella era la única cristiana practicante en la comunidad.
Todo el mundo la respetaba por su firmeza, pero había un hombre,
llamado Bart, un ateo profeso, para quien la fe de Sally era irracional. Con
frecuencia se mofaba de ella diciéndole:
-¿Cree que Dios va a hacer un milagro precisamente para usted?
A lo cual ella siempre respondía de modo positivo.
Llegó una mañana fría y desapacible en que la viuda se hallaba
de rodillas con sus dos hijos, orando con gran fervor y sinceridad para que
Dios les enviara combustible; y fuera de la ventana de la casita se hallaba el
viejo Bart escuchando y musitando que era una tontería que la mujer estuviera
de rodillas echando palabras al aire.
-¡Voy a mostrarle lo equivocada que está!- dijo- Le mostraré que
la oración no sirve para nada.
Así que fue al monte a buscar una carga de leña, y cuando
alguien le preguntó qué iba a hacer con ella, contestó:
-Voy a mostrarle a esta viuda Thompson que no hay ningún Dios
que conteste su oración. Voy a llevarle una carga de leña yo mismo, para
demostrarle que si no hay dos brazos robustos que lleven a cabo lo que ella
está pidiendo a un Dios que no existe, no sucederá ningún milagro para llevar
calor a su hogar.
Aunque la leña fue descargada por Bart, el ateo, nadie pudo
convencer a la viuda de que no había sido Dios el que había contestado su
oración por medio de ese su vecino.
Dios siempre responde nuestras oraciones y nunca lo hará de la
misma manera, usará diferentes medios y personas para suplir nuestras
necesidades.
Así como usó cuervos para alimentar al profeta Elías, Dios puede
enviar personas totalmente desconocidas o hasta enemigos para respondernos,
para Él no hay impedimentos.
Filipenses 4:19 dice:
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus
riquezas en gloria en Cristo Jesús” (RVR1960) El Señor nunca dejará abandonados
a sus hijos, y sin importar las circunstancias, Él es Todopoderoso y puede
suplir cualquier necesidad.
Acude a Dios, Él nunca falla.
Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Descansando en Dios
A medida que vamos avanzando por la vida, descubrimos áreas o
facetas en nuestro interior que están en espera, aguardando el momento de ser
tratados por Dios.
Cuando llegamos a los pies de Cristo conocimos una nueva vida,
pero esto no significa que la transformación se dio una sola vez y para
siempre. Si lo pensamos bien esto sería demasiado doloroso, por ello es que el
Señor se toma la molestia de ir moldeándonos gradualmente. Así, a medida que
maduramos espiritualmente, irán apareciendo aspectos nuevos que considerar y
llevar a los pies de Dios.
Ser un seguidor de Cristo implica crecimiento y cambio
constante, y dado que está en nuestra naturaleza resistirnos al cambio, estos
procesos suelen ser dolorosos y hasta pueden llegar a confundirnos; sin
embargo, fiel es Dios quien nos sostiene en cada momento y sólo espera que
confiemos en Él.
Porque seamos sinceros, si decidimos rendir nuestra voluntad a
la suya, no podemos escoger en qué áreas o en qué momento estamos dispuestos,
esta es una entrega que el Señor no pasa por alto, así que si estás atravesando
por un momento crucial y ves que un cambio se aproxima en tu vida, no dudes,
pon en Dios tu mirada y descansa en Él.
Deja de luchar en tus fuerzas, no le temas al cambio, ten
siempre presente que los pensamientos de Dios son de paz y no de mal.
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros,
dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.”
Jeremías 29:11 (RVR1960).
Las Escrituras dicen que tenemos que permitir que el Señor
cambie nuestra manera de pensar, de esta manera seremos transformados en
personas nuevas y recién seremos capaces de comprobar que la voluntad de Dios es
buena agradable y perfecta.
“No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más
bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera
de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la
cual es buena, agradable y perfecta.” Romanos 12:2 (NTV).
No luches queriendo evitar los cambios que Dios quiere hacer en
ti, lo mejor será entregarte en Sus manos para recibir Sus bendiciones y llegar
a ser una mejor versión de ti.
Cesia Serna
CVCLAVOZ
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