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Jeremías 20:15 La
Biblia de las Américas (LBLA)
Lamento del profeta
7 Me persuadiste[e], oh Señor, y quedé persuadido[f];
fuiste más fuerte que yo y prevaleciste.
He sido el hazmerreír cada día;
todos se burlan de mí.
8 Porque cada vez que hablo, grito;
proclamo: ¡Violencia, destrucción!
Pues la palabra del Señor ha venido a ser para mí
oprobio y escarnio cada día.
9 Pero si digo: No le recordaré
ni hablaré más en su nombre,
esto se convierte dentro de mí[g] como fuego ardiente
encerrado en mis huesos;
hago esfuerzos por contenerlo,
y no puedo.
10 Porque he oído las murmuraciones de muchos:
¡Terror por todas partes!
¡Denunciadle, denunciémosle!
Todos mis amigos de confianza[h],
esperando mi caída, dicen:
Tal vez será persuadido[i], prevaleceremos contra él
y tomaremos de él nuestra venganza.
11 Pero el Señor está conmigo como campeón temible;
por tanto, mis perseguidores tropezarán y no prevalecerán.
Quedarán muy avergonzados, pues no han triunfado,
tendrán afrenta perpetua que nunca será olvidada.
12 Oh Señor de los ejércitos, que pruebas al justo,
que ves las entrañas[j] y el corazón,
vea yo tu venganza sobre[k] ellos,
pues a ti he encomendado mi causa.
13 Cantad al Señor, alabad al Señor,
porque ha librado el alma del pobre
de manos de los malvados.
fuiste más fuerte que yo y prevaleciste.
He sido el hazmerreír cada día;
todos se burlan de mí.
8 Porque cada vez que hablo, grito;
proclamo: ¡Violencia, destrucción!
Pues la palabra del Señor ha venido a ser para mí
oprobio y escarnio cada día.
9 Pero si digo: No le recordaré
ni hablaré más en su nombre,
esto se convierte dentro de mí[g] como fuego ardiente
encerrado en mis huesos;
hago esfuerzos por contenerlo,
y no puedo.
10 Porque he oído las murmuraciones de muchos:
¡Terror por todas partes!
¡Denunciadle, denunciémosle!
Todos mis amigos de confianza[h],
esperando mi caída, dicen:
Tal vez será persuadido[i], prevaleceremos contra él
y tomaremos de él nuestra venganza.
11 Pero el Señor está conmigo como campeón temible;
por tanto, mis perseguidores tropezarán y no prevalecerán.
Quedarán muy avergonzados, pues no han triunfado,
tendrán afrenta perpetua que nunca será olvidada.
12 Oh Señor de los ejércitos, que pruebas al justo,
que ves las entrañas[j] y el corazón,
vea yo tu venganza sobre[k] ellos,
pues a ti he encomendado mi causa.
13 Cantad al Señor, alabad al Señor,
porque ha librado el alma del pobre
de manos de los malvados.
14 Maldito el día en que nací;
el día en que me dio a luz mi madre no sea bendito.
15 Maldito el hombre que dio la noticia
a mi padre, diciendo:
¡Te ha nacido un hijo varón!,
haciéndolo muy feliz.
16 Sea ese hombre como las ciudades
que el Señor destruyó sin piedad[l];
oiga gritos de mañana
y alaridos[m] al mediodía,
17 porque no me mató en[n] el vientre
para que mi madre hubiera sido mi sepultura,
y su vientre embarazado para siempre.
18 ¿Por qué salí del vientre
para ver pena y aflicción,
y que acaben en vergüenza mis días?
el día en que me dio a luz mi madre no sea bendito.
15 Maldito el hombre que dio la noticia
a mi padre, diciendo:
¡Te ha nacido un hijo varón!,
haciéndolo muy feliz.
16 Sea ese hombre como las ciudades
que el Señor destruyó sin piedad[l];
oiga gritos de mañana
y alaridos[m] al mediodía,
17 porque no me mató en[n] el vientre
para que mi madre hubiera sido mi sepultura,
y su vientre embarazado para siempre.
18 ¿Por qué salí del vientre
para ver pena y aflicción,
y que acaben en vergüenza mis días?
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
¿Cómo Proponerte
Vivir Una Vida Cristiana Íntegra?
Publicado por: Devocionales en Devocional Diario 0
Publicado por: Devocionales en Devocional Diario 0
“… SIGAMOS LA GUÍA DEL ESPÍRITU…” (Gálatas 5:25 Castilian)
¿Cómo Proponerte Vivir Una Vida Cristiana Íntegra?
Carlos Spurgeon dijo:
“Si no estás buscando al Señor, el diablo te está buscando a ti.” Y nos pilla
cuando bajamos la guardia o nos confiamos demasiado.
Si te has
comprometido a vivir una vida cristiana digna, lee lo siguiente:
“Os aconsejo que
vuestra conducta sea conforme al Espíritu Santo, y que no obedezcáis a los
impulsos de nuestra naturaleza pecadora. Porque nosotros, por naturaleza, nos
inclinamos al mal, y con ello nos oponemos al Espíritu Santo; como también los
deseos del Espíritu Santo se oponen a nuestros propios deseos naturales.
Son dos fuerzas que luchan en nuestro interior, aparte de nuestra propia voluntad… Cuando nos conformamos a nuestras tendencias naturales, caemos en males como estos:
Son dos fuerzas que luchan en nuestro interior, aparte de nuestra propia voluntad… Cuando nos conformamos a nuestras tendencias naturales, caemos en males como estos:
adulterio,
fornicación, impureza, lascivia, idolatría, brujerías, enemistades, discordias,
celos, iras, peleas, disensiones, falsas doctrinas, envidias, homicidios,
borracheras, orgías y otras cosas parecidas…
Pero…los que
pertenecen a Cristo han clavado en la cruz los impulsos de su naturaleza
pecadora. Si vivimos por el poder del Espíritu Santo, sigamos la guía del
Espíritu a lo largo de toda nuestra vida” (Gálatas 5:16-25 Castilian).
Si te propones en
serio vivir una vida cristiana íntegra, Dios te ayudará.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
¿Qué es lo que más
amas?
Y dijo: Toma ahora tu
hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí
en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. Génesis 22:2 (RVR)
La promesa se había
cumplido en Abraham. Dios le había dado descendencia, lo había prosperado y
bendecido muchísimo, pero llegó el tiempo de volver a ser probado.
Abraham había
obedecido a Dios muchas veces en su caminar con Él, pero ninguna prueba había
sido más dura y severa que esta: “Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien
amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los
montes que yo te diré.” (Génesis 22:2).
Muchas veces Dios nos
pide lo que más queremos en la vida, o nos demanda algo que nos cuesta
entregarle, pero Abraham es un ejemplo de Fe y Obediencia. ¿Quién imaginaría
que Dios le pediría a Isaac, el hijo de la promesa? y ¿Cómo respondería
Abraham?
Sin ninguna duda en
su corazón, muy temprano en la mañana siguiente, Abraham se puso en marcha con
un asno cargado de leña y su amado hijo Issac, tal vez este último preguntaría:
Papá y ¿dónde está el cordero que será sacrificado? Puede que lágrimas hayan
corrido de los ojos de Abraham, pues Isaac era la promesa que Dios le había
hecho pero, ¿por qué Dios se lo quitaría?
Tal vez te encuentres
en una situación similar a la de Abraham, después de haber esperado por mucho
tiempo la promesa de Dios para tu vida, Él la cumple para que la disfrutes,
pero no pasa mucho tiempo y te pide de vuelta lo que te dio. Parece
inexplicable, pero a veces Dios quiere asegurarse de cuán lejos llega tu amor
por ÉL.
Pero, ¿Qué sucede cuando Dios nos está pidiendo algo que no es de tanta de bendición en nuestras vidas? Por supuesto que no nos cuesta dar.
Pero, ¿Qué sucede cuando Dios nos está pidiendo algo que no es de tanta de bendición en nuestras vidas? Por supuesto que no nos cuesta dar.
La palabra del Señor
dice en Hechos 10:23 “…Más bienaventurado es dar que recibir”.
Si anhelas un gran
ministerio, tienes que entregarle algo a Dios primero, y no porque tengas que
hacer cosas para que Él te bendiga, porque su misericordia es nueva cada
mañana, pero quizás puede ser ese trabajo o esa persona que tanto le pediste a
Dios te haya alejado de su presencia o te llevó a dejar de servirle cuando
recibiste lo que tanto pediste.
Este es el momento de
tomar una decisión, porque cuando obedecemos a Dios como lo hizo Abraham,
confiando en que su plan es el mejor camino por el que debemos andar, seguro
que todo obrará para bien.
Ruth Mamani
CVCLAVOZ
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