Hechos 20:31 La Biblia de
las Américas (LBLA)
Despedida en Mileto
18 Cuando vinieron a él, les dijo:
Vosotros bien sabéis cómo he sido
con vosotros todo el tiempo, desde el primer día que estuve[k] en Asia[l],19 sirviendo al Señor con toda humildad, y con lágrimas y con pruebas
que vinieron sobre mí por causa de las intrigas de los judíos; 20 cómo no rehuí declarar a vosotros nada que fuera útil, y de
enseñaros públicamente y de casa en casa[m], 21 testificando solemnemente, tanto a judíos como a griegos, del
arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesucristo. 22 Y ahora, he aquí que yo, atado en espíritu[n], voy a Jerusalén sin saber lo que allá
me sucederá, 23 salvo que el
Espíritu Santo solemnemente me da testimonio en cada ciudad, diciendo
que me esperan cadenas y aflicciones. 24 Pero en ninguna manera estimo mi vida como valiosa para mí
mismo, a fin de poder terminar mi carrera[o] y el ministerio que recibí del
Señor Jesús, para dar testimonio solemnemente del evangelio de la gracia
de Dios. 25 Y ahora, he aquí,
yo sé que ninguno de vosotros, entre quienes anduve predicando el reino,
volverá a ver mi rostro. 26 Por tanto, os doy testimonio[p] en este día de que soy inocente[q] de la sangre de todos, 27 pues no rehuí declarar a vosotros todo el propósito[r] de Dios. 28 Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual
el Espíritu Santo os ha hecho obispos[s] para pastorear la iglesia de Dios[t], la cual El compró[u] con su propia sangre.29 Sé que después de mi partida, vendrán lobos ferocesentre vosotros
que no perdonarán el rebaño, 30 y que de entre vosotros mismos se levantarán algunos[v] hablando cosas perversas para arrastrar
a los discípulos tras ellos.31 Por tanto, estad alerta, recordando que por tres años, de noche y
de día, no cesé de amonestar a cada uno con lágrimas. 32 Ahora os encomiendo a Dios[w] y a la palabra de su gracia, que es
poderosa para edificaros y
daros la herencia entre
todos los santificados. 33 Ni la plata, ni el oro, ni la ropa de nadie he codiciado. 34 Vosotros sabéis que estas manos me sirvieron para mis propias necesidades y las de los
que estaban conmigo. 35 En todo os mostré que así, trabajando, debéis ayudar a los
débiles, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: “Más
bienaventurado es dar que recibir.”
36 Cuando terminó de
hablar[x], se arrodilló y oró con todos ellos. 37 Y comenzaron a llorar desconsoladamente[y], y abrazando a[z] Pablo, lo besaban, 38 afligidos[aa]especialmente por la palabra que había dicho
de que ya no volverían a ver su rostro. Y lo acompañaron hasta el barco.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Limpia tu camino.
¿Con que limpiara el
joven su camino?
Interesante pregunta
que lleva a reflexionar sobre el camino recorrido, pero más aun sobre el tramo
que falta recorrer.
Cuando uno es joven,
en general, cree que tiene el tiempo a su favor, y en esta creencia suele dejar
para más adelante decisiones transcendentales, la principal de ellas, su
relación con Dios.
“¿Con qué limpiará el
joven su camino? Con guardar tu palabra.” Salmos 119:9 (RVR1960).
En la segunda parte
del versículo encontramos la respuesta: “Con guardar tu palabra.”
Guardar la Palabra de
Dios implica conocerla, atesorarla, vivirla, además de respetarla y obedecerla.
Si eres joven, no
dejes para después tu relación con el Señor, no llegues al punto de
arrepentirte por haber desperdiciado años preciosos de tu vida en cosas sin
valor.
Tal como el salmista
expresa en los versículos siguientes: “Con todo mi corazón te he buscado; No me
dejes desviarme de tus mandamientos. 11 En mi corazón he guardado tus dichos,
Para no pecar contra ti. 12 Bendito tú, oh Jehová; Enséñame tus estatutos.”
Salmos 119:10-12 (RVR1960). Busca con todo corazón al Señor y guarda Su
Palabra, aprende bajo Su tutela sus mandatos y estatutos.
“En tus mandamientos
meditaré; Consideraré tus caminos. Me regocijaré en tus estatutos; No me
olvidaré de tus palabras.” Salmos 119:15-16 (RVR1960).
Medita en ellos,
considéralos y no los olvides.
Cesia Serna
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
UN ENCUENTROP CON LA
PALABRA
REFLEXION
MI VIDA ES TUYA
“No solo el que me
dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la
voluntad de mi Padre que está en los cielos” Mateo 7:21 (RVR 1960).
Cuando nos referimos a Jesús como nuestro Señor
estamos diciendo que Él es amo, dueño de todo nuestro ser y de lo que tenemos.
La pregunta es, si realmente es así o solamente nos acercamos a Él cuando
necesitamos obtener algo.
La búsqueda de Dios
no debe limitarse a querer satisfacer algún deseo o necesidad, sino debe ser
más profunda, procurando conocer Su voluntad para nuestra vida.
Esto solo lo podemos
lograr cuando le permitimos a Él que sea el único Señor de nuestra vida así que
¡Dale nuevamente el control!
Neyda Cruz
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
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