Lucas 11:9-13 La
Biblia de las Américas (LBLA)
Jesús enseña sobre la oración
11 Y aconteció que
estando Jesús[a] orando en
cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: Señor, enséñanos a
orar, así como Juan enseñó también a sus discípulos. 2 Y El les dijo: Cuando
oréis, decid:
“[b]Padre,
santificado sea tu nombre.
Venga tu reino.
3 “Danos hoy[c] el pan nuestro de cada día[d].
4 “Y perdónanos nuestros pecados,
porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben.
Y no nos metas en tentación.”
Venga tu reino.
3 “Danos hoy[c] el pan nuestro de cada día[d].
4 “Y perdónanos nuestros pecados,
porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben.
Y no nos metas en tentación.”
5 También les dijo: Supongamos
que uno de vosotros[e] tiene un
amigo, y va a él a medianoche y le dice: “Amigo, préstame tres panes, 6 porque un amigo mío
ha llegado de viaje a mi casa,
y no tengo nada que ofrecerle[f]”; 7 y aquél, respondiendo
desde adentro, le dice: “No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos
y yo estamos acostados[g]; no puedo
levantarme para darte nada.” 8 Os digo que aunque no
se levante a darle algo por
ser su amigo, no obstante, por su importunidad[h] se
levantará y le dará cuanto necesite. 9 Y yo os digo: Pedid,
y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 10 Porque todo el que
pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 11 O suponed que a uno
de vosotros que es padre, su hijo le pide[i] pan;
¿acaso le dará una piedra? O si le
pide un[j] pescado;
¿acaso le dará una serpiente en lugar del pescado? 12 O si le[k] pide un
huevo; ¿acaso le dará un escorpión? 13 Pues si vosotros
siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial[l]dará el Espíritu
Santo a los que se lo pidan?
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Y ERA YA UN RÍO…
(Ezequiel 47:5)
Publicado por: Cristianos en Devocional Diario 0
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¡Deshazte de tu vara de medir!
“…Y ERA YA UN RÍO…” (Ezequiel 47:5)
El apóstol Pablo
escribe:
“Y a Aquel que es
poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos
o entendemos, según el poder que actúa en nosotros” (Efesios 3:20).
Pero tú dices: ‘Con
mi falta de estudios, escasos medios económicos, salud deficiente y los errores
pasados, no sé cómo voy a triunfar.’
También puedes leer:
Junto a Aguas de Reposo Me Pastoreará
Cuando Dios está en medio, deja a un lado tu vara de medir.
Cuando Dios está en medio, deja a un lado tu vara de medir.
Ezequiel tuvo una
visión:
vio un río que salía
del templo y lo describe así: “Salió el hombre… llevando un cordel en la mano.
Midió mil codos y me hizo pasar por las aguas, que me llegaban hasta los
tobillos. Midió otros mil y me hizo pasar por las aguas, que me llegaban hasta
las rodillas. Midió luego otros mil y me hizo pasar por las aguas, que me
llegaban hasta la cintura. Midió otros mil, y era ya un río que yo no podía
pasar, porque las aguas habían crecido de manera que el río no se podía pasar
sino a nado… Entonces me dijo: …Todo ser viviente que nade por dondequiera que
entren estos dos ríos, vivirá… Y junto al río, en la ribera… crecerá toda clase
de árboles frutales; sus hojas nunca caerán ni faltará su fruto. A su tiempo
madurará, porque sus aguas salen del santuario…” (Ezequiel 47:3-12).
Fijémonos en que este
río proviene de Dios. Él es el único que determina tu futuro y decide tu
abundancia. Aunque uno puede sembrar y otro segar… “Dios da el crecimiento” (1
Corintios 3:7).
¿Quién determina el alcance de tu bendición? ¡Dios! Por lo tanto, ¡Deshazte de tu vara de medir!
¿Quién determina el alcance de tu bendición? ¡Dios! Por lo tanto, ¡Deshazte de tu vara de medir!
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
El hechizo.
Cuentan que cierto
indígena acudió muy afligido a un misionero, porque su perro había devorado
algunas hojas de una Biblia que le había sido regalada pocos días antes por la
misión.
- No se preocupe
tanto por la pérdida de una Biblia – le replicó el misionero- pues fácilmente
podemos conseguirle otra.
- No es eso –
respondió el aborigen- No se trata del libro, sino de mi perro que era un
magnífico cazador, y ahora, ¿Cómo voy a dar de comer a mi familia?
- ¿Qué quiere decir?
– preguntó intrigado el misionero.
- Se lo explicaré-
dijo el indígena. Yo he visto muchos casos de gente que ha venido a la misión y
por el hechizo de este libro, los que antes eran guerreros y pendencieros se
han vuelto mansos como corderos, y ya no quieren pelear ni matar a nadie. Si mi
perro ha caído bajo el hechizo de este libro ser volverá también manso y, ¿cómo
voy a hacer para atrapar la caza?
El misionero le explicó que el “hechizo” no consiste en comer, sino en creer y aceptar las enseñanzas del Sagrado libro.
El misionero le explicó que el “hechizo” no consiste en comer, sino en creer y aceptar las enseñanzas del Sagrado libro.
Si bien sabemos que
no se trata de ningún “hechizo”, el argumento de este nativo y su declaración
de lo que había visto en otros, nos muestra que la Palabra de Dios tiene poder
cuando es aceptada y se busca obedecerla con humildad.
“No solo escuchen la
palabra de Dios; tienen que ponerla en práctica. De lo contrario, solamente se
engañan a sí mismos. Pues, si escuchas la palabra pero no la obedeces, sería
como ver tu cara en un espejo; te ves a ti mismo, luego te alejas y te olvidas
cómo eres. Pero si miras atentamente en la ley perfecta que te hace libre y la
pones en práctica y no olvidas lo que escuchaste, entonces Dios te bendecirá
por tu obediencia”. Santiago 1: 22-25 (NTV)
De nada sirve que
leamos la Biblia sólo porque sí o que tengamos más de una versión de ella, si
es que no creemos en las Escrituras y no estamos dispuestos a obedecerlas, de
ser así pasarán a ser parte de nuestra biblioteca personal, se convertirán en
un libro más.
La Biblia, al ser
palabra de Dios tiene el poder para transformar vidas, incluso, podríamos leer
cientos de veces un mismo versículo, una parábola, un relato y siempre
encontraremos una enseñanza diferente, algo que no habíamos visto anteriormente
pero que en ese instante hablará a nuestro corazón, nos exhortará y nos
alentará. Es por eso que Hebreos 4:12 dice: “Pues la palabra de Dios es viva y
poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el
alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al
descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos.” (NTV)
Posiblemente hasta
hoy has estado leyendo la Biblia sólo por leerla y no has permitido que las
Escrituras puedan penetrar a tu corazón y transformar tu vida. Pídele a Dios
que te de humildad, entendimiento y sabiduría para poner en práctica su Palabra
y que la gente pueda ver en tu vida el poder transformador que tiene.
Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ
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