Hebreos 13:5-6 La
Biblia de las Américas (LBLA)
Deberes cristianos
13 Permanezca[a] el amor
fraternal. 2 No os olvidéis de
mostrar hospitalidad[b], porque por
ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.3 Acordaos de los
presos, como si estuvierais presos
con ellos, y de los
maltratados, puesto que también vosotros estáis en el cuerpo. 4 Sea el
matrimonio honroso en todos, y el lecho matrimonial sin mancilla, porque a los inmorales[c] y a los
adúlteros los juzgará Dios. 5 Sea vuestro carácter
sin avaricia, contentos con lo que tenéis, porque El mismo ha dicho: Nunca te dejare ni te desamparare, 6 de manera que decimos
confiadamente:
El Señor es el que me ayuda; no
temere.
¿Que podra hacerme el hombre?
¿Que podra hacerme el hombre?
7 Acordaos de vuestros
guías que os hablaron la palabra de Dios, y considerando el resultado de
su conducta[d], imitad su fe. 8 Jesucristo esel mismo ayer y hoy y por los
siglos. 9 No os dejéis llevar
por doctrinas[e]diversas y
extrañas, porque buena cosa es para el corazón el ser fortalecido con[f] la gracia,
no con alimentos, de los que no recibieron beneficio los que de ellos se
ocupaban[g]. 10 Nosotros
tenemos un altar del cual no tienen derecho a comer los que sirven al
tabernáculo[h].11 Porque
los cuerpos de aquellos animales, cuya sangre es llevada al santuario por el
sumo sacerdote como ofrenda por
el pecado, son quemados fuera del campamento. 12 Por
lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre,
padeció fuera de la puerta. 13 Así
pues, salgamos a El fuera del campamento, llevando su oprobio. 14 Porque
no tenemos aquí una ciudad permanente, sino que buscamos la que está por venir. 15 Por
tanto, ofrezcamos continuamente mediante El, sacrificio de alabanza a Dios, es
decir, el fruto de labios que confiesan[i] su nombre. 16 Y
no os olvidéis de hacer el bien y de la ayuda mutua[j], porque de
tales sacrificios se agrada Dios. 17 Obedeced
a vuestros pastores[k] y sujetaos a ellos, porque ellos velan por
vuestras almas, como quienes han de dar cuenta. Permitidles que lo hagan[l] con
alegría y no quejándose, porque eso no sería provechoso para vosotros.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
¿Cómo Ser Más Como
Cristo Según La Biblia?
Publicado por: Cristianos en Los Cristianos 0
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¿Cómo Ser Más Como Cristo Según La Biblia?
“…SOMOS TRANSFORMADOS… EN SU MISMA IMAGEN” (2 Corintios 3:18)
Llegar a ser como
Cristo no quiere decir perder tu individualidad y convertirte en un clon
robótico. Dios creó los rasgos que te hacen único, por lo tanto, no va a querer
destruirlos.
Ser más como Cristo
tiene que ver con la transformación de tu carácter, no de tu personalidad.
Escribe Pablo:
“…Echad fuera de
vuestra vida esa vieja naturaleza… Renovaos en vuestro espíritu y vuestros
pensamientos, y revestíos de la nueva naturaleza, creada por Dios…” (Efesios
4:22-24 Castilian).
Cuando olvidas que lo primordial que Dios quiere para tu vida es la transformación de tu carácter, y no tu comodidad, te frustras y te cuestionas: ¿Por qué me está pasando esto? ¿Por qué no interviene el Señor?
Cuando olvidas que lo primordial que Dios quiere para tu vida es la transformación de tu carácter, y no tu comodidad, te frustras y te cuestionas: ¿Por qué me está pasando esto? ¿Por qué no interviene el Señor?
La vida abundante no
consiste en la ausencia de adversidad, sino en el crecimiento en medio de ella.
Conforme el Espíritu
de Dios opera en nosotros, somos transformados a la imagen de Cristo. De
acuerdo, pero ¿cómo se produce esto en el diario vivir?
Pues mediante
nuestras decisiones –primero decidimos hacer lo correcto y luego confiamos que
el Espíritu de Dios nos dé la fortaleza, el amor, la fe y la sabiduría para
llevarlo a cabo. Puesto que su Espíritu vive dentro de nosotros, sólo tenemos
que pedir esas cosas para que sucedan. Sin embargo, cuando pides algo y Dios te
indica lo que hay que hacer, tienes que obedecerlo.
Cuando Josué se
encontró a la orilla del río Jordán, sus aguas sólo se retiraron después de
mojarse los pies. ¡La obediencia desata el poder de Dios! Dios espera que
actúes de acuerdo a sus directivas.
No puedes esperar
hasta que te sientas capaz o con suficiente confianza en ti mismo; debes
avanzar en medio de tus debilidades, haciendo lo debido a pesar de tus temores.
Así es como cooperas con el Espíritu Santo, y como se desarrolla en ti un
carácter que refleja a Cristo.
Se puede comparar el
crecimiento espiritual a una semilla, un edificio y un niño. Cada una de estas
cosas requiere tu colaboración. Una vez plantada la semilla, hace falta
regarla, fertilizarla y protegerla.
Cuando se erige un
edificio, hay que mantenerlo. Cuando nace un niño, hace falta cuidarlo,
enseñarle y disciplinarlo. Hay que entender, no obstante, que el esfuerzo
humano no juega papel alguno en la salvación, aunque sí es el elemento esencial
del crecimiento espiritual. No puedes quedarte sentado y esperar evolucionar y
madurar espiritualmente.
Pablo expone nuestras
tres responsabilidades para llegar a ser más como Cristo:
1) Decidirnos.
“…Despojaos del viejo hombre, que está corrompido por los deseos engañosos” (Efesios 4:22).
Tenemos que decidir a diario despojarnos de nuestras viejas costumbres.
“…Despojaos del viejo hombre, que está corrompido por los deseos engañosos” (Efesios 4:22).
Tenemos que decidir a diario despojarnos de nuestras viejas costumbres.
2) Renovarnos.
“No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento…” (Romanos 12:2).
La palabra griega para transformación es “metamorfosis”, que describe el fascinante proceso por el que un gusano se convierte en mariposa. Eso nos da una imagen de lo que ocurre cuando pasamos tiempo en oración, alimentándonos de la Palabra de Dios y dejando que Él dirija nuestros pensamientos. Al asumir la belleza del carácter de Cristo, comenzamos a crecer y a elevarnos a cotas más altas.
“No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento…” (Romanos 12:2).
La palabra griega para transformación es “metamorfosis”, que describe el fascinante proceso por el que un gusano se convierte en mariposa. Eso nos da una imagen de lo que ocurre cuando pasamos tiempo en oración, alimentándonos de la Palabra de Dios y dejando que Él dirija nuestros pensamientos. Al asumir la belleza del carácter de Cristo, comenzamos a crecer y a elevarnos a cotas más altas.
3) Revestirnos.
Debemos revestirnos cada día con el carácter de Cristo. ¿Cómo se hace? Creando nuevos hábitos. Tu carácter está constituido por la suma de tus hábitos diarios; es decir, ¡llegas a ser lo que haces! Por ello, “…revestíos de la nueva naturaleza, creada por Dios en justicia y santidad verdaderas” (Efesios 4:24 Castilian).
Si quieres ser como Cristo, sigue los tres pasos anteriores y lo conseguirás.
Debemos revestirnos cada día con el carácter de Cristo. ¿Cómo se hace? Creando nuevos hábitos. Tu carácter está constituido por la suma de tus hábitos diarios; es decir, ¡llegas a ser lo que haces! Por ello, “…revestíos de la nueva naturaleza, creada por Dios en justicia y santidad verdaderas” (Efesios 4:24 Castilian).
Si quieres ser como Cristo, sigue los tres pasos anteriores y lo conseguirás.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Un lugar de Gracia.
“Acerquémonos, pues,
confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia
para el oportuno socorro.” Hebreos 4:16 Versión Reina-Valera 1960
Jesús predicó muchas
veces sobre la Gracia que Dios le da al hombre que se arrepiente verdaderamente
de sus pecados y quizás la parábola que más representa esa realidad es la del
hijo pródigo (Lucas 15:11-32).
La historia comienza
con un jovencito reclamando la parte de la herencia que le correspondía para
luego marcharse de su casa. Poco a poco los constantes excesos lo llevaron a
quedarse sin dinero para subsistir hasta que tuvo que trabajar en el oficio que
para la época era el más despreciable de todos: cuidador de cerdos.
En ese momento el
muchacho recapacita al ver a esos animales revolcándose en su propia mugre y
comiendo de lo que cae al suelo. Es casi un reflejo de lo grotesca que se ha
convertido su vida.
“Cuántos jornaleros
en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre. Me
levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y
contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus
jornaleros”, fueron las palabras que pronunció para luego levantarse y
emprender el camino de vuelta a su hogar.
Todo ese tiempo de
necesidad y pena le sirvieron para comprender todos los errores que había
cometido. Cuando estaba llegando a su casa vio a su Padre acercarse y le dijo
las palabras que había pensado: “… he pecado contra el cielo y contra ti, y ya
no soy digno de ser llamado tu hijo.”
En toda esta historia
lo verdaderamente sorprendente es la reacción del Padre. Como autoridad en su
familia tenía todo el derecho de castigar a su hijo por lo que había hecho,
pero al ver que estaba arrepentido decidió perdonarlo.
Ahora ese muchacho sabía
que su hogar era un lugar al que siempre podía regresar sin importar lo que
podía pasar y más que todo, sabía que siempre podría encontrar amor y bondad en
los brazos de su Padre.
Recuerda: cuando
llega la tristeza, la aflicción, los problemas o la culpa por algún error
cometido, los brazos de Dios siempre son el mejor lugar al que se puede correr
para encontrar Gracia.
Héctor Colque
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
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