Zacarías 8:7-14 La
Biblia de las Américas (LBLA)
Futura paz y prosperidad de Sion
8 Y
vino la palabra del Señor de los
ejércitos, diciendo: 2 Así dice el Señor de los
ejércitos: “He celado a Sion con gran celo, sí, con gran furor la he celado.” 3 Así dice el Señor: “Volveré a Sion y
en medio de Jerusalén moraré. Y Jerusalén se llamará Ciudad de la Verdad[a], y el monte del Señor de los
ejércitos, Monte Santo.” 4 Así dice el Señor de los
ejércitos: “Aún se sentarán ancianos y ancianas en las calles[b] de
Jerusalén, cada uno con su bastón en la mano por causa de sus muchos días. 5 “Y las calles[c] de la
ciudad se llenarán de muchachos y muchachas que jugarán en sus calles[d].” 6 Así dice el Señor de los
ejércitos: “Si en aquellos días esto parece
muy difícil[e] a los ojos del
remanente de este pueblo, ¿será también muy difícil[f] a mis
ojos?” —declara el Señor de los
ejércitos. 7 Así dice el Señor de los
ejércitos: “He aquí, salvaré a mi pueblo de la tierra del oriente[g] y de la
tierra donde se pone el sol; 8 y los traeré y
habitarán en medio de Jerusalén; y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios
en verdad[h] y en
justicia.”
9 Así dice el Señor de los
ejércitos: “Sean fuertes vuestras manos, vosotros que escucháis en estos días
estas palabras de la boca de los profetas, los cuales hablaron el día en que se
pusieron los cimientos de la casa del Señor de los
ejércitos para la reedificación del templo.10 “Porque
antes de aquellos días no había paga para hombre ni paga para el ganado; y no
había paz[i] para el
que salía o entraba a causa del enemigo[j], y yo puse a
todos los hombres unos contra otros. 11 “Pero
ahora yo no trataré al
remanente de este pueblo como en los días pasados” —declara el Señor de los
ejércitos. 12 “Porque habrá simiente de paz: la vid
dará su fruto, la tierra dará su producto y los cielos darán su rocío; y
haré que el remanente de este pueblo herede todas estas cosas. 13 “Y
sucederá que como fuisteis maldición entre las naciones, casa de Judá y casa de
Israel, así os salvaré para que seáis bendición. No temáis, mas sean fuertes vuestras manos.”
14 Porque así dice el Señor de los ejércitos:
“Tal como me propuse haceros mal cuando vuestros padres me hicieron enojar”
—dice el Señorde los ejércitos— “y
no me he arrepentido, 15 así
me he propuesto en estos días volver a hacer bien a Jerusalén y a la casa
de Judá. ¡No temáis! 16 “Estas
son las cosas que debéis hacer: decid la verdad unos a otros, juzgad con verdad
y con juicio de paz en vuestras puertas[k], 17 no
traméis en vuestro corazón el mal uno contra otro, ni améis el juramento falso;
porque todas estas cosas son las que odio” —declara el Señor.
18 Entonces la palabra
del Señor de los
ejércitos vino a mí, diciendo:19 Así
dice el Señor de los
ejércitos: “El ayuno del cuarto mes,
el ayuno del quinto, el ayuno del séptimo y el ayuno del décimo se
convertirán para la casa de Judá en gozo, alegría y fiestas alegres[l]. Amad, pues, la
verdad y la paz.” 20 Así
dice el Señor de los
ejércitos: “Y será que aun
vendrán pueblos y habitantes de muchas ciudades; 21 y
los habitantes de una irán a otra, diciendo: ‘Vamos sin demora a implorar el
favor[m] del Señor, y a buscar al Señor de los
ejércitos. Yo también iré.’ 22 “Y
vendrán muchos pueblos y naciones poderosas a buscar al Señor de los
ejércitos en Jerusalén y a implorar el favor del Señor.” 23 Así
dice el Señor de los
ejércitos: “En aquellos días diez hombres de todas las lenguas de las naciones
asirán[n] el[o] vestido de
un judío, diciendo: ‘Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con
vosotros.’”
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
TÚ GUARDARÁS EN
COMPLETA PAZ (Isaías 26:3)
Publicado por: Cristianos en Devocional Diario 0
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No pierdas tu paz.
Perdemos la
tranquilidad de espíritu por cuatro razones:
1) Intentamos cambiar
a nuestros seres queridos.
Conforme avanzas en la vida y maduras, te das cuenta de que no puedes cambiar a nadie; ¡sólo Dios puede hacerlo! Y Él actúa cuando tú te haces a un lado y los amas tal y como son. Eso no significa estar de acuerdo con todo lo que hacen, sino decidir amarlos, pase lo que pase, reclamando las promesas de Dios para sus vidas y dejando que Él intervenga a Su manera, en Su tiempo y para Su gloria. La razón por la que te sientes agobiado, tal vez sea porque estás tratando de hacer algo ahí donde no te corresponde.
Conforme avanzas en la vida y maduras, te das cuenta de que no puedes cambiar a nadie; ¡sólo Dios puede hacerlo! Y Él actúa cuando tú te haces a un lado y los amas tal y como son. Eso no significa estar de acuerdo con todo lo que hacen, sino decidir amarlos, pase lo que pase, reclamando las promesas de Dios para sus vidas y dejando que Él intervenga a Su manera, en Su tiempo y para Su gloria. La razón por la que te sientes agobiado, tal vez sea porque estás tratando de hacer algo ahí donde no te corresponde.
2) Hacemos que
ocurran las cosas cuando no es el tiempo debido.
“Todo tiene su tiempo…” (Eclesiastés 3:1). Si has criado hijos, sabrás que una de sus características principales es su impaciencia: lo quieren todo instantáneamente. Dios quiere que dejemos nuestras actitudes infantiles y para ello nos deja que esperemos, confiemos y maduremos.
“Todo tiene su tiempo…” (Eclesiastés 3:1). Si has criado hijos, sabrás que una de sus características principales es su impaciencia: lo quieren todo instantáneamente. Dios quiere que dejemos nuestras actitudes infantiles y para ello nos deja que esperemos, confiemos y maduremos.
3) Nos disgustamos
porque no progresamos lo bastante rápido.
Es verdad que si descuidas tu crecimiento espiritual, éste se resentirá, pero en última instancia “nosotros todos… somos transformados… por la acción del Espíritu del Señor” (2 Corintios 3:18). Aprende a disfrutar de la vida mientras Dios se ocupa de tus problemas, ¡porque siempre habrá problemas!
Es verdad que si descuidas tu crecimiento espiritual, éste se resentirá, pero en última instancia “nosotros todos… somos transformados… por la acción del Espíritu del Señor” (2 Corintios 3:18). Aprende a disfrutar de la vida mientras Dios se ocupa de tus problemas, ¡porque siempre habrá problemas!
4) Cada vez nos
exigimos más a nosotros mismos.
Hacemos lo que creemos que Dios quiere sin consultarle qué es lo que en realidad Él quiere que hagamos o cómo debemos hacerlo. Y acabamos quemándonos.
¿Cuál es la solución?: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado” (Isaías 26:3).
Hacemos lo que creemos que Dios quiere sin consultarle qué es lo que en realidad Él quiere que hagamos o cómo debemos hacerlo. Y acabamos quemándonos.
¿Cuál es la solución?: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado” (Isaías 26:3).
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
¡De inmediato!
¿Cuántas veces
“esperar” te ha desesperado?
Aunque se trate de
realizar una actividad entretenida como ir al cine, al parque o a un concierto,
nos desespera tener que esperar el ingreso porque queremos ser atendidos de
inmediato. La realidad es que en diferentes sucesos de nuestra vida tendremos
que aprender a ser pacientes, en especial si queremos recibir algo mayor.
“No perdáis, pues,
vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la
paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.”
Hebreos 10:35-36 (RVR 19960)
Esperar demasiado
desanima y a veces se pierde la esperanza, pero el Señor menciona que nuestra
confianza tiene un gran premio; por lo que es necesario que seamos pacientes,
haciendo la voluntad de Dios para conseguir la promesa.
Por muchos años he
orado por la conversión de mi padre, siempre anhelaba verlo bautizarse de
blanco y clamaba al Señor todo el tiempo por esta petición. Hace una semana
pude festejar con mi familia su bautizo en agua. Esperar no fue fácil, a veces
perdía las esperanzas, pero el Señor me ayudó a ser paciente para recibir su
hermosa promesa.
“Mirad como el
labrador espera el fruto precioso de la tierra siendo paciente en ello hasta
que recibe la lluvia temprana y la tardía”. Santiago 5:7 (RVR 19960)
Si tienes una
petición en tu corazón como: la salvación de tu familia, sanidad, ser libre de
alguna dependencia u otros, debes ser como el labrador que espera el tiempo de
la cosecha, después de haber trabajado tanto para sembrar los frutos. Recuerda
que la paciencia tiene un gran premio, por tanto, no te desanimes.
¡No te desesperes!
Recuerda que es necesario “esperar” antes de obtener lo que quieres.
Shirley Chambi
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
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