Salmos 10:17 La
Biblia de las Américas (LBLA)
Oración pidiendo la caída de los impíos
10 ¿Por qué, oh Señor, te mantienes alejado,
y te escondes[a] en tiempos de tribulación?
2 Con arrogancia el impío acosa[b] al afligido;
¡que sea[c] atrapado en las trampas que ha urdido!
y te escondes[a] en tiempos de tribulación?
2 Con arrogancia el impío acosa[b] al afligido;
¡que sea[c] atrapado en las trampas que ha urdido!
3 Porque del deseo de su corazón[d] se jacta
el impío,
y el codicioso maldice[e] y desprecia al Señor.
4 El impío, en la altivez de su rostro, no busca a Dios.
Todo su pensamiento es[f]: No hay Dios[g].
y el codicioso maldice[e] y desprecia al Señor.
4 El impío, en la altivez de su rostro, no busca a Dios.
Todo su pensamiento es[f]: No hay Dios[g].
5 Sus caminos prosperan[h] en todo
tiempo;
tus juicios, oh Dios, están en lo alto, lejos de su vista;
a todos sus adversarios los desprecia.
6 Dice en su corazón: No hay quien me mueva[i];
por todas las generaciones no sufriré adversidad.
7 Llena está su boca de blasfemia, engaño y opresión;
bajo su lengua hay malicia e iniquidad.
8 Se sienta al acecho en las aldeas,
en los escondrijos mata al inocente;
sus ojos espían[j] al desvalido[k].
9 Acecha en el escondrijo como león en su guarida;
acecha para atrapar al afligido,
y atrapa al afligido arrastrándolo a su red.
10 Se agazapa, se encoge,
y los desdichados[l] caen en sus garras.
11 Dice en su corazón: Dios se ha olvidado;
ha escondido su rostro; nunca verá nada.
tus juicios, oh Dios, están en lo alto, lejos de su vista;
a todos sus adversarios los desprecia.
6 Dice en su corazón: No hay quien me mueva[i];
por todas las generaciones no sufriré adversidad.
7 Llena está su boca de blasfemia, engaño y opresión;
bajo su lengua hay malicia e iniquidad.
8 Se sienta al acecho en las aldeas,
en los escondrijos mata al inocente;
sus ojos espían[j] al desvalido[k].
9 Acecha en el escondrijo como león en su guarida;
acecha para atrapar al afligido,
y atrapa al afligido arrastrándolo a su red.
10 Se agazapa, se encoge,
y los desdichados[l] caen en sus garras.
11 Dice en su corazón: Dios se ha olvidado;
ha escondido su rostro; nunca verá nada.
12 Levántate, oh Señor; alza, oh Dios, tu mano.
No te olvides de los pobres.
13 ¿Por qué ha despreciado el impío a Dios?
Ha dicho en su corazón: Tú no lo requerirás.
14 Tú lo has visto, porque has contemplado la malicia y la vejación, para hacer justicia con[m] tu mano.
A ti se acoge el desvalido[n];
tú has sido amparo[o] del huérfano.
15 Quiebra tú el brazo del impío y del malvado;
persigue su maldad hasta que desaparezca[p].
No te olvides de los pobres.
13 ¿Por qué ha despreciado el impío a Dios?
Ha dicho en su corazón: Tú no lo requerirás.
14 Tú lo has visto, porque has contemplado la malicia y la vejación, para hacer justicia con[m] tu mano.
A ti se acoge el desvalido[n];
tú has sido amparo[o] del huérfano.
15 Quiebra tú el brazo del impío y del malvado;
persigue su maldad hasta que desaparezca[p].
16 El Señor es Rey eternamente y para siempre;
las naciones han perecido de su tierra.
17 Oh Señor, tú has oído el deseo de los humildes[q];
tú fortalecerás su corazón e inclinarás tu oído
18 para vindicar[r] al huérfano y al afligido;
para que no vuelva a causar terror el hombre de la tierra[s].
las naciones han perecido de su tierra.
17 Oh Señor, tú has oído el deseo de los humildes[q];
tú fortalecerás su corazón e inclinarás tu oído
18 para vindicar[r] al huérfano y al afligido;
para que no vuelva a causar terror el hombre de la tierra[s].
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
¿Cómo Usar El Don de
Dios En Ti Según La Biblia?
El Don de Dios En Tu Vida ¿Cómo Usarlo?
El Don de Dios En Tu Vida ¿Cómo Usarlo?
“…EL QUE TIENE EL
DON… ÚSELO…” (Romanos 12:6)
La Biblia dice:
“Tenemos, pues, diferentes dones, según la gracia que nos es dada: el que tiene
el don… úselo…” (Romanos 12:6).
Dios nos ha concedido
la gracia de hacer bien ciertas cosas. Eso no significa que las puertas se
vayan a abrir automáticamente y que vayamos a subir como la espuma en un abrir
y cerrar de ojos. Lo que se consigue rápidamente, se pierde rápidamente.
Primero tienes que
discernir tus dones y usar toda oportunidad para afinarlos, aprender de tus
errores y ser constante en ocuparte de eso a lo que Dios te ha llamado.
En el instituto,
“Sparky” reprobó Latín, Álgebra, Inglés y Física. Llegó a jugar en el equipo de
golf pero enseguida perdió la competición más decisiva de la temporada, y luego
también perdió el juego de consolación. Era bastante inadaptado socialmente,
con una timidez extrema. Nunca pidió a ninguna chica que saliera con él
mientras estaba en la secundaria. Pero había algo que sí le apasionaba:
dibujar.
Estaba orgulloso de
sus dibujos, aunque nadie parecía apreciarlos. Presentó unas historietas a los
editores de la revista del instituto, pero fueron rechazadas.
A pesar de todo,
seguía soñando con ser dibujante. Después de su bachillerato, envío muestras de
su trabajo a los estudios de Walt Disney. Y otra vez éstas fueron rechazadas.
¡Pero no se dio por vencido!
Decidió escribir su
autobiografía en viñetas. Se hicieron tan populares esos tebeos que más tarde
se recogieron en libros y se hicieron programas televisivos al respecto. Porque
Sparky no era otro que Charles Schulz, posiblemente el mejor humorista gráfico
de todos los tiempos, el creador de los tebeos de Charlie Brown.
Al igual que su protagonista
Charlie, Schulz parecía no tener éxito en muchas cosas, sin embargo, sacó el
mayor provecho de su talento, no se dio por vencido y llegó muy arriba. Vamos,
¡Usa tu don!
¿Cómo Usar El Don Que
Dios Te Ha Dado Según La Palabra de Dios?
“…EL ESPÍRITU SANTO
NOS DA ALGUNA CAPACIDAD ESPECIAL…” (1 Corintios 12:7 Traducción en lenguaje
actual)
Una de las grandes
ventajas de averiguar cuál es el llamado de tu vida y de cumplirlo es que eso
responde a la pregunta de qué significa el éxito.
Porque muchos tenemos
una definición equivocada. Pensamos que el éxito se mide por cómo hacemos las
cosas –comparado con cómo las hacen las demás. ¡Y eso no conlleva más que
frustración!
Por muy bien que lo
hagas, siempre habrá alguien que lo hace mejor que tú. Pero cuando defines el
éxito en base al propósito de Dios para tu vida, entonces cambia la medida
completamente.
El verdadero éxito no
es lo que has conseguido, comparado con lo que otros han conseguido, sino lo
que has hecho comparado con lo que Dios te pidió que hicieras:
“A cada persona se le
ha dado algo para hacer que demuestra quién es Dios: Todos han recibido algo y
es para beneficio de todos” (1 Corintios 12:4 Parafraseado).
Jesús afirmó que su
éxito consistía en cumplir la obra que su Padre le había encomendado (véase
Juan 17:4).
Pablo pudo decir al
final de su vida: “…He acabado la carrera…” (2 Timoteo 4:7).
Con esa premisa en
mente, el éxito en unos casos tal vez sea dejar un trabajo lucrativo para
seguir el llamado de Dios. O usar tus talentos para su gloria, en lugar de
perseguir la fama y la fortuna.
Sea lo que sea,
cuando sabes que estás cumpliendo tu llamamiento, puedes dejar de compararte
con otros o desear ser alguien diferente.
La Biblia dice que a
todos se nos han dado diferentes dones “para el bien de todos” (1 Corintios
12:7)
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
¿Se rompió algo en tu vida?
Se cuenta que una vez
iba un hombre en su auto por una larga y muy solitaria carretera cuando de
pronto su carro comenzó a detenerse hasta quedar estático.
El hombre bajó,
revisó el auto, trató de averiguar qué era lo que tenía. Pensaba que pronto
podría encontrar el desperfecto, pues hacía muchos años que lo conducía. Sin
embargo, después de mucho tiempo se dio cuenta de que no hallaba la falla del
motor.
En ese momento
apareció otro automóvil, del cual bajó un señor a ofrecerle ayuda. El dueño del
primer carro le dijo: “Mira, este es mi auto de toda la vida, lo conozco como
la palma de mi mano. No creo que tú, sin ser el dueño, puedas o sepas hacer
algo”.
El otro hombre
insistió con una sonrisa, hasta que finalmente el primer hombre dijo: “Está
bien, haz el intento, pero no creo que puedas, pues este es mi auto”.
El segundo hombre se
puso manos a la obra y en pocos minutos encontró el daño que tenía el auto y lo
pudo arrancar.
El dueño del carro
quedó atónito y preguntó: “¿Cómo pudiste arreglar el fallo si es MI auto?”
El segundo hombre
contestó: “Verás, mi nombre es Felix Wankel. Yo inventé el motor rotativo que
usa tu auto”.
Muchas veces, al
igual que el primer hombre, queremos solucionarlo todo por nuestra cuenta,
creemos que porque es nuestra familia, nuestra casa, nuestra deuda, nuestro
trabajo, nuestros hijos, nuestros corazones, etc. nosotros podremos reparar y
solucionar todos los problemas que se presenten y olvidamos que es Dios quien
nos creó, que fue Él quien nos dio las bendiciones que tenemos y creemos que
nosotros podemos hacer un mejor trabajo que Él.
Pero lo cierto es que
por más que luchemos y nos esforcemos en solucionar un problema, nadie lo hará
mejor que Dios, porque Él nos conoce mejor de lo que nosotros mismos podremos
conocernos un día, nos ama infinitamente y sabe qué es lo mejor para cada uno
de nosotros.
Permite que Dios
pueda sanar tu corazón, restaurar tu familia, hacerte soñar de nuevo, entrégale
la vida de tus hijos, tu matrimonio y permítele que repare todo lo que está
dañado.
Recuerda que la
misericordia de Dios es para siempre y que Él cumplirá su propósito en nuestras
vidas y ¿cómo no lo haría si somos creación especial suya, hechos a Su Imagen y
Semejanza?
“Jehová cumplirá su
propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la
obra de tus manos”. Salmos 138:8 (RVR1960)
¿Se rompió algo?
Nadie mejor que Dios, tu creador, para ordenar tus caminos, sanar tu corazón
herido, restaurar tu familia, cumplir tus sueños y darte aún mejores. Nunca
olvides que Él lo sabe todo de ti, conoce cada detalle y tiene grandes planes
para tu vida.
Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
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