1 Reyes 6:23-29 La Biblia de
las Américas (LBLA)
El lugar santísimo
14 Salomón, pues, edificó la casa y la terminó. 15 Luego construyó las paredes de la casa por dentro con tablas de
cedro; desde el suelo de la casa hasta el techo[p] recubrió las paredes interiores de madera; recubrió también el piso
de la casa con tablas de ciprés. 16 Edificó los veinte codos del fondo de la casa con tablas de cedro
desde el suelo hasta el techo[q]; así[r] le edificó el santuario interior, el
lugar santísimo. 17 La casa, es decir, la nave delante del santuario interior tenía
cuarenta codos de largo. 18 Y por dentro la casa estaba
revestida de cedro tallado en forma de calabazas y flores abiertas; todo era
cedro, no se veía la piedra. 19 Entonces preparó el santuario interior dentro de la casa, para
colocar allí el arca del pacto del Señor. 20 Y el[s] santuario interior tenía veinte codos de largo,
veinte codos de ancho y veinte codos de alto, y lo revistió de oro puro; y el
altar lo recubrió de cedro. 21 Salomón revistió el interior de la casa de oro puro. Puso cadenas
de oro a lo largo del frente del santuario interior, y lo revistió de oro. 22 Revistió de oro toda la casa, hasta que toda la casa estuvo
terminada. También revistió de oro todo el altar que estaba junto al
santuario interior.
23 También en el
santuario interior hizo dos querubines de madera de olivo, cada uno de diez
codos de alto. 24 Un ala del querubín tenía cinco codos y la otra ala
del querubín cinco codos; desde la punta de una de sus alas hasta la punta de
la otra de sus alas había diez
codos. 25 El otro querubín
también medía diez
codos; ambos querubines tenían la misma medida y la misma forma. 26 La altura de uno de los querubines era de diez codos, y asimismo la del otro querubín. 27 Colocó los querubines en medio de la casa interior; las alas de
los querubines se extendían de modo que el ala del uno tocaba una pared y el ala del otro
querubín tocaba la otra pared. Sus otras
dos alas se tocaban ala con ala en el centro de la casa. 28 También revistió de oro los querubines.
29 Luego talló todas
las paredes de la casa en derredor con grabados de figuras de querubines,
palmeras y flores abiertas, el santuario interior
y el exterior. 30 Revistió de oro el
piso de la casa, el santuario interior
y el exterior. 31 Y para la entrada
del santuario interior hizo puertas de madera de olivo, el dintel y postes pentagonales. 32 Las dos puertas eran de madera de olivo, y talló en ellas figuras
de querubines, palmeras y flores abiertas, y las revistió de oro; cubrió
también de oro los querubines y las palmeras. 33 Hizo además para la entrada de la nave postes cuadrangulares de
madera de olivo, 34 y dos puertas de madera de ciprés; las dos hojas de una puerta eran giratorias, y las dos hojas[t] de la otra puerta también eran giratorias. 35 Talló en ellas querubines,
palmeras y flores abiertas, y las revistió
de oro bien ajustado a la talladura. 36 Edificó el atrio interior con tres hileras de piedra labrada y una
hilera de vigas de cedro.
37 En el cuarto año,
en el mes de Zif, se echaron los cimientos de la casa del Señor, 38 y en el año undécimo, en el mes de Bul, que es el mes octavo, la
casa fue acabada en todas sus partes y conforme a todos sus planos. La edificó,
pues, en siete años.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
¿Quién te ayudará?
“Alzaré mis ojos a
los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo
los cielos y la tierra.“ Salmos 121: 1--2 (RVR1960)
Hay muchas cosas que
pueden causarnos zozobra, como los problemas a nivel personal, social o quizás
algo que está ocurriendo a nivel mundial. En esas situaciones, nuestra mente
puede divagar con pensamientos que nos intranquilizan más, imaginamos lo peor
para nosotros o nuestros seres queridos; por ello, cuando esto pasa, debemos
recordar quiénes somos y quién es nuestro Dios.
En el Salmo 121 el
autor afirma que Jehová es su Salvador, quien lo libra de todo mal y quien lo
protege; el salmista muestra una gran confianza en el Señor, ¿Tú podrías
afirmar lo mismo o tu confianza no es la misma? No olvidemos que ésta se
desarrolla a través de la comunión diaria, si no te relaciones con Dios,
difícilmente podrás confiar en Él y sus promesas.
En vez de preocuparte
por alguna situación que está fuera de tu control busca de Dios, apóyate en sus
promesas, recibe de su fortaleza y también recuerda que todo ayuda a bien a
quienes aman al Señor.
¡Confía en Dios!
Soraida Fuentes
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
·
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Somos del Señor
Cuentan que el gran
reformador Martín Lutero viajaba a pie muy a menudo. En cierta ocasión pidió
alojamiento en una rústica casa de campesinos. Sin saber quién era, lo
recibieron bien y lo trataron tan bien como pudieron.
Al saber quién era
rehusaron toda paga, pero le pidieron encarecidamente que se acordara de ellos
en sus oraciones y que escribiera con tinta en su pared alguna inscripción de
recuerdo.
Prometió hacerlo y
escribió: “Domini Sumus”. El campesino le preguntó qué significaban aquellas
palabras, y Lutero explicó que tenía doble sentido:
Significan “Somos del Señor”, pero pueden también significar “Somos señores”. Lo uno entra en lo otro: siendo propiedad del Señor Jesucristo, a gran precio adquirida, no debemos ser esclavos de satanás ni de hombre sino señores verdaderamente libres que no sirven al pecado sino al Señor Jesús.
El precio de nuestra libertad fue muy alto, Jesús nos compró con su sangre y al hacerlo nos dio la libertad de servirle y ya no ser esclavos de las cosas terrenales. Como hombres y mujeres verdaderamente libres, se nos otorgó la oportunidad y responsabilidad de elegir a quién serviremos.
“Dios pagó un alto
precio por ustedes, así que no se dejen esclavizar por el mundo”. 1 Corintios
7:23 (NTV)
Que tus acciones,
pensamientos, tus palabras y toda tu vida reflejen un continuo agradecimiento a
aquel que no escatimó el precio por tu libertad.
Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario