Salmos 145:20 La Biblia de
las Américas (LBLA)
Bondad y majestad de Dios
Salmo de Alabanza;
de David.
145 Te exaltaré mi Dios, oh Rey,
y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre.
2 Todos los días te bendeciré,
y alabaré tu nombre eternamente y para siempre.
3 Grande es el Señor, y digno de ser alabado en gran manera;
y su grandeza es inescrutable.
4 Una generación alabará tus obras a otra generación,
y anunciará tus hechos poderosos.
5 En el glorioso esplendor de tu majestad[a],
y en tus maravillosas obras meditaré.
6 Los hombres hablarán del poder[b] de tus hechos portentosos,
y yo contaré tu grandeza.
7 Ellos proclamarán con entusiasmo la memoria de tu mucha bondad,
y cantarán con gozo de tu justicia.
y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre.
2 Todos los días te bendeciré,
y alabaré tu nombre eternamente y para siempre.
3 Grande es el Señor, y digno de ser alabado en gran manera;
y su grandeza es inescrutable.
4 Una generación alabará tus obras a otra generación,
y anunciará tus hechos poderosos.
5 En el glorioso esplendor de tu majestad[a],
y en tus maravillosas obras meditaré.
6 Los hombres hablarán del poder[b] de tus hechos portentosos,
y yo contaré tu grandeza.
7 Ellos proclamarán con entusiasmo la memoria de tu mucha bondad,
y cantarán con gozo de tu justicia.
8 Clemente y compasivo es el Señor,
lento para la ira y grande en misericordia.
9 El Señor es bueno para con todos,
y su compasión, sobre todas sus obras.
10 Señor, tus obras todas te darán gracias,
y tus santos te bendecirán.
11 La gloria de tu reino dirán,
y hablarán de tu poder,
12 para dar a conocer a los hijos de los hombres tus[c] hechos poderosos,
y la gloria de la majestad de tu[d] reino.
13 Tu reino es reino por todos los siglos,
y tu dominio permanece por todas las generaciones.
lento para la ira y grande en misericordia.
9 El Señor es bueno para con todos,
y su compasión, sobre todas sus obras.
10 Señor, tus obras todas te darán gracias,
y tus santos te bendecirán.
11 La gloria de tu reino dirán,
y hablarán de tu poder,
12 para dar a conocer a los hijos de los hombres tus[c] hechos poderosos,
y la gloria de la majestad de tu[d] reino.
13 Tu reino es reino por todos los siglos,
y tu dominio permanece por todas las generaciones.
14 El Señor sostiene a todos los que caen,
y levanta[e] a todos los oprimidos[f].
15 A ti miran[g] los ojos de todos,
y a su tiempo tú les das su alimento.
16 Abres tu mano,
y sacias el deseo de todo ser viviente.
y levanta[e] a todos los oprimidos[f].
15 A ti miran[g] los ojos de todos,
y a su tiempo tú les das su alimento.
16 Abres tu mano,
y sacias el deseo de todo ser viviente.
17 Justo es el Señor en todos sus caminos,
y bondadoso en todos sus hechos.
18 El Señor está cerca de todos los que le invocan,
de todos los que le invocan en verdad.
19 Cumplirá el deseo de los que le temen,
también escuchará su clamor y los salvará.
20 El Señor guarda a todos los que le aman,
pero a todos los impíos destruirá.
21 Mi boca proclamará[h] la alabanza del Señor;
y toda carne bendecirá su santo nombre eternamente y para siempre.
y bondadoso en todos sus hechos.
18 El Señor está cerca de todos los que le invocan,
de todos los que le invocan en verdad.
19 Cumplirá el deseo de los que le temen,
también escuchará su clamor y los salvará.
20 El Señor guarda a todos los que le aman,
pero a todos los impíos destruirá.
21 Mi boca proclamará[h] la alabanza del Señor;
y toda carne bendecirá su santo nombre eternamente y para siempre.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
NADANDO CONTRA LA
CORRIENTE
Es impresionante cómo
el pez Salmón nada en contra de la corriente del río para poder volver a su
lugar de origen, tiene que pasar torrentes que son extremadamente rápidos, y no
puede permitirse ni siquiera un descanso, ya que al hacerlo la corriente del
río lo arrastraría invariablemente. De la misma manera como hijos de Dios debemos
mantener nuestra integridad sin dejarnos llevar por la corriente del mundo.
Al igual que el salmón la pasividad solo nos llevaría
a ser arrastrados hacia donde no queremos ir. Desde el mismo momento en que
aparecen las dudas en el camino de nuestra fe, corremos serios riesgos de ser
llevados por la corriente del mundo. Es por ello que Dios nos da una mandato:
“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes,
porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” Josué 1:9 (RVR
1960).
Neyda Cruz
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Obedientes como los recabitas.
En el capítulo 35 del
libro de Jeremías encontramos el relato de un grupo de israelitas descendientes
de Recab, de quien reciben el nombre de recabitas.
Este era un grupo
nómada que se encontraba en las cercanías de Jerusalén, al ser esta ciudad
sitiada por los babilonios decidieron refugiarse en ella.
Mientras se
encontraban allí, el profeta Jeremías recibió la instrucción de Dios de buscar
a los recabitas y de llevarlos al templo, donde debía invitarles vino; la
respuesta que recibió de ellos fue una rotunda negativa, puesto que habían
recibido la instrucción de Jonadab hijo de Recab, de no beber vino, ni edificar
casa, sembrar o retener algo para sí.
En los versículos 12
al 16 del mencionado capítulo, vemos que su ejemplo es utilizado por Dios para
amonestar al reino de Judá, que se había alejado del Señor siendo desobediente
y adorando a dioses paganos.
La queja del Señor es
que como pueblo escogido no habían oído sus constantes llamadas de volverse a
Él, de dejar sus malos caminos y corregir sus obras. Contrasta su desobediencia
con la obediencia y fidelidad que mostraron los recabitas a la instrucción de
su ancestro.
“Fue firme la palabra
de Jonadab hijo de Recab, el cual mandó a sus hijos que no bebiesen vino, y no
lo han bebido hasta hoy, por obedecer al mandamiento de su padre; y yo os he
hablado a vosotros desde temprano y sin cesar, y no me habéis oído. Y envié a
vosotros todos mis siervos los profetas, desde temprano y sin cesar, para
deciros: Volveos ahora cada uno de vuestro mal camino, y enmendad vuestras obras,
y no vayáis tras dioses ajenos para servirles, y viviréis en la tierra que di a
vosotros y a vuestros padres; mas no inclinasteis vuestro oído, ni me oísteis.
Jeremías 35: 14-15 (RVR1960).
Este relato nos
muestra cuán importante es obedecer a Dios, puesto que trae bendición además de
la seguridad que implica caminar bajo Su dirección.
El resultado de hacer
caso omiso a Su instrucción, deriva inevitablemente en consecuencias dolorosas.
Hoy te animo a
considerar el ejemplo de los recabitas, ¿hay algún área de tu vida con la que
no eres obediente a Dios? Si es así, es tiempo de volverte a Él y dejar de
anteponer tu voluntad a la Suya.
“Ahora, pues, Israel,
¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en
todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón
y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que
yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?” Deuteronomio 10:12-13
(RVR1960).
Cesia Serna
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
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