2 Corintios 5:14 La Biblia de
las Américas (LBLA)
La nueva criatura
11 Por tanto, conociendo el temor del Señor, persuadimos a los
hombres, pero a Dios somos manifiestos, y espero que también seamos manifiestos
en vuestras conciencias. 12 No nos recomendamos otra vez a vosotros, sino que os damos
oportunidad de estar orgullosos de nosotros, para que tengáis respuesta para los que se jactan
en las apariencias y no en el corazón. 13 Porque si estamos locos[h], es para Dios; y si estamos cuerdos, es para
vosotros. 14 Pues el amor de
Cristo nos apremia[i], habiendo llegado a esta conclusión: que uno
murió por todos, por consiguiente, todos murieron; 15 y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí,
sino para aquel que murió y resucitó por ellos. 16 De manera que nosotros de ahora en adelante ya no conocemos a nadie según la
carne; aunque hemos conocido a Cristo según la carne, sin embargo, ahora ya no le conocemos así. 17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es[j]; las cosas viejas pasaron; he aquí, son
hechas nuevas.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
¡REFRENA TU LENGUA!
“¿Quieres vivir una
vida larga y próspera? ¡Entonces refrena tu lengua de hablar el mal y tus
labios de decir mentiras!” Salmos 34:12-13 (NTV)
El Salmista estaba consciente del daño que una lengua
sin freno podría provocar; de ahí es que nace la importancia de aprender a
controlar las palabras que salen de nuestra boca. No es fácil, pero esto de
alguna forma nos da la oportunidad de examinar nuestro corazón. Porque lo que
decimos, y cómo lo decimos, habla mucho de nuestra condición espiritual.
Si alguna vez te has
visto enredado en un chisme, te animo a armarte de valor para cortar con ello,
porque el único fin que tiene es dañar a los demás y provocar división en la
iglesia de Dios. Por ello, antes de que una palabra salga de tus labios, piensa
en si esto edifica o destruye a tu prójimo; y toma en cuenta lo que la Biblia
dice acerca de no hacer a los demás lo que no quieres que te hagan a ti. Porque
¿quién confiaría en alguien que habla mal de los demás, sabiendo que podría
hacer lo mismo contigo? Así que, ¡sé sabio, no hables mal de nadie!
Ruth Mamani
CVCLAVOZ
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
¡Sálvanos Señor que perecemos!
La Biblia cuenta la
historia de un momento cuando los discípulos se encontraron en una situación de
peligro, donde incluso implicaba perder la vida.
“Ese día al
anochecer, les dijo a sus discípulos: Crucemos al otro lado. Dejaron a la
multitud y se fueron con él en la barca donde estaba. También lo acompañaban
otras barcas. Se desató entonces una fuerte tormenta, y las olas azotaban la
barca, tanto que ya comenzaba a inundarse. Jesús, mientras tanto, estaba en la
popa, durmiendo sobre un cabezal, así que los discípulos lo despertaron.
¡Maestro! gritaron, ¿no te importa que nos ahoguemos? Él se levantó, reprendió
al viento y ordenó al mar: ¡Silencio! ¡Cálmate! El viento se calmó y todo quedó
completamente tranquilo. ¿Por qué tienen tanto miedo? dijo a sus discípulos.
¿Todavía no tienen fe? Ellos estaban espantados y se decían unos a otros:
¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?” Marcos 4:35-41 (NVI)
Imagino lo asustados
que se encontraban los discípulos estando en una barca a punto de hundirse, aún
sabiendo que Jesús se encontraba allí, era inevitable no sentir miedo.
Obviamente nada iba
sucederles porque Jesús estaba con ellos, pero pareciera que los discípulos no
conocían bien a su maestro y no tenían plena confianza en que al andar con Él,
toda situación de peligro y riesgo era simplemente parte del camino; se
enfocaron en lo que veían, en sus temores y no así en el capitán del barco.
¿Cuántas veces hemos
actuado de esa forma? Sabemos que Jesús está a nuestro lado para socorrernos,
pero creemos que su presencia no es suficiente, porque necesitamos ver sus
obras.
Es posible que te
encuentres en una situación de peligro y no sabes qué hacer. Pero hoy te animo
a llevar dentro de tu barca al que tiene poder y dominio sobre toda tempestad,
porque a pesar del silencio, Él está para darte la victoria.
Así que no te
desanimes, en la vida tendremos tormentas y riesgos que enfrentar, pero si
nuestra fe está puesta en Jesús, podremos ver más que la realidad, ver lo que
Dios puede hacer y no sólo lo que podemos perder.
¿Estás dispuesto a
poner tu confianza en Jesús?
Ruth Mamani
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
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