Génesis 7:22 La
Biblia de las Américas (LBLA)
El diluvio
6 Noé tenía seiscientos
años cuando el diluvio de las aguas vino[h] sobre la tierra. 7 Entonces entró Noé en el arca, y con él sus hijos, su mujer y las
mujeres de sus hijos, a causa de las aguas del diluvio. 8 De los animales limpios y de los animales que no son limpios, de
las aves y de todo lo que se arrastra sobre la tierra, 9 de dos en dos entraron con[i]Noé en el arca, macho y hembra, como Dios
había ordenado a Noé. 10 Y aconteció que a los siete días las aguas del diluvio vinieron[j] sobre la tierra. 11 El año seiscientos de la vida de Noé, el mes segundo, a los
diecisiete días del mes, en ese mismo día se rompieron todas las fuentes del
gran abismo, y las compuertas[k] del cielo fueron abiertas. 12 Y cayó[l]la lluvia sobre la tierra por cuarenta días y
cuarenta noches.
13 En ese mismo día entró
Noé en el arca, con Sem, Cam y Jafet, hijos de Noé, y la mujer de Noé y las
tres mujeres de sus hijos con ellos, 14 y toda[m] fiera según su especie, y todo ganado
según su especie, y todo reptil que se arrastra sobre la tierra según su
especie, y toda ave según su especie, toda clase de aves[n]. 15 Entraron, pues, con[o] Noé en el arca de dos en dos de toda
carne en que había aliento de vida. 16 Y los que entraron, macho y hembra de toda carne, entraron como
Dios le había mandado; y el Señor cerró la puerta detrás de Noé[p]. 17 Entonces vino[q]el diluvio sobre la tierra por cuarenta días,
y las aguas crecieron y alzaron el arca, y ésta se elevó sobre la tierra. 18 Y las aguas aumentaron y crecieron mucho sobre la tierra; y el
arca flotaba[r] sobre la superficie[s] de las aguas. 19 Y las aguas aumentaron más y más sobre la tierra, y fueron
cubiertos todos los altos montes que hay debajo de todos los cielos. 20 Quince codos[t] por encima subieron las aguas después
que[u] los montes habían sido cubiertos. 21 Y pereció toda carne que se mueve sobre la tierra: aves, ganados,
bestias, y todo lo que pulula sobre la tierra, y todo ser humano; 22 todo aquello en cuya nariz había aliento de espíritu de vida, todo
lo que había sobre la tierra firme, murió. 23 Exterminó, pues, el Señor todo ser
viviente[v] que había sobre la faz de la tierra; desde el hombre hasta los
ganados, los reptiles y las aves del cielo, fueron exterminados de la tierra;
sólo quedó Noé y los que estaban con
él en el arca. 24 Y prevalecieron las
aguas sobre la tierra ciento cincuenta días.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Y se Descoyuntó El
muslo de Jacob Mientras Con Él luchaba. Génesis 32:25
Publicado por: Cristianos en Los Cristianos 0
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y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba. Génesis 32:25.
Nuestro crecimiento
espiritual en Dios puede tener tiempos en los que terminamos cojeando en
nuestro camino hacia el siguiente paso. Las batallas espirituales, emocionales
y físicas nos dejan a muchos preguntándonos si nos desviamos del camino.
Algunos de nosotros nos preguntamos si Dios todavía está con nosotros o si de
alguna manera lo perdimos. Por momentos cojearemos en nuestro caminar
cristiano; pero, aún estamos avanzando en la fe.
Cojear no siempre
significa que tengamos alguna falla moral o espiritual. Más, si la tenemos, hay
gracia, misericordia y perdón para aquellos que buscan a Dios. En ocasiones
cojeamos a causa de las decisiones de otros que nos han decepcionado y nos han
causado dolor. Ocasionalmente cojeamos en la fe porque la vida es a veces
impredecible y desagradable.
Cualesquiera que sean
nuestras razones para cojear, el mensaje más importante es: ¡no te rindas!
Satanás, nuestro enemigo, usará su arma más efectiva llamada el desánimo para
que dejemos de avanzar en nuestro caminar de fe. Podemos resistir su método
sometiendo nuestros corazones a Dios en obediencia y humildad.
De vez en cuando
podemos sentir que nuestra cojera no está haciendo la diferencia. Cuando
cojeamos en la fe, podemos luchar orando, leyendo nuestras Biblias o asistiendo
a la iglesia.
Sin embargo, cuando
bajamos nuestras cabezas para seguir adelante en fe, Dios hace Su obra más
grande en nuestras vidas. Nuestro cojear en la fe nos ayuda a estirarnos para
conocer a Dios como nunca antes lo habíamos hecho.
Jacob cojeó después
de luchar con Dios; sin embargo, no dejó ir a Dios hasta que lo bendijo.
También debemos aferrarnos a Dios a través de la oración y recordando Sus
promesas. Sin embargo, sea que lleguemos al Señor -corriendo, caminando, o
incluso cojeando- sólo en Él encontraremos la verdadera paz.
ORACIÓN
Amado Señor, estoy cojeando en mi fe, pero no voy a desistir de ti. Te ruego que me mantengas avanzando y no retrocediendo en la fe. En el nombre de Jesús, amén.
Amado Señor, estoy cojeando en mi fe, pero no voy a desistir de ti. Te ruego que me mantengas avanzando y no retrocediendo en la fe. En el nombre de Jesús, amén.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Fracturas Internas.
Un pastor visitaba un
manicomio con su director. Al terminar le preguntó cuántos pacientes había en
el lugar.
- Entre siete y
ochocientos- respondió el director.
- ¿Tantos? Seguro necesitan muchos cuidadores para controlar a tanta gente maniaca.
- No muchos - Dijo el director.
- Pero supongamos- insistió el ministro- que todos estos hombres se unieran en contra de ustedes, ¿Qué harían?
- Esto es lo que menos nos preocupa – respondió el director – Los locos nunca se unen.
- ¿Tantos? Seguro necesitan muchos cuidadores para controlar a tanta gente maniaca.
- No muchos - Dijo el director.
- Pero supongamos- insistió el ministro- que todos estos hombres se unieran en contra de ustedes, ¿Qué harían?
- Esto es lo que menos nos preocupa – respondió el director – Los locos nunca se unen.
Una de las mayores
debilidades dentro de las iglesias, las familias, las empresas y cualquier
lugar donde exista un grupo humano es la falta de unidad entre sus miembros y,
por lo tanto, es una locura pretender tener éxito cuando reina la desunión.
Como humanos, siempre
tendemos a buscar nuestro beneficio personal, sobresalir entre la multitud, ser
reconocidos, aprovechar las ventajas para nosotros mismos, olvidando que el
crecimiento del grupo es también un beneficio personal; y si hablamos de las
iglesias, nuestro trabajo y vida no responden a objetivos estrictamente
personales o humanos, sino a metas eternas.
“¿No somos hijos del
mismo Padre? ¿No fuimos creados por el mismo Dios? Entonces, ¿por qué nos
traicionamos unos a otros, violando el pacto de nuestros antepasados?”
Malaquías 2:10 (NTV)
Satanás sabe que
causando divisiones y contiendas entre los hijos de Dios y en las familias, no
necesita hacer nada más porque inmoviliza y resta fuerza a todo el grupo.
Jesús, en el
evangelio de Marcos, en el capítulo 3, versículos 24 y 25, dijo: “Si un reino
está dividido contra sí mismo, tal reino no puede permanecer. Y si una casa
está dividida contra sí misma, tal casa no puede permanecer”. (RVR1960)
Si tienes algo contra
alguien ve y díselo, habla con esa persona, ponte a cuentas, perdona, no
permitas que el diablo tome ventaja de una situación que realmente no tiene
ningún valor y que puede arrebatarte lo verdaderamente importante. Si alguien
llega a ti con chismes detenlo, no le des lugar, habla con esa persona para que
recapacite. Es nuestra responsabilidad cuidarnos y corregirnos mutuamente para
que no demos lugar a divisiones.
No permitas que tu
familia, iglesia, grupo de amigos o tu misma empresa fracase por divisiones
internas que pueden evitarse, ayuda a fortalecer los lazos internos para que
nada pueda derribarlos.
Mientras
permanezcamos unidos, reconociendo el valor de cada miembro del grupo y
buscando fortalecerlo, no habrá nada que pueda destruirnos porque siempre
encontraremos la forma de levantarnos y seguir.
Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
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