Ezequiel 37:5-10 La
Biblia de las Américas (LBLA)
Visión de los huesos secos
37 La
mano del Señor vino sobre mí,
y me sacó en[a] el
Espíritu del Señor, y me puso en medio
del valle que estaba lleno de huesos. 2 Y El me hizo pasar en
derredor de ellos, y he aquí, eran muchísimos
sobre la superficie del valle; y he aquí, estaban muy secos. 3 Y El me dijo: Hijo de
hombre, ¿vivirán estos huesos? Y yo respondí: Señor Dios[b],
tú lo sabes. 4 Entonces me dijo:
Profetiza sobre estos huesos, y diles: “Huesos secos, oíd la palabra del Señor. 5 “Así dice el Señor Dios a estos huesos:
‘He aquí, haré entrar en vosotros espíritu[c], y viviréis. 6 ‘Y pondré tendones
sobre vosotros, haré crecer carne sobre vosotros, os cubriré de piel y pondré
espíritu en vosotros, y viviréis; y sabréis que yo soy el Señor.’”
7 Profeticé, pues, como
me fue mandado; y mientras yo profetizaba hubo un ruido, y luego[d] un
estremecimiento, y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. 8 Y
miré, y he aquí, había tendones
sobre ellos, creció la carne y la piel los cubrió, pero no había espíritu en ellos.9 Entonces
El me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu:
“Así dice el Señor Dios: ‘Ven de los cuatro
vientos, oh espíritu, y sopla sobre estos muertos, y vivirán.’” 10 Y
profeticé como El me había ordenado, y el espíritu entró en ellos, y vivieron y
se pusieron en pie, un enorme e inmenso ejército.
11 Entonces El me dijo:
Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel; he aquí, ellos dicen:
“Nuestros huesos se han secado, y nuestra esperanza ha perecido. Estamos completamente
destruidos[e].” 12 Por
tanto, profetiza, y diles: “Así dice el Señor Dios: ‘He aquí, abriré
vuestros sepulcros y os haré subir de vuestros sepulcros, pueblo mío, y os
llevaré a la tierra de Israel. 13 ‘Y
sabréis que yo soy el Señor, cuando abra
vuestros sepulcros y os haga subir de vuestros sepulcros, pueblo mío. 14 ‘Pondré
mi Espíritu[f] en
vosotros, y viviréis, y os pondré en vuestra tierra. Entonces sabréis que yo,
el Señor, he hablado y lo he
hecho’ —declara el Señor.”
15 Y vino a mí la
palabra del Señor, diciendo: 16 Y
tú, hijo de hombre, toma una vara y escribe en ella: “Para Judá y para los
hijos de Israel, sus compañeros.” Toma luego otra vara y escribe en ella: “Para
José, vara de Efraín, y para toda
la casa de Israel, sus compañeros.”17 Júntalas
la una con la otra en una sola vara para que sean una sola en tu mano. 18 Y
cuando los hijos de tu pueblo te hablen, diciendo: “¿No nos explicarás qué
quieres decir con esto?”, 19 diles:
“Así dice el Señor Dios: ‘He aquí, tomaré la
vara de José, que está en la mano de Efraín, y las tribus de Israel, sus
compañeros; las pondré con aquélla, con la vara de Judá, y las haré una sola
vara, y serán una en mi mano.’” 20 Y
las varas en que escribas estarán en tu mano a la vista de ellos, 21 y
diles: “Así dice el Señor Dios: ‘He aquí, tomaré a
los hijos de Israel de entre las naciones adonde han ido, los recogeré de todas
partes y los traeré a su propia tierra. 22 ‘Y
haré de ellos una nación en la tierra, en los montes de Israel; un solo rey
será rey de todos ellos; nunca más serán dos naciones, y nunca más serán
divididos en dos reinos. 23 ‘No
se contaminarán más con sus ídolos, ni con sus abominaciones, ni con ninguna de
sus transgresiones; sino que los libraré de todos los lugares[g] en que
pecaron y los limpiaré. Y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.
24 ‘Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos
ellos tendrán un solo pastor; andarán en mis ordenanzas y guardarán mis
estatutos y los cumplirán. 25 ‘Y
habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros
padres; en ella habitarán ellos y sus hijos, y los hijos de sus hijos para
siempre; y mi siervo David será su
príncipe para siempre. 26 ‘Y
haré con ellos un pacto de paz; será un pacto eterno con ellos. Y los
estableceré[h], los
multiplicaré y pondré mi santuario en medio de ellos para siempre. 27 ‘Mi
morada estará también junto a ellos, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. 28 ‘Y
las naciones sabrán que yo, el Señor, santifico a Israel,
cuando mi santuario esté en medio de ellos para siempre.’”
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
¿Cómo Está Tu Vida de
Oración?
Publicado por: Cristianos en Los Cristianos 0
Publicado por: Cristianos en Los Cristianos 0
“…ES EL TIEMPO DE BUSCAR AL SEÑOR…” (Oseas 10:12)
¿Cómo está tu vida de oración?
El lugar de oración
es donde te encuentras con Dios para que Él te instruya, te corrija, te limpie,
te ame, te edifique y te prepare para hacer su voluntad. Puede ser en cualquier
parte, ¡pero tiene que ser en alguna parte!
Puede ser en
cualquier momento, pero hay que apartar un tiempo específico. Sin oración, ¿de
dónde vas a sacar las fuerzas?
Trabajarás cada vez
más duro y rendirás cada vez menos, porque lo harás en tus propias fuerzas.
Pero si oras, te esforzaras menos y abarcarás más, porque operarás en la
fortaleza de Dios.
Si pasas horas viendo la televisión y dices que no tienes tiempo para orar, “…es tiempo de buscar al Señor…” Si estás viviendo tranquilamente con pecados que antes te incomodaban “…es tiempo de buscar al Señor…” Si estás hablando palabras de amargura a alguien que te ha herido, “…es tiempo de buscar al Señor…” Si conseguir bienes materiales te consume tanta energía que no te queda nada para Dios y tu familia “…es tiempo de buscar al Señor…”
Si pasas horas viendo la televisión y dices que no tienes tiempo para orar, “…es tiempo de buscar al Señor…” Si estás viviendo tranquilamente con pecados que antes te incomodaban “…es tiempo de buscar al Señor…” Si estás hablando palabras de amargura a alguien que te ha herido, “…es tiempo de buscar al Señor…” Si conseguir bienes materiales te consume tanta energía que no te queda nada para Dios y tu familia “…es tiempo de buscar al Señor…”
La iglesia del Nuevo
Testamento creció con tanta rapidez que los apóstoles se encontraron sin tiempo
para orar. Entonces dijeron:
“…No es conveniente…”
(Hechos 6:2 Biblia de las Américas). ¡Ahí debes comenzar! Si no estás dedicando
tiempo a orar, eso se reflejará en tus actitudes y tus acciones. ¿Qué hicieron
los apóstoles? Dijeron: “…Nosotros persistiremos en la oración y en el
ministerio de la palabra…” (Hechos 6:4). Y mira lo que pasó:
“…La palabra del
Señor crecía y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente…”
(Hechos 6:7). Si has llegado hasta aquí a pesar de la poca oración, o de haber
sido inconstante orando, o de no orar en absoluto, considera lo lejos que
llegarías si oraras.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Lo que nunca volverá.
Una mujer dejó su
país para ir a trabajar y tener mejores ingresos, dando a su familia la
oportunidad de tener una vida mejor. Cuando volvió, sus hijos ya eran jóvenes e
independientes, por lo cual, a pesar de tener una casa lujosa, automóviles y
una buena economía, nunca pudo compensar el tiempo perdido.
El tiempo vale más
que el oro, el escritor argentino José Ingenieros lo expresó así: “Nada hay que
iguale el valor del tiempo. El dinero mismo no puede comparársele, pues éste
vuelve y aquél no; en una vida se pueden rehacer diez fortunas, pero con diez
fortunas no se puede recomenzar una vida”. Siempre que pase quedará “perdido”
por lo cual, es importante invertirlo sabiamente.
“Mirad, pues, con
diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el
tiempo, porque los días son malos.” Efesios 5:15-16 (RVR1960)
La Palabra de Dios
menciona que observemos cuidadosamente nuestro caminar, con sabiduría porque
estamos viviendo tiempos muy malos. Es importante tener cuidado, poner atención
a cada paso que damos y en las decisiones que tomamos, puesto que en ellas
podría invertirse gran parte de nuestra vida que nunca volverá.
“Acuérdate de tu
Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen
los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento.” Eclesiastés
12:1 (RVR1960)
La mayoría de las
personas quiere acercarse a Cristo después de “disfrutar su juventud”; sin
embargo, la realidad es que no la están aprovechando como creen, lejos de eso
la están desperdiciando. Es importante considerar: ¿en qué inviertes tu
juventud y fuerzas? La palabra de Dios dice que te acuerdes de Él cuando eres
joven, porque necesitarás fuerzas para experimentar el maravilloso propósito
que tiene tu vida.
Si consideras haber
“perdido” bastante tiempo, te animo a establecer prioridades:
Para empezar, pon tu
relación con Dios en primer lugar, separa un tiempo para leer la Biblia, orar y
congregarte en la iglesia, vive para lo que has sido creado. Segundo, piensa en
lo que es importante para ti y te recomiendo empezar por tu familia. Recuerda
que tus hijos, padres, hermanos, o esposa (o) no estarán para siempre en tu
vida y el tiempo que pierdas lejos ellos no volverá jamás.
Shirley Chambi
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario