Daniel
6:20 La Biblia de las Américas
Daniel
en el foso de los leones
19 Entonces el rey se levantó al
amanecer, al rayar el alba, y fue a toda prisa al foso de los leones. 20 Y acercándose al foso, gritó a Daniel con voz angustiada. El rey
habló a Daniel y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, tu Dios, a quien
sirves con perseverancia, ¿te ha podido librar de los leones? 21 Entonces Daniel respondió al[m] rey: Oh rey, vive para siempre. 22 Mi Dios envió su ángel, que cerró la boca de los leones, y no me
han hecho daño alguno porque fui hallado inocente[n] ante Él; y tampoco ante ti, oh
rey, he cometido crimen alguno. 23 El rey entonces se alegró mucho y mandó sacar a Daniel del foso.
Cuando Daniel fue sacado del foso, no se encontró en él lesión alguna, porque
había confiado en su Dios. 24 El rey dio órdenes que trajeran a
aquellos hombres que habían acusado falsamente a[o] Daniel, y que los echaran, a
ellos, a sus hijos y a sus mujeres en el foso de los leones. No habían
llegado aún al fondo del foso, cuando ya los leones se habían apoderado de
ellos y triturado todos sus huesos.
25 Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y
lenguas que habitaban en toda la tierra: Que abunde vuestra paz[p]. 26 De parte mía se proclama un decreto de que en todo el dominio
de mi reino todos teman
y tiemblen delante del Dios de Daniel,
porque Él es el Dios viviente que
permanece para siempre,
y su reino no será destruido
y su dominio durará para siempre[q].
27 Él es el que libra y rescata, hace señales y maravillas
en el cielo y en la tierra,
el que ha librado a Daniel del poder[r] de los leones.
y su reino no será destruido
y su dominio durará para siempre[q].
27 Él es el que libra y rescata, hace señales y maravillas
en el cielo y en la tierra,
el que ha librado a Daniel del poder[r] de los leones.
28 Y este mismo Daniel prosperó durante el reinado de Darío y durante
el reinado de Ciro el Persa.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
¿Qué
quiere decir pobres en espíritu?
Reflexiones
cristianas diarias por CVCLAVOZ
Bienaventurados
los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Mateo
5:3 (RVR1960).
Al leer
este pasaje surge la pregunta, ¿qué quiere decir pobres en espíritu?
Generalmente
uno piensa que Dios desea que vivamos en pobreza económica y que de esa manera
seremos felices. Sin embargo esta es una idea equivocada. Pero entonces, ¿qué
significa?
Hoy en
día las personas centran su vida en las riquezas, el poder, el conocimiento o
en la apariencia física. Piensan que lo que el mundo les ofrecer va a
satisfacer todo su ser. Sin embargo, individuos que sólo se enfocan en buscar
lo terrenal, son personas totalmente vacías e insatisfechas. Entonces, ¿qué
quiere decir pobres en espíritu?
Cuerpo,
alma y espíritu
Para
responder la pregunta: ¿qué quiere decir pobres en espíritu? Es necesario
comprender que el ser humano es cuerpo, alma y espíritu. Todos los días
satisfacemos nuestro cuerpo con la alimentación, el vestido y el ejercicio; es
la parte más visible y externa de nuestro ser. A través de él nos podemos
comunicar con el mundo exterior.
El alma
es invisible, en ella se encuentran las emociones, el intelecto y la voluntad.
Por medio de ella tenemos contacto con la esfera psicológica. Cuando uno no ha
rendido su vida a Dios, el alma hace lo que bien le parece, toma sus propias
decisiones en base a sus propios pensamientos y emociones.
El
espíritu es lo más profundo de nuestro ser. Por medio de él tenemos contacto
con la esfera espiritual. Es decir, podemos tener una relación personal con
Dios, porque Él es Espíritu. Si no tenemos comunión con el Señor entonces
estamos muertos espiritualmente.
Muchos
se olvidan la importancia del espíritu. Se enfocan más en satisfacer su cuerpo
y dar rienda suelta al alma, llevando al ser humano a un vacío e
insatisfacción. Es por esta razón que Jesús enseña en el sermón del monte los
pasos para desarrollar cualidades del seguidor de Cristo. El primero es
indispensable para ingresar al reino de los cielos, este se refiere a la
pobreza espiritual.
¿Qué
quiere decir pobres en espíritu?
Significa
reconocer que necesitamos de Dios. Que no somos nada si no lo tenemos en
nuestra vida. A pesar que tengamos riqueza, fama o poder, sin Él estamos
muertos espiritualmente. Considerarse mendigo espiritual refleja nuestra
carencia humana.
Te
invito a reconocer la necesidad que tienes de Dios, rinde tu vida a Él. Cuando
hacemos esto el Señor viene a habitar en nosotros, nos da una nueva vida y un
propósito para vivir. Es así que podemos estar completos y ser bienaventurados.
En
conclusión, ¿qué quiere decir pobre en espíritu? Significa reconocer que
necesitamos a Dios.
Neyda
Cruz
CVCLAVOZ
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Si estás
en una tormenta, ¡No corras!
Reflexiones
cristianas diarias por CVCLAVOZ
Puede
sonar extraño pero si estás en una tormenta, ¡No corras!
Algunos
expertos en meteorología, recomiendan que si alguna vez te encuentras a la
intemperie durante una severa tormenta de relámpagos y truenos, la mejor
precaución es arrodillarse inclinando la cabeza hacia adelante y poniendo las
manos sobre las rodillas. Así, si cae algún rayo cerca de su cuerpo será menos
propenso a servir como conductor entre la descarga eléctrica y la tierra.
¿Qué
haces en medio de una tormenta?
Lo mismo
se aplica a nosotros como cristianos cuando nos vemos inmersos en las tormentas
de la vida. Muchas veces nos sentimos a la intemperie sin saber dónde
escondernos. Es ahí cuando tenemos que asumir una postura espiritual humilde
como dice el Salmo 34:11-22.
Debemos
hablar con veracidad, apartarnos del mal, hacer el bien y buscar la paz.
Podemos sentirnos inclinados a correr para escapar de la tormenta, para huir de
los rayos, pero esto es lo peor que podemos hacer en el terreno espiritual; lo
mejor será inclinarnos humildemente ante lo que parece inevitable.
Muchas
son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová.
Salmos
34:19 (RVR1960)
David
nos asegura, al finalizar este salmo, que los que confían en Dios en las
tormentas de la vida serán guardados, que el Señor redime el alma de sus
siervos, y que los que confían en el Señor no serán condenados.
Detente,
no huyas
Muchas
veces, nuestra primera reacción es querer salir corriendo, huir de la tormenta,
buscar por nuestra cuenta las soluciones y dejamos de buscar al Señor.
Si te
encuentras en medio de una tormenta, si no sabes qué hacer ante los diferentes
problemas que enfrentas, ¡ya no corras! Busca al Señor y pídele su fortaleza,
socorro, protección, sabiduría y lo que necesites.
Ten
siempre presente que los que buscan al Señor con un corazón humillado, no son
defraudados, Dios tiene sus ojos atentos y sus oídos inclinados al clamor de
los justos.
Deja de
correr en medio de la tormenta, detente y busca humildemente la ayuda del Señor,
Él no te fallará. Recuerda que Dios está cercano a los que lo buscan de
corazón.
Ana
María Frege Issa
CVCLAVOZ
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