2 Timoteo 3:2 La Biblia de
las Américas (LBLA)
Carácter y conducta de los hombres en los últimos
días
3 Pero debes saber[a] esto: que
en los últimos días vendrán tiempos difíciles. 2 Porque los hombres
serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos,
desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes, 3 sin amor,
implacables, calumniadores, desenfrenados[b], salvajes[c], aborrecedores
de lo bueno, 4 traidores, impetuosos[d], envanecidos,
amadores de los placeres en vez de amadores de Dios; 5 teniendo apariencia
de piedad[e], pero habiendo
negado su poder; a los tales evita. 6 Porque entre ellos
están los que se meten en las casas y llevan cautivas a mujercillas
cargadas de pecados, llevadas por diversas pasiones, 7 siempre aprendiendo,
pero que nunca pueden llegar al pleno conocimiento de la verdad. 8 Y así como Janes y
Jambres se opusieron a Moisés, de la misma manera estos también se oponen
a la verdad; hombres de mente depravada, reprobados en lo que respecta a la fe. 9 Pero no progresarán
más, pues su insensatez será manifiesta a todos, como también sucedió con la de
aquellos dos.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
GRANDES VICTORIAS
"Nadie te podrá
hacer frente en todos los días de tu vida. Así como estuve con Moisés, estaré
contigo; no te dejaré ni te abandonaré." Josué 1:5 (LBLA)
Josué fue escogido por Dios para tomar el lugar de
Moisés como líder de los israelitas durante la conquista de Canaán. Para él
esto era un gran reto, pero Dios le recordó una promesa: “así como estuve con
Moisés; estaré contigo” lo cual le trajo a memoria todo lo que Dios hizo en la
vida de Moisés, el respaldo y la valentía que le dio para poder dirigir a toda
una nación de la esclavitud a la libertad.
Dios cumplió lo que
le prometió a Josué dándole la victoria frente a sus enemigos. De igual manera
estas promesas se cumplirán en nuestras vidas, especialmente cuando nos vemos
enfrentando grandes retos y batallas. Necesitamos del poder de Dios y Su
presencia para salir victoriosos frente a toda situación.
Cristhian Castillo
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
La necesidad de la disciplina
Un día dos
escaladores fueron sorprendidos por una terrible tormenta de nieve en la
Cordillera Cairngorm, en Escocia. Después de la nevada que vieron caer desde
dentro de un refugio, emprendieron la subida.
- De repente mi compañero-
cuenta uno de los alpinistas- me agarró el brazo y me dijo con voz ronca: “No
puedo más, ¿Qué te parece si nos echamos una siesta?” La tentación era casi
irresistible. El descanso parecía como el cielo, pero yo sabía que significaría
una muerte segura; pero, en contra de todas mis advertencias, mi compañero se
tendió. Solamente había una cosa que hacer: Le abofeteé firmemente en la cara,
y este proceder, aparentemente cruel, produjo el efecto apetecido, pues más
tarde los dos entrábamos tambaleándonos en una granja bien calentada.
A veces, al igual que
el compañero del alpinista, nos cansamos y deseamos echarnos un momento,
disfrutar de ese reposo momentáneo, sin considerar las consecuencias que puedan
existir. Si los alpinistas de la historia, se hubieran echado a descansar,
quizás no hubieran salido de ahí con vida.
En ciertas
oportunidades, Dios tendrá que disciplinarnos para levantarnos del letargo en
el que estamos, y seguramente no nos agradará, pero Él ve más allá de lo que
nosotros alcanzamos a ver, nos ama y desea que terminemos la carrera.
Hebreos 12:11 dice:
“Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de recibirla. Al contrario, ¡es
dolorosa! Pero después, produce la apacible cosecha de una vida recta para los
que han sido entrenados por ella” (NTV)
Puede ser que no sea
nada fácil aceptar la disciplina, que nos cause molestia, pero, sin duda
alguna, es necesaria para que alcancemos el propósito de nuestra vida y para
que no perezcamos en el camino.
Nunca olvides que la
disciplina de Dios es por amor y la necesitamos para llegar a ser aquello para
lo que fuimos creados.
Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ
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