1 Pedro 2.18 La Biblia de
las Américas (LBLA)
Ejemplo de Cristo como siervo
18 Siervos, estad sujetos a vuestros amos con todo respeto, no sólo a
los que son buenos y afables, sino también a los que son insoportables[o].19 Porque esto halla gracia,
si por causa de la conciencia ante Dios, alguno sobrelleva penalidades
sufriendo injustamente. 20 Pues ¿qué mérito hay, si cuando pecáis y sois tratados con
severidad lo soportáis con paciencia? Pero si cuando hacéis lo bueno sufrís por ello y lo soportáis con
paciencia, esto halla gracia
con Dios. 21 Porque para este
propósito habéis sido llamados, pues también Cristo sufrió por vosotros,
dejándoos[p] ejemplo para que sigáis sus pisadas, 22 el cual no cometio pecado, ni engaño alguno se hallo en
su boca; 23 y quien cuando le ultrajaban, no respondía ultrajando; cuando
padecía, no amenazaba, sino que se encomendaba
a aquel que juzga con justicia; 24 y El mismo llevó[q] nuestros pecados en su cuerpo sobre[r] la cruz[s], a fin de que muramos al pecado[t] y vivamos a la justicia, porque por sus
heridas[u]fuisteis sanados. 25 Pues vosotros andabais descarriados[v] como ovejas, pero ahora habéis vuelto
al Pastor y Guardián[w] de vuestras almas.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
¿Y por qué yo no?
Ser víctima de alguna
injusticia es muy doloroso, y una de las reacciones comunes es ser invadido por
un sinfín de emociones como la venganza, impotencia y demás. Es ahí cuando
debemos poner nuestra mirada en lo que la Palabra nos dice al respecto, para
neutralizar nuestras emociones y dejarnos guiar por Dios, con el objetivo de no
cometer errores y seguir su plan.
No somos seres
perfectos y aun así el Señor nos dio la oportunidad de ser hijos suyos, a pesar
de nuestros pecados y maldades nos brindó su perdón. Así mismo debemos
considerar a los demás cuando nos lastiman, porque ese perdón que recibimos
debemos darlo a otros.
“Amad, pues, a
vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será
vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para
con los ingratos y malos. Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro
Padre es misericordioso.” Lucas 6:35-36
Algo que me llamó la
atención en estos versículos es que Jesús alienta a que demos de lo que hemos
recibido de Dios, dice que Él es benigno y misericordioso con los ingratos y
malos; es decir que tiene compasión porque conoce que sus corazones necesitan
de Su amor para ser transformados.
Por ello, por más
difícil que sea es nuestra labor perdonar a quienes nos han pagado mal o
realizado algún daño, ya que con ello estamos entregando la causa a Dios para
que Él mismo se encargue. Pero si no lo hacemos estamos sobrepasando la
autoridad de nuestro Creador y dejando de lado Su voluntad.
Aunque no sea
sencillo perdonar debemos esforzarnos para hacerlo, porque si Él perdona
nuestras maldades ¿por qué nosotros no?
“…de gracia
recibisteis, dad de gracia.” Mateo 10:8
Soraida Fuentes
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
·
REFLEXION
ME ENOJÉ, NO VOY MÁS
A LA IGLESIA
“Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, Que habitar en las moradas de maldad.” Salmos 84:10 (RVR)
Muchas veces pensamos con cierta ingenuidad que la
iglesia a la que asistimos debiera ser perfecta. Que la gente nos ama tanto que
jamás nos criticaría o lastimará con palabras o actitudes. Sin embargo, cuando
volvemos a la realidad, debemos reconocer que no todo es como lo imaginamos.
Teniendo en cuenta que la iglesia se compone de seres humanos y como tal, cada
uno de ellos tienen falencias, por ello, es importante renunciar a la utopía de
“La iglesia perfecta” y empezar a valorarla en lugar de criticarla. Y sólo
entonces podrás decir como el salmista: “Lo único que le pido al Señor—lo que
más anhelo—es vivir en la casa del Señor todos los días de mi vida,
deleitándome en la perfección del Señor y meditando dentro de su templo.”
Salmos 27:4 (NTV) Porque aunque no sea perfecta, la presencia de Dios mora en
ese lugar.
Ruth Mamani
CVCLAVOZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario