http://unencuentroconlapalabra1.jimdo.com/
http://unencuentroconlapalbra.blogspot.com.co/
http://www.amigosporisrael.org/
https://montesioncolombia.org/
UN
ENCUENTRO CON LA PALABRA
Hechos 22:18 La Biblia de las Américas
Pablo da testimonio de su conversión
3 Yo soy judío, nacido en
Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, educado bajo[b] Gamaliel en
estricta conformidad a la ley de nuestros padres[c],
siendo tan celoso de
Dios como todos vosotros lo sois hoy. 4 Y perseguí este Camino hasta la muerte, encadenando y echando
en cárceles tanto a hombres como a mujeres, 5 de lo cual pueden testificar[d] el
sumo sacerdote y todo el concilio de los ancianos[e].
También de ellos recibí cartas para los hermanos, y me puse en marcha para
Damasco con el fin de traer presos[f] a
Jerusalén también a los que estaban allá, para que fueran castigados. 6 Y aconteció que cuando iba de camino, estando ya cerca de Damasco,
como al mediodía, de repente una luz muy brillante fulguró desde el cielo a mi
derredor, 7 y caí al suelo, y oí una voz que
me decía: «Saulo, Saulo, ¿por
qué me persigues?». 8 Y respondí: «¿Quién eres, Señor?».
Y Él me dijo: «Yo soy Jesús el
Nazareno, a quien tú persigues». 9 Y los que estaban conmigo vieron la luz, ciertamente, pero no
comprendieron[g] la
voz del que me hablaba. 10 Y yo dije: «¿Qué debo hacer,
Señor?». Y el Señor me dijo: «Levántate y entra a Damasco; y allí se te dirá todo lo que se ha
ordenado que hagas». 11 Pero como yo no veía por causa del
resplandor[h] de
aquella luz, los que estaban conmigo me llevaron de la mano y entré a Damasco. 12 Y uno llamado Ananías, hombre piadoso según las normas de la
ley, y de quien daban
buen testimonio todos los judíos que vivían allí, 13 vino a mí, y poniéndose a mi lado, me dijo: «Hermano Saulo, recibe la vista». En ese
mismo instante[i] alcé los ojos y lo miré. 14 Y él dijo: «El Dios de nuestros padres te ha designado[j] para
que conozcas su voluntad, y para que veas al Justo y oigas palabra[k] de
su boca. 15 Porque testigo suyo serás a
todos los hombres de lo que has visto y oído. 16 Y ahora, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus
pecados invocando su nombre». 17 Y aconteció que cuando regresé a Jerusalén y me hallaba
orando en el templo, caí en un éxtasis, 18 y vi al Señor que
me decía: «Apresúrate y sal
pronto de Jerusalén porque no aceptarán tu testimonio acerca de mí». 19 Y yo dije: «Señor, ellos saben bien que en una sinagoga tras otra,
yo encarcelaba y azotaba a los que creían en ti. 20 Y cuando se derramaba la sangre de tu testigo Esteban, allí estaba
también yo dando mi aprobación, y cuidando los mantos de los que lo estaban
matando». 21 Pero Él me dijo: «Ve, porque te voy a enviar lejos, a los gentiles».
UN
ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Dios nos reconforta y nos anima
Reflexiones cristianas diarias por
CVCLAVOZ
Tenemos promesas de Dios a las que nos
podemos aferrar. Si tan solo leyéramos con frecuencia la Biblia, no tendríamos
temores. No nos desanimaríamos por nada, porque tendríamos la certeza de que
Dios está en control y siempre quiere nuestro bien.
No temas ni te desalientes, porque el
propio Señor irá delante de ti. Él estará contigo; no te fallará ni te
abandonará.
Deuteronomio 31:8 (NTV).
Ser llamados hijos de Dios es un gran
privilegio
Nos tiene que dar una seguridad sin
igual el saber sin duda alguna cuánto nos ama nuestro Dios. Estar convencidos
de que nuestro Creador solo desea el bien para nosotros nos tiene que animar,
dar paz, confianza. Es un privilegio poder ser llamados hijos de Dios y debemos
tener en cuenta lo que significa.
Vino al mismo mundo que él había
creado, pero el mundo no lo reconoció. Vino a los de su propio pueblo, y hasta
ellos lo rechazaron; pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les
dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios.
Juan 1:10 (NTV).
Jesús nos dio esa posibilidad y sin
embargo aún quedan tantos que desconocen la verdad. Cuando te sientas
desalentado por todo lo que pasa en el mundo, que nos parece injusto y no
entiendes por qué pasa, busca de Dios. Es terrible, pero no son Sus obras, son
las consecuencias de las decisiones humanas.
Dios está siempre que lo buscamos
Pero si buscamos de Él, si reconocemos
que es nuestro Dios y le pedimos que nos guíe y viva en nosotros, que nos
proteja y provea siempre, tendremos paz. Lograremos esa seguridad con la que vives
cuando te sabes respaldado por el más poderoso del universo.
No tengas miedo, porque yo estoy
contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te
ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa.
Isaías 41:10 (NTV).
Elluz Peraza
CVCLAVOZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario