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Hebreos 9:24 La Biblia de las Américas
El sacrificio definitivo
23 Por tanto, fue necesario que las
representaciones[aa] de
las cosas en los cielos fueran purificadas de esta manera, pero las cosas
celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos. 24 Porque Cristo no entró en un lugar santo[ab] hecho
por manos, una representación[ac] del
verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora en la presencia de
Dios por nosotros, 25 y no para ofrecerse a sí mismo
muchas veces, como el sumo sacerdote entra al Lugar Santísimo[ad] cada
año con sangre ajena. 26 De otra manera le hubiera sido
necesario sufrir muchas veces[ae] desde
la fundación del mundo; pero ahora, una sola vez en la consumación de los
siglos, se ha[af] manifestado para
destruir[ag] el
pecado por el sacrificio de sí mismo[ah]. 27 Y así como está decretado[ai] que
los hombres mueran una sola vez,
y después de esto, el juicio, 28 así también Cristo, habiendo sido
ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda
vez, sin relación con el
pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Todos los talentos son buenos si se los usan
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Mucha gente se frustra porque le gustaría ser un gran cantante o
músico y en esa su decepción dejan de usar el talento que Dios les dio;
olvidando que ni se trata de la cantidad o de cuáles son, sino de usarlos.
Un talento muy especial
En Italia, en el pueblo de Cremona vivió durante el siglo XVI un
joven llamado Antonio, quien se sentía triste porque no podía cantar ni tocar
instrumentos.
Sus amigos se burlaban de él porque parecía que el único talento
de Antonio era tallar sobre madera.
Un día se enteró que un famoso fabricante de violines llamado
Amatti vivía en Cremona. Al día siguiente fue a verlo y le rogó que lo
admitiera como aprendiz en su taller. Allí estuvo trabajando muchos años. Con
paciencia hizo muchos violines, procurando que cada uno fuera mejor que el
anterior.
Cuando Antonio murió dejó hechos más de mil quinientos violines
que en su interior llevaban grabado el nombre Antonio Stradivarius. Hoy son los
violines más buscados y apreciados de la tierra. Los violines de Antonio se
venden hoy por cantidades astronómicas.
¿Qué haces con tus talentos?
Antonio Stradivarius no podía cantar ni tocar instrumentos, pero
hizo lo que pudo, y ahora, después de cientos de años, sus violines todavía
producen música bellísima.
Los cristianos están a veces preocupados porque no pueden
cantar, tocar el piano, predicar o enseñar; sin embargo, no se trata de cuáles
y cuántos talentos tenemos, sino de lo que hacemos con ellos.
Un don de Dios que esté en el corazón de un creyente dedicado,
encontrará sin duda, alguna manera de producir frutos notables para la gloria
de Dios.
No hay un don mejor que otro
A veces pensamos erróneamente que hay dones que son mejores que
otros pero lo cierto es que todos los talentos que Dios nos da son buenos si
los sabemos usar, si somos diligentes y los ponemos en práctica.
Dios, de su gran variedad de dones espirituales, les ha dado un
don a cada uno de ustedes. Úsenlos bien para servirse los unos a los otros.
¿Has recibido el don de hablar en público? Entonces, habla como si Dios mismo
estuviera hablando por medio de ti. ¿Has recibido el don de ayudar a otros?
Ayúdalos con toda la fuerza y la energía que Dios te da. Así, cada cosa que
hagan traerá gloria a Dios por medio de Jesucristo. ¡A él sea toda la gloria y
todo el poder por siempre y para siempre! Amén.
1 Pedro 4:10,11 (NTV)
Deja de fijarte en los talentos de los demás y empieza a poner
en práctica aquellos que Dios te dio, tu no sabes el impacto que pueden causar
en la vida de los demás.
Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Renuevo » Promesas de Dios para Ti » Me Cuidarás
Bajo la sombra estaré de tus alas por siempre,
ya no tengo nada que temer porque Tú me sostendrás, y
el abrigo de tu amor siempre me cubrirá.
¡Tu me cuidarás!
Salmo 91
El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.
El te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora.
Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad.
No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día.
Promesas – Renuevo.net
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