2 Reyes 16:5,7-9 La
Biblia de las Américas (LBLA)
Reinado de Acaz
16 En
el año diecisiete de Peka, hijo de Remalías, comenzó a reinar Acaz, hijo de
Jotam, rey de Judá. 2 Acaz tenía veinte años cuando
comenzó a reinar, y reinó dieciséis años en Jerusalén; pero no hizo lo recto
ante los ojos del Señor su Dios como su padre
David había hecho,3 sino que anduvo en el
camino de los reyes de Israel, y aun hizo pasar a su hijo por el fuego,
conforme a las abominaciones de las naciones que el Señor había arrojado[a] de delante de los
hijos de Israel. 4 Y sacrificó y quemó
incienso en los lugares altos, en las colinas y debajo de todo árbol frondoso. 5 Entonces Rezín, rey
de Aram, y Peka, hijo de Remalías, rey de Israel, subieron a Jerusalén para hacer guerra y sitiaron a
Acaz; pero no lo podían vencer[b]. 6 En aquel tiempo
Rezín, rey de Aram, recuperó a Elat para Aram, y echó[c] a los judíos de Elat[d]completamente; y
los arameos[e] vinieron a Elat y
allí han morado hasta hoy.
7 Y envió Acaz
mensajeros a
Tiglat-pileser, rey de Asiria, diciendo: Yo soy tu siervo y tu hijo; sube y
líbrame de la mano[f] del rey de Aram y de
la mano[g] del rey de Israel que
se han levantado contra mí. 8 Y Acaz tomó la plata
y el oro que se hallaba en la casa del Señor y en los tesoros de
la casa del rey, y envió un presente al rey de Asiria. 9 El rey de Asiria lo
escuchó, y el rey de Asiria subió contra Damasco y la tomó, y se llevó a su pueblo al destierro en Kir,
y dio muerte a Rezín.
10 Y el rey Acaz fue a
Damasco a ver[h] a Tiglat-pileser, rey
de Asiria, y vio el altar que estaba en Damasco; y el rey
Acaz envió al sacerdoteUrías el diseño[i] del altar y su
réplica, conforme a toda su hechura. 11 Y el sacerdote Urías
edificó un altar; conforme a todo lo que el rey Acaz había enviado de Damasco,
así lo hizo el sacerdote
Urías antes del[j]regreso del rey
Acaz de Damasco. 12 Cuando
vino el rey de Damasco y vio[k] el altar, el rey se
acercó al altar y subió hasta[l] él; 13 quemó su holocausto y
su ofrenda de cereal, derramó su libación y roció la sangre de sus ofrendas de
paz sobre el altar; 14 y el altar de bronce,
que estaba delante del Señor, lo[m] trajo de delante de
la casa, de entre su altar y la casa del Señor, y lo puso al lado
norte de su altar. 15 Entonces el rey Acaz
dio órdenes al sacerdote Urías, diciendo: Quema sobre el gran altar el
holocausto de la mañana y la ofrenda de cereal de la tarde, el holocausto del
rey y su ofrenda de cereal, con el holocausto de todo el pueblo de la tierra y
con su ofrenda de cereal y sus libaciones; y rocía sobre él toda la sangre del
holocausto y toda la sangre del sacrificio. Pero el altar de bronce será para
mí para consultar. 16 Y el sacerdote Urías
hizo conforme a todo lo que el rey Acaz le había ordenado.
17 Entonces el rey Acaz
cortó los bordes de las basas, y quitó de ellas la pila; también bajó el mar de
sobre los bueyes de
bronce que estaban debajo de él y lo
puso sobre un enlosado de piedra. 18 Y el pórtico para el
día de reposo, que habían edificado en la casa, y la entrada exterior del rey, los quitó de la casa del Señor a causa del rey de
Asiria. 19 Los
demás hechos de Acaz, lo que hizo, ¿no están escritos en el libro de las
Crónicas de los reyes de Judá? 20 Y durmió Acaz con sus padres, y fue
sepultado con sus padres en la ciudad de David; y su hijo Ezequías reinó en su
lugar.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
3 Preguntas Para
Ayudarte a Saber Que Es Lo Más Importante
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Devocional Diario 0
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Devocional Diario 0
EL NÚMERO DE LOS DISCÍPULOS SE MULTIPLICABA GRANDEMENTE (Hechos 6:7)
¿Cómo Saber qué es lo
más importante?
La iglesia del Nuevo
Testamento creció de forma espectacular, gracias a que sus líderes
identificaron claramente su llamado, supieron delegar y se concentraron en
hacer sólo lo que era su verdadero cometido.
El resultado fue que
el número de los discípulos se multiplicaba grandemente (Hechos 6:7). Prestar
atención sólo a lo que es fundamental demanda simplificar tu vida, y la
simplificación requiere hacer ciertos ajustes. Significa decir que no a algunas
cosas que te gustaría hacer.
Si no decides qué
ajustes son necesarios, otro lo hará en tu lugar. El “Principio de Pareto” nos
enseña que el 20 por ciento de tu esfuerzo produce el 80 por ciento de tu
éxito. Por ello, identifica ese 20 por ciento, delega el resto o simplemente
déjalo.
Para ayudarte a hacer
lo anterior, responde a estas tres preguntas:
1) ¿En qué gasto más
tiempo y energía?
Decide categorizar tus actividades de acuerdo a la siguiente lista:
a) algo que me enseñaron o me dijeron que debería hacer;
b) algo que he visto que las personas de éxito hacen;
c) algo que ya debería estar haciendo.
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¿Cómo Saber qué es lo más importante?
Decide categorizar tus actividades de acuerdo a la siguiente lista:
a) algo que me enseñaron o me dijeron que debería hacer;
b) algo que he visto que las personas de éxito hacen;
c) algo que ya debería estar haciendo.
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¿Cómo Saber qué es lo más importante?
2) ¿Estoy sacándole
el máximo provecho a mis capacidades?
Si necesitas ayuda para identificar esos puntos fuertes, busca el consejo de los que te conocen bien y analiza si los estás poniendo en práctica, si los estás desarrollando y mejorando y si estás dejando que otros hagan lo que tú no puedes o debes hacer.
Si necesitas ayuda para identificar esos puntos fuertes, busca el consejo de los que te conocen bien y analiza si los estás poniendo en práctica, si los estás desarrollando y mejorando y si estás dejando que otros hagan lo que tú no puedes o debes hacer.
3) ¿Estoy abarcando
más de la cuenta? ¿Te has propuesto controlar hasta el más mínimo aspecto de tu
vida? ¿Es tu filosofía: Si quieres que se haga algo, hazlo tú mismo?
¡Nadie tiene tiempo ni energía para hacer tantas cosas! Suelta algunos asuntos y vuelve a hacer hincapié y a canalizar tus energías en lo que de verdad es importante para ti.
¡Nadie tiene tiempo ni energía para hacer tantas cosas! Suelta algunos asuntos y vuelve a hacer hincapié y a canalizar tus energías en lo que de verdad es importante para ti.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Sigue orando por tu familia.
Recuerdo que cuando
era niño, después de haberse perdido todo el día mi papá llegaba por la noche a
casa en completo estado de ebriedad e iniciaba una noche de llanto y dolor.
Se mostraba descontento con la comida que mamá le daba, para luego pasar a las palabras groseras que destruían su interior y por último llegaba a los golpes que le dejaban marcas profundas en su cuerpo.
Se mostraba descontento con la comida que mamá le daba, para luego pasar a las palabras groseras que destruían su interior y por último llegaba a los golpes que le dejaban marcas profundas en su cuerpo.
En ese momento era
incapaz de poder ayudar a mamá, pero en mi interior crecía un odio hacia mi
padre, tenía deseos de agarrarlo a golpes y matarlo. Quería hacer muchas cosas
para vengarme, pero por mi corta edad no podía pues seguro saldría yo más
lastimado que él.
Estas escenas se
dieron por varios años en mi familia, y cuando alcance los 15 años las cosas
cambiaron un poco, porque ya no era el mismo niño que solo miraba cómo
golpeaban a su mamá, a esa edad enfrentaba y amenazaba a mi padre, pero lo que
hacía no lograba cambiar la situación siempre era lo mismo, creí que con
mostrar esa actitud mi papá tendría temor de mí y dejaría de golpear a mamá,
pero no fue así.
Pasaron los años y lo
único que había en mí era un gran odio, rencor, remordimiento, deseos de
golpearlo y hacerle pagar todo el daño que mi papá había causado. Pero por la
gracia de Dios y por lo que hizo en mí, hoy estoy escribiendo este devocional y
puedo decir que Dios es real.
Era un domingo cuando
me invitaron a la iglesia, y al entrar en ella me sorprendí por la forma en la
que todos se saludaban y el trato que daban, era un ambiente muy diferente a lo
que yo estaba acostumbrado, por supuesto, para mí eso era algo raro, nuevo y
diferente.
Después de asistir
varios cultos de Jóvenes y haber ya aceptado a Jesús en mi corazón. El Señor me
dio esta promesa: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.”
Hechos 16:31
Agarrado de esa
promesa empecé a luchar por mi familia doblando rodillas. Al principio era
complicado porque era el primer cristiano de una familia desintegrada. Fueron
dos largos años y algunos meses aproximadamente desde que empecé a luchar por
mi familia, y mi hermano mayor se acercó a Jesús, de un momento a otro mi mamá
comenzó a ir a la iglesia, ahora va mi hermanita, sólo faltan mi papá y mi
hermana mayor para que toda la familia esté rendida a Dios.
Claro que no fue
fácil llegar hasta aquí, tuve desánimos, sentía el cansancio, quería renunciar
y dejarlo todo, porque a veces las cosas empeoraban en casa. Pero nunca dejé de
creer en el poder de Dios.
Durante este tiempo
que conozco a Dios no sólo vi Su poder para cambiar vidas, familias,
situaciones, problemas, sino también su misericordia cuando le fallas.
Quizá esta historia o
alguna parte de mi vida te identifican. Tal vez tienes una familia en la que
reina el dolor o algún miembro de tu familia aún no conoce a Cristo. Hoy te
invito a que tomes tu Biblia y medites en Hechos 16:30-31 y sobre esa promesa
empieces a luchar por tu familia.
Si ya estás orando
desde hace años por tu hogar y aún no hay respuesta, no te rindas. Dios es fiel
a su palabra y siempre responde. Permanece en oración y esperas con fe, Dios
hará que lo imposible se haga realidad. “Dios no es como los mortales: no
miente ni cambia de opinión. Cuando él dice una cosa, la realiza. Cuando hace
una promesa, la cumple.” Números 23:19 (DHH)
Si has perdido las
esperanzas y has dejado de orar por tu familia, hoy es un buen día para empezar
a confiar en Él. Su misericordia sigue intacta y su poder sigue cambiando
vidas.
Diego Jora
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
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