1 Reyes 3:1 La
Biblia de las Américas (LBLA).
3 Salomón
se emparentó con Faraón, rey de Egipto, pues tomó la hija de Faraón y la trajo
a la ciudad de David mientras
acababa de edificar su casa, la casa del Señor y la muralla
alrededor de Jerusalén. 2 Sólo que el pueblo
sacrificaba en los lugares altos, porque en aquellos días aún no se había
edificado casa al nombre del Señor.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
La Fe De Abraham En La Biblia
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Articulos Cristianos 0
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EL SEÑOR LE DIJO A ABRAM (Génesis 12:2 NVI)
Podemos aprender valiosas enseñanzas de la vida de
Abraham. Por ejemplo, que Dios nos puede llamar en cualquier época de nuestra
vida. Sin protestas ni demoras Abraham dijo: Sí, Señor. Y esa obediencia
incondicional sirve de reprimenda a los que dicen: Soy demasiado viejo,
pídeselo a los jóvenes o me he ganado el derecho de descansar y llevar una vida
fácil, deja que otros lleven las cargas pesadas. ¡En el servicio al Rey de
Reyes no hay jubilación!.
Él está en su derecho de pedirnos lo que quiera y
enviarnos adonde quiera en cualquier época de nuestra vida. También aprendemos
que el plan de Dios conduce a los logros, pero el alcance y el propósito de
éstos es mucho mayor que nuestra mera realización personal.
Abraham fue llamado a poblar todo el Oriente Medio:
Haré de ti una nación grande, te bendeciré, engrandeceré tu nombre y serás
bendición (Génesis 12:2).
Esas palabras son una llamada de atención a
nosotros, si estamos más interesados en hacernos un nombre que en dejar que
Dios lo haga por nosotros.
En el reino de Dios, no se busca la posición, sino
que se gana sirviendo a otros. Por último, aprendemos que Dios tratará a otros
de la forma que éstos nos traten a nosotros.
Dios dijo a Abraham: Bendeciré a los que te
bendigan, y a los que te maldigan maldeciré (Génesis 12:3).
Cuando estamos en la voluntad de Dios, no tenemos
que hacernos ninguna publicidad ni buscar protegernos, pues Dios lo hará por
nosotros. No permitió que nadie los oprimiera; antes por amor de ellos castigó
a los reyes. Dijo: “No toquéis a mis ungidos”.(1 Crónicas 16:21-22). Saber eso,
nos hace libres para ir adonde Dios quiera que vayamos y hacer lo que quiera
que hagamos.
EL SEÑOR LE DIJO A ABRAM (Génesis 12:2 NVI)
Abraham sabía escuchar la voz de Dios. Vete de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré (Génesis 21.1).
Abraham sabía escuchar la voz de Dios. Vete de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré (Génesis 21.1).
Abraham no pudo ir a las Escrituras para que éstas
le sirvieran de guía, ni había profetas alrededor que dijeran: Así dice el
Señor. Por lo tanto, era vital no equivocarse. Se le había pedido que dejara su
trabajo, su casa y su seguridad.
Tenía que estar seguro de que la voz que estaba
oyendo era de verdad la voz de Dios. Podemos deducir por ello que Abraham había
cultivado una relación con el Señor, y para cultivar relaciones hay que dedicar
tiempo, esfuerzo, sensibilidad y compromiso. Tal vez otros te aconsejen y
confirmen lo que Dios te está mostrando, pero en última instancia tú tienes que
oír a Dios por ti mismo. Nada te da más confianza y seguridad que saber que
Dios te ha dado una dirección clara para la vida.
El escritor Gary Thomas relata cómo él y su esposa habían orado exhaustivamente acerca de la compra de una casa, y le dieron a Dios muchas oportunidades de cerrar las puertas si ésta no era para ellos. Cinco años más tarde, cuando la casa fue valorada mucho menos de lo que habían pagado por ella, le preguntaron al Señor:
El escritor Gary Thomas relata cómo él y su esposa habían orado exhaustivamente acerca de la compra de una casa, y le dieron a Dios muchas oportunidades de cerrar las puertas si ésta no era para ellos. Cinco años más tarde, cuando la casa fue valorada mucho menos de lo que habían pagado por ella, le preguntaron al Señor:
¿Por qué no nos paraste? En ese momento el Espíritu
Santo les susurró: ¿No han considerado la posibilidad de que yo los quería en
ese vecindario para ministrar allí, en lugar de para aumentar la plusvalía de
la vivienda?
Dios no le dijo a Abraham: Quédate aquí y te
enriqueceré, sino que le dijo Sal de aquí. Y Abraham también llegó a ser rico.
¿Debe nuestra obediencia obligar a Dios a
bendecirnos de la manera que creemos debe hacerlo, o puede llamarnos al
sacrificio? ¡Piensa en la cruz antes de responder!.
EL SEÑOR LE DIJO A ABRAM (Génesis 12:2 NVI)
Abraham creyó, contra viento y marea, que Dios
cumpliría su promesa. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida
como en tierra ajena, habitando en tiendas (Hebreos 11:9) Seguro que alguna
noche Abraham pensó: ¡Cuanto me gustaría estar en mi propia cama!
Estar en la voluntad de Dios te dará seguridad, pero
no siempre será algo cómodo ni fácil. Seguir un plan que tú no trazaste, ir a
un destino que ves en tu mente pero que no puedes describir; eso es lo que se
llama andar por fe. Dios decide el plan, te mueve de un lugar a otro y te dice:
Confía en mí, lo tengo todo bajo control.
En 1945, antes de conocer a Billy Graham, Cliff
Barrows y su prometida Billie, habían juntado suficientes fondos para una boda
muy sencilla y dos billetes de tren a una ciudad con un hotel turístico. Cuando
llegaron, se encontraron que el hotel había cerrado. Perdidos en medio de una
ciudad desconocida y con muy poco dinero, hicieron una parada.
Un conductor compasivo los llevó a una tienda de
alimentación cuya dueña era conocida suya. Los recién casados pasaron su
primera noche de bodas en una habitación encima de la tienda.
Al día siguiente, cuando la dueña oyó a Cliff tocar
canciones cristianas en su trombón, se encargó de que pasaran el resto de la
luna de miel en casa de una amiga. Unos días más tarde, la anfitriona los
invitó a una reunión evangelística donde iba a hablar un joven predicador.
Esa noche el líder de alabanza estaba enfermo y le
pidieron a Cliff que se encargara de la música. El joven evangelista no era
otro que Billy Graham. Y los dos trabajaron juntos en la obra a partir de ese
momento. Cuando las cosas no salen de acuerdo a nuestros planes, Dios tiene los
suyos. ¡Y siempre son mejores!
caracteristicas de la fe de abraham.
la fe de abraham para niños
la fe de abraham probada
la vida de abraham resumida
como premio dios la fe y obediencia de abraham
cual fue la prueba que dios le puso a abraham
porque abraham es el padre dela fe
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UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflecciones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflecciones cristianas diarias por CVCLAVOZ
El Arco Iris.
Un arco iris se produce cuando los rayos del sol
atraviesan las gotas de agua que produce la lluvia. La luz del sol
aparentemente es blanca pero en realidad está compuesta por rayos de diferentes
colores y cuando uno de ellos atraviesa una gota de agua el color se desvía
formando así un arco iris.
La aparición de esta escena maravillosa en el cielo
es señal de que la tormenta ha cesado, pero para nosotros que amamos a Dios es
señal de su fidelidad.
“Entonces Dios dijo: «Les doy una señal de mi pacto
con ustedes y con todas las criaturas vivientes, para todas las generaciones
futuras. He puesto mi arco iris en las nubes. Esa es la señal de mi pacto con
ustedes y con toda la tierra” Génesis 9:12-13 (NTV).
Los problemas, dificultades y tristezas pueden ser
parte de tu vida diaria y esa tormenta que está sobre ti, sobre tu familia o
trabajo parece cobrar más fuerza cada día y todo indica que los desastres que
causará serán irremediables e incluso has llegado a pensar que no saldrás bien
de ésta; recuerda que el arco iris es un símbolo de esperanza para ti, pues así
como la tormenta tuvo un inicio también tendrá un final y de lo mismo sucederá
con tus problemas.
Confía en Dios y en sus promesas, porque como buen
Padre y fiel Amigo estará contigo hasta el último instante y no dejará que
caigas a pesar de que la tierra tiemble o que los vientos sean fuertes. “Él no
permitirá que tropieces; el que te cuida no se dormirá” Salmos 121:3 (NTV).
Descansa en sus brazos con la certeza de que en su
tiempo ese arco iris de esperanza saldrá para ti.
La próxima vez que veas un arco iris, recuerda:
La próxima vez que veas un arco iris, recuerda:
¡Habrá un mañana y será mejor si confías en Dios!
Judith Quisbert
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
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