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Salmos 106:40-47La Biblia de las Américas
La
rebeldía de Israel y la liberación del Señor
40 Entonces
se encendió la ira del Señor contra su pueblo,
y Él aborreció su heredad[x].
41 Los
entregó en mano de las naciones[y],
y los que los aborrecían se enseñorearon sobre ellos.
42 Sus enemigos también los oprimieron,
y fueron subyugados bajo su poder[z].
43 Muchas veces los libró;
ellos, sin embargo, fueron rebeldes a su consejo,
y se hundieron en su iniquidad.
Sin embargo, Él vio su angustia
al escuchar su clamor;
45 y por amor a ellos se acordó de su
pacto,
y se arrepintió[aa] conforme a la grandeza de su
misericordia.
46 Les hizo también objeto de compasión
en presencia de todos
los que los tenían cautivos.
47 Sálvanos, oh Señor, Dios nuestro,
y reúnenos de entre
las naciones,
para dar gracias a tu
santo nombre,
y para gloriarnos[ab] en tu alabanza.
48 Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
desde la eternidad y
hasta la eternidad.
Y todo el pueblo diga:
Amén.
¡Aleluya[ac]!
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
¿Qué hiciste para ocultar el pecado?
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
David era un gran siervo de Dios, pero hizo locuras para ocultar
el pecado. Se enamoró de una mujer casada y se acostó con ella mientras su
esposo se encontraba en la guerra. Después, al enterarse que estaba embarazada
tuvo temor que el adulterio fuera descubierto y mandó a llamar a Urías para que
durmiera con su esposa; sin embargo, él rehusó tener un momento de descanso
cuando sus amigos estaban en plena batalla.
Como el plan de David no había funcionado utilizó el peor
recurso, mandó una nota al general de Urías para que lo pusiera al frente de la
batalla más fiera y lo abandonarán, de esa manera él sería herido y moriría.
Nunca podrás ocultar el pecado de Dios
Oyendo la mujer de Urías que su marido Urías era muerto, hizo
duelo por su marido. Y pasado el luto, envió David y la trajo a su casa; y fue
ella su mujer, y le dio a luz un hijo. Mas esto que David había hecho, fue
desagradable ante los ojos de Jehová.
2 Samuel 11:26-27 (RVR 1960).
Ante los ojos de los demás David mostró una apariencia de
compasión porque decidió cuidar a una mujer viuda y su hijo que venía en
camino. Pero, olvidó que no podía «ocultar el pecado» delante de Dios.
El profeta Natán visitó al rey David para confrontarle y darle a
conocer que sus acciones fueron desagradables delante del Señor. Por tanto,
aunque el rey se arrepintió de su pecado, las consecuencias lo alcanzaron y no
vio crecer a su hijo.
Es tiempo de ser libre
Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el
día. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor
en sequedades de verano. Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije:
Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.
Salmos 32:3-5 (RVR 1960).
Estas son las palabras de David después de sentirse descubierto
y por fin confesar su maldad. Declaraba que desde que decidió ocultar el pecado
no era feliz, aunque afuera la gente lo respetaba, sus errores lo perseguían y
confesó “mi pecado siempre estaba delante de mí”.
Podrás ocultar el pecado a la mayoría, pero jamás delante del
Señor. Ante los ojos de los demás podemos llevar una vida oculta, con
apariencias, llena de hipocresía, pero, en presencia de Dios siempre nos
sentiremos miserables, vacíos, secos y sin libertad.
En esta oportunidad te animo a reconocer y confesar tu pecado,
si Dios perdonó a David también lo hará contigo. No importa cuán grande fue su
error, recuerda que el Señor lo buscó e igualmente te busca a ti para ayudarte,
para que vivas una vida tranquila, con paz y gozo que solo viene de nuestro
Señor.
Shirley Chambi
CVCLAVOZ
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