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2 Samuel 11:2 La Biblia de las Américas
David
y Betsabé
11 Aconteció que en la primavera[a], en el tiempo cuando los reyes
salen a la batalla, David
envió a Joab y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los hijos
de Amón y sitiaron a Rabá. Pero David permaneció en Jerusalén.
2 Y al atardecer David se levantó de su lecho y se paseaba por el
terrado de la casa del rey, y desde el terrado vio a una mujer que se
estaba bañando; y la mujer era de aspecto muy hermoso. 3 David
mandó a preguntar acerca de aquella mujer. Y alguien dijo: ¿No es esta Betsabé,
hija de Eliam, mujer de Urías hitita? 4 David envió mensajeros y la tomó; y cuando
ella vino a él, él durmió con ella. Después que ella se purificó de su
inmundicia, regresó a su casa. 5 Y la mujer concibió; y envió aviso a David,
diciendo: Estoy encinta.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Renuevo » Reflexiones » La Prisión de la necesidad
Ha visto sus prisioneros. Tienen «necesidad». Siempre necesitan
algo. Quieren algo más grande. Más hermoso. Más rápido. Más delgado. Necesitan.
No es mucho lo que necesitan. Sólo quieren una cosa. Un nuevo
trabajo. Un nuevo automóvil. Una nueva casa. Una nueva esposa. No quieren
mucho. Sólo una cosa.
Con sólo «una cosa» serán felices. Y tienen razón: serán
felices.
Cuando tengan «una cosa» saldrán de la prisión. Entonces sucede
algo. El olor a carro nuevo se desvanece. El nuevo empleo se envejece. Los
vecinos compran un televisor más grande. La nueva esposa tiene malos hábitos.
La chispa se esfuma, y antes que usted se dé cuenta, otro exconvicto quebranta
su palabra y regresa a la prisión.
¿Está usted en la prisión? Sí, si se siente mejor cuando tiene
más y peor cuando tiene menos. Sí, si su gozo está a una entrega de distancia,
a un traslado de distancia, a un premio de distancia o a una renovación de
distancia.
Si su felicidad procede de algo que deposita, conduce, bebe o
come, reconózcalo: usted está en una cárcel, la cárcel de la necesidad.
Esa es la mala noticia.
La buena es que tiene una visita. Y su visita tiene un mensaje
que puede darle la libertad. Vaya a la sala de visitas.
Tome asiento, y vea al otro lado al salmista David.
Le hace señas para que se incline hacia él. «Tengo un secreto
que contarte», susurra, «el secreto de la satisfacción: “Jehová es mi pastor;
nada me faltará”» (Salmo 23.1).
David ha encontrado los pastos donde va a morir el descontento.
Es como si dijera: «Lo que tengo en Dios es más grande que lo que no tengo en
la vida».
Lucado, M. (2001). Aligere su equipaje. Nashville:
Caribe-Betania Editores.
Salga de esa Prisión hoy mismo y viva con alegría y
satisfacción. Satisfacción real no está en las cosas, sino en Dios que todo lo
llena. NO siga mas preso y sea Libre en Él.
Y el árbol del campo dará su fruto, y la tierra dará su fruto, y
estarán sobre su tierra con seguridad; y sabrán que yo soy Jehová, cuando rompa
las coyundas de su yugo, y los libre de mano de los que se sirven de ellos.
Ezequiel 34:27
Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le echaron en el
foso de los leones. Y el rey dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien tú
continuamente sirves, él te libre. Daniel 6:16
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Renuevo » Cristianismo » Tiempo para Reír
Reír es saludable. Reír no es fácil cuando las circunstancias
que nos rodean no son agradables. Todo tiene su tiempo, tiempo para llorar,
tiempo para Reír, tiempo para descansar, tiempo para decidir, etc.
El Apóstol Pablo nos exhorta en Filipenses a gozarnos en el
Señor Siempre a pesar de que él estaba en una cárcel, pues la razón para poder
gozarnos en la vida, descansa en Dios, Quien cambia nuestro lamento en Gozo, y
de esa manera podemos tomar el tiempo para reír.
La vida es corta, y necesitamos pensar en cuánto tiempo
invertimos para llorar, cantar, consolar, animar, y sobre todo reír, pues la
risa es un remedio para el alma. Jesús nos dio el ejemplo, tuvo tiempo para sanar,
amar, liberar, llorar, comer y gozarse con la gente. Haz un alto en este
momento y ríete, ríete de ti mismo, de aquello que haz hecho que te produjo
risa, y notarás que el estrés que puedas estar sufriendo, baja de nivel, además
la risa es contagiosa y contribuirás para que otros tomen tiempo para reír.
Hay situaciones en la vida que nos causan risa, como el caso de
Sara cuando siendo una anciana, se le anunció que tendría un hijo, y la Biblia
menciona el momento cuando ella se rió, pues consideraba eso como inalcanzable,
pero como para Dios no hay nada imposible, al nacer su hijo tuvo su tiempo para
reír, pero ahora de alegría y gratitud a Dios por cumplir Su Promesa. A veces
Dios nos hace reír y nos anima a disfrutar de ese tiempo para reír.
Dios te bendiga,
Tu hermana y Amiga,
Alva Vargas de Contreras.
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