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1 Samuel 1:22 La Biblia de las Américas
Nacimiento y dedicación de Samuel
19 Y se levantaron de mañana,
adoraron delante del Señor y regresaron[p] de
nuevo a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a[q] Ana
su mujer, y el Señor se acordó de ella. 20 Y[r] a
su debido tiempo[s],
después de haber concebido, Ana dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel[t], diciendo: Porque se lo he pedido
al Señor.
21 Subió el varón Elcana con toda su
casa a ofrecer al Señor el sacrificio anual y a pagar su voto, 22 pero Ana no subió, pues dijo a su marido: No subiré hasta que el niño sea
destetado; entonces lo llevaré para que se presente delante del Señor y se quede allí para siempre. 23 Y Elcana su marido le dijo: Haz lo que mejor te parezca[u].
Quédate hasta que lo hayas destetado; solamente confirme el Señor su palabra. La mujer se quedó
y crió a su hijo hasta que lo destetó. 24 Después de haberlo destetado, lo llevó consigo, con un novillo de
tres años[v],
un efa[w] de
harina y un odre de vino, y lo trajo a la casa del Señor en Silo, aunque el niño era
pequeño. 25 Entonces sacrificaron el novillo,
y trajeron el niño a Elí. 26 Y ella dijo: ¡Oh señor mío! Vive
tu alma, señor mío, yo soy la mujer que estuvo aquí junto a ti orando al Señor. 27 Por este niño oraba, y el Señor me ha concedido la petición
que le hice[x]. 28 Por lo cual yo también lo he dedicado[y] al Señor; todos los días de su vida estará
dedicado[z] al Señor. Y adoró[aa] allí
al Señor.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Tus errores pasados no te definen
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Hay gente que se enfoca solo en sus errores pasados, pero debes
saber que ellos no te definen. Todos hemos cometido errores, tal vez algunos
más graves que otros, pero eso no tiene que definir nuestra vida ni quiénes
somos ahora. No permitas que lo que hiciste mal te abrume ni te defina.
No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las
cosas antiguas.
Isaías 43:18 (RVR 1960)
El pasado quedó atrás, más aun si nos arrepentimos y hemos
enmendado nuestra manera de comportarnos no debemos dejarnos arrastrar por los
errores. Tus errores pasados no te definen, te han llevado a ser quién eres
hoy, aprendiste de ellos.
Tal vez solo aprendemos a no volver a cometerlos, por las
consecuencias que nos trajeron; pero al fin y al cabo, es un aprendizaje.
Nuestros errores pasados no nos definen. También nos permiten conectarnos con
otros que estén pasando por lo mismo y así, les podemos ayudar a sobrellevar la
preocupación que les puede producir.
No te dejes definir por tu pasado, enfócate en tu presente
Vivir enfocados en lo que hemos logrado, en la manera que nos
comportamos ahora, es más productivo. No debes dejar que tus errores pasados te
definan ni te entristezcan, ya pasaron. El presente es un regalo de Dios, es un
cúmulo de lo que has aprendido, de tus experiencias.
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las
cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
2 Corintios 5:17 (RVR 1960)
Enfócate en el ahora
Además, enfocarnos en el ahora es más saludable. Nos ayuda a
estar agradecidos con Dios, con la vida, con quienes nos han ayudado y nos han
motivado. Es la manera de sentir satisfacción, plenitud. Al igual, que debemos
enfocarnos en las personas que nos rodean, en su ahora, en su presente. Los
errores pasados no nos definen.
Cuando hemos interactuado con muchas personas, aprendemos que si
han cometido algún error, los hemos perdonado. Y eso no los ha definido.
Todos somos humanos, hemos tenido errores pasados, hemos
resbalado alguna vez. Eso no nos define, no quiere decir que no sepamos
caminar. Simplemente son cosas que pasan. Parte de vivir. Tengamos eso
presente.
Elluz Peraza
CVCLAVOZ
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Renuevo » Crecimiento Personal » Tengo
Miedo a Crecer
Crecimiento Personal-> “El
significado de la vida no es la seguridad, las grandes oportunidades son
riesgosas.” Shirley Hufstedler
Tengo miedo a crecer es una afirmación
que muchos de nosotros en algún momento de nuestras vidas llegamos a decirla, y
sobre todo cuando estamos viviendo en caos, cuando vemos que nuestra vida se
desmorona, cuando nuestros sueños se vuelven inalcanzables, son esos momentos
cuando comenzamos a añorar ser niños, porque pensamos que los problemas no
existen. Esa es una historia que te cuentas para no entrar en caos.
Nos olvidamos que el caos también
representa una fuente de oportunidades para crecer, la clave es buscar esos
momentos que me permitan ver que vale la pena vivir.
¿Puedes identificar esos momentos de
pánico? ¿Cuál es la historia que te dices para no crecer?
Es fácil contar la historia de la
crisis:
“Mi matrimonio o mi relación está en
crisis…necesito amor”
“No tengo trabajo…necesito dinero”
“Si tuviera tiempo, pero a esta edad
creo que es demasiado tarde”
“Quiero cambiar mi manera de ser
pero…”
Tú puedes escribir la tuya y te darás
cuenta que en ti hay una necesidad, todos tenemos necesidades que queremos
cubrir, la de sentirnos amados, protegidos, valorados, afirmados, respetados,
plenos.
¿Cuál es tu necesidad hoy? Escribe esa
necesidad que tienes pero que no puedes alcanzar porque tienes miedo.
El miedo te ha paralizado, y ha
llenado tu corazón de dudas y temores y te dices mejor me quedo así y no hago
nada, nunca lo voy a lograr o quizás la historia que te cuentes es que ya lo
has intentado todo y nada has logrado, y llegas a la conclusión de: ¿Para qué
arriesgarse? Al fin y al cabo nos vamos a morir, creo que me tocó vivir así,
que cuando Dios estaba haciendo los planes de bienestar para mí se extraviaron
en el camino.
Patty Hansen, coautura del libro “Sopa
de pollo para el alma” escribió la siguiente historia que nos habla acerca del
correr riesgos.
Dos semillas están juntas en la tierra
fértil.
La primera semilla dijo: “Quiero
crecer! Quiero que mis raíces lleguen muy abajo en la tierra y que mis retoños
rompan la corteza que tengo arriba… Quiero desplegar mis tiernos brotes como
banderas para anunciar la llegada de la primavera… Quiero sentir el calor del
sol en mi cara y la bendición del rocío matinal en mis pétalos.”
Y entonces creció.
La segunda semilla dijo: “Tengo miedo.
Si dejo que mis raíces vayan hacia abajo, no sé qué encontraré en la oscuridad.
Si me abro camino a través de la tierra dura que tengo encima puedo dañar mis
delicados retoños… ¿Y si dejo que mis brotes se abran y una serpiente trata de
comerlos? Además, si abriera mis pimpollos, tal vez un niño pequeño me arranque
de la tierra. No, me conviene esperar hasta que sea seguro.”
Y entonces esperó.
Un ave que andaba dando vueltas por el
lugar en busca de comida, encontró la semilla que esperaba y enseguida se la
tragó.
Aquí encontramos una lección de vida y
que los no corren riesgos no pueden crecer. Si quieres crecer tienes que tomar
acción sobre tu vida empezando con un cambio de pensamiento. Y quiero invitarte
a que te cuentes una historia en el día de hoy.
Imagina lo bueno que Dios tiene para
ti, comienza a verte alcanzando esos planes que Él diseño para ti, siente tus
emociones, escríbe las cosas que haras para alcanzarlos y ponte en acción. No
dejes que la vida te trague.
La vida te fue dada para que la vivas
y la mejor manera para vencer tus miedos es el amor.
Toma hoy el riesgo de amar, dar,
servir, disfrutar y vivir. Hoy es el mejor día para ver las oportunidades y
contar las bendiciones que tienes. Hoy es el mejor día para crecer.
En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes
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