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1 Reyes 18:1-40 La Biblia de las Américas
Encuentro
de Elías y Acab
18 Y sucedió que después
de muchos días, la palabra del Señor vino a Elías en el tercer año, diciendo: Ve,
muéstrate a Acab, y enviaré lluvia sobre la faz de la tierra. 2 Y
Elías fue a mostrarse a Acab. Y el hambre era intensa en Samaria. 3 Y Acab llamó a Abdías que era mayordomo de[a] la casa. (Y Abdías temía[b] en gran manera al Señor; 4 pues
sucedió que cuando Jezabel destruyó[c] a los profetas del Señor, Abdías tomó a cien profetas y los escondió de cincuenta en
cincuenta en una cueva, y los sustentó con pan y agua.) 5 Entonces Acab dijo a Abdías: Ve
por la tierra a todas las fuentes de agua y a todos los valles[d]; quizá hallaremos hierba y
conservaremos con vida los caballos y los mulos, y no tendremos que matar[e] parte del ganado. 6 Y dividieron la tierra entre
ellos para recorrerla; Acab se fue solo por un camino, y Abdías se fue solo por
otro.
7 Y estando Abdías en el camino, he aquí, Elías le salió al encuentro[f], y Abdías lo reconoció y cayó sobre su rostro, y dijo:
¿Eres tú Elías, mi señor? 8 Y él le respondió: Yo soy. Ve,
di a tu señor: «Aquí está Elías». 9 Y él dijo: ¿Qué pecado he cometido[g], que entregas a tu siervo en manos de
Acab para que me mate? 10 Vive el Señor tu Dios, que no hay nación ni reino adonde mi señor no haya
enviado a buscarte; y cuando decían: «No está aquí», hacía jurar al reino o a la nación que no te habían
hallado. 11 Y
ahora dices: «Ve, di a tu señor: “Aquí está Elías”». 12 Y sucederá que cuando te deje,
el Espíritu del Señor te llevará adonde yo no
sepa; así que cuando yo vaya y se lo diga a Acab y él no pueda encontrarte, me
matará, aunque yo tu
siervo he temido[h] al Señor desde mi juventud. 13 ¿No le han contado a mi señor lo que hice
cuando Jezabel mató a los profetas del Señor, que
escondí a cien[i] de los profetas del Señor de cincuenta en cincuenta en una cueva, y los sustenté con pan
y agua? 14 Y
ahora dices: «Ve, di a tu señor: “Aquí está Elías”»; entonces me matará. 15 Y Elías dijo: Vive el Señor de los ejércitos, delante de quien estoy, que hoy ciertamente
me mostraré a él.
16 Abdías fue al encuentro de Acab, y le dio aviso; y Acab fue al
encuentro de Elías. 17 Y sucedió que cuando Acab vio
a Elías, Acab le dijo: ¿Eres tú, perturbador de Israel? 18 Y él respondió: Yo no he
perturbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, porque habéis abandonado
los mandamientos del Señor y habéis seguido a los
baales. 19 Ahora
pues, envía a reunir conmigo a todo Israel en el monte Carmelo, junto con cuatrocientos
cincuenta profetas de Baal y cuatrocientos profetas de la Asera que
comen a la mesa de Jezabel.
Elías y los profetas de Baal
20 Acab envió mensaje a
todos los hijos de Israel y reunió a los profetas en el monte Carmelo. 21 Elías
se acercó a todo el pueblo y dijo: ¿Hasta cuándo vacilaréis entre[j] dos opiniones? Si el Señor es Dios, seguidle; y si Baal, seguidle a él. Pero el pueblo no
le respondió ni una palabra. 22 Entonces Elías dijo al pueblo: Solo yo he
quedado como profeta
del Señor, pero los profetas de Baal son cuatrocientos cincuenta hombres. 23 Que nos den, pues, dos
novillos; que escojan un novillo para ellos y lo despedacen, y lo coloquen
sobre la leña, pero que no le pongan
fuego debajo; y yo
prepararé el otro novillo y lo colocaré sobre la leña, y no le pondré fuego. 24 Entonces invocad el nombre de
vuestro dios, y yo invocaré el nombre del Señor; y el Dios
que responda por fuego, ese es Dios. Y todo el pueblo respondió y dijo: La idea
es buena.
25 Y Elías dijo a los profetas de Baal: Escoged un novillo para
vosotros y preparadlo primero, pues sois los más, e invocad el nombre de
vuestro dios, pero no le pongáis
fuego. 26 Entonces tomaron el novillo
que les dieron[k] y lo prepararon, e invocaron el nombre de Baal desde la
mañana hasta el mediodía, diciendo: Oh Baal, respóndenos. Pero no hubo
voz ni nadie respondió. Y danzaban[l] alrededor del altar que habían
hecho[m]. 27 Y sucedió que ya al mediodía, Elías se burlaba de ellos y decía: Clamad
en voz alta, pues es un dios; tal vez estará meditando o se habrá desviado, o estará de viaje,
quizá esté dormido y habrá que despertarlo. 28 Y gritaban a grandes voces y
se sajaban, según su costumbre, con espadas y lanzas hasta que la sangre
chorreaba sobre ellos. 29 Y sucedió que pasado el mediodía, se
pusieron a gritar frenéticamente[n] hasta la hora de ofrecerse el
sacrificio de la tarde;
pero no hubo voz, ni nadie respondió ni nadie hizo caso[o].
30 Entonces Elías dijo a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el
pueblo se acercó a él. Y reparó el altar del Señor que había sido derribado. 31 Elías
tomó doce piedras conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, a
quien había venido la palabra del Señor, diciendo:
Israel será tu nombre. 32 Y con las piedras edificó un altar en el
nombre del Señor, e hizo una zanja alrededor del altar, suficientemente grande para
contener dos medidas[p] de semilla. 33 Dispuso después la leña, cortó
el novillo en pedazos y lo colocó
sobre la leña. 34 Y
dijo: Llenad cuatro cántaros de agua y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña. Después dijo:
Hacedlo por segunda vez; y lo hicieron por segunda vez. Y añadió: Hacedlo por
tercera vez; y lo hicieron por tercera vez. 35 El agua corría alrededor del
altar, y también llenó la zanja de agua. 36 Y sucedió que a la hora de ofrecerse el
sacrificio de la tarde, el
profeta Elías se acercó y dijo: Oh Señor, Dios de
Abraham, de Isaac y de Israel, que se sepa hoy que tú eres Dios en Israel, que
yo soy tu siervo y que he hecho todas estas cosas por palabra tuya. 37 Respóndeme, oh Señor, respóndeme, para que este pueblo sepa que tú, oh Señor, eres Dios, y que has
hecho volver sus corazones. 38 Entonces cayó el fuego del Señor, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y lamió
el agua de la zanja. 39 Cuando
todo el pueblo lo vio,
se postraron sobre su rostro y dijeron: El Señor, Él es
Dios; el Señor, Él es Dios. 40 Entonces Elías les dijo: Prended a los
profetas de Baal, que no se escape ninguno de ellos. Los prendieron, y Elías
los hizo bajar al torrente Cisón y allí los degolló.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
No seas
un maleducado, saluda a tu papá
Reflexiones
cristianas diarias por CVCLAVOZ
Una
persona maleducada es aquella no tiene educación ni respeta las normas de la
buena enseñanza. Es irrespetuoso, descortés, grosero, malagradecido, no respeta
a la autoridad cercana.
No
saludar a tu papá estando cerca de Él, es ser una persona maleducada
Imagínate
que despiertas por la mañana y al salir de tu habitación te encuentras con tu padre.
Lo ves y no le dices ni una palabra. Vas a asearte y después a realizar tus
actividades diarias. ¿Cómo crees que se sentirá tu padre?
Seguramente
tu papá no se enojará contigo, porque a pesar de todo te seguirá recibiendo en
su casa, seguirá protegiéndote y proveyendo lo que es necesario para ti. Pero
seguro que se pondrá triste por tu actitud y por la forma en que lo tratas.
No
ignores a tu Padre Celestial
Similar
a la ilustración, muchas veces hacemos lo mismo con nuestro Padre Celestial,
sabemos que Él está a nuestro lado y que nos cuida mientras dormimos. Sin
embargo, lo ignoramos. Despertamos y no hay un “Buenos días Papá” o palabras de
agradecimiento. Estamos tan afanados en las actividades diarias que olvidamos
que Dios está esperándonos ansioso para hablar con nosotros.
Mas
buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas.
Mateo
6:33 (RVR1960).
No nos
preocupemos demasiado por las actividades diarias, por las necesidades que
tenemos o los problemas que atravesamos, a tal punto que nos olvidemos de
hablar con nuestro Padre Celestial. Esas cosas sólo dominan a las personas
incrédulas.
Lo más
importante que podemos hacer al despertar, es hablar con nuestro Papá y
contarle todo lo que nos preocupa. Así experimentaremos la paz en nuestras
vidas, nos llenaremos de gozo y sabremos cómo enfrentar el día.
Aprendamos
de Jesús
Levantándose
muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y
allí oraba.
Marcos
1:35 (RVR1960).
Para
Jesús, hablar con Dios, antes de empezar el día era importante y fundamental,
porque la fuente de Su fuerza y poder venía de Su relación con Su Padre. Que
nada te impida saludar a tu Papá y conversar con Él.
Diego
Jora
CVCLAVOZ
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Princesa
que se respeta, se rescata sola
Reflexiones
cristianas diarias por CVCLAVOZ
El mundo
esperaba a su nueva princesa. Prepararon todo con esmero, pero no contaban con
que tuviera sobrepeso, por lo que nada de lo preparado sirvió. Por ejemplo, los
vestidos que eran lujosos y delgados no le hicieron, tampoco era de las
princesas que se quedaba sentada en su trono, por lo que sorprendió a los
generales del reino cuando decidió dirigir la batalla ella misma. Tampoco
aceptó un príncipe azul en su vida, puesto que se enamoró de un joven sencillo
que no era de la realeza. El libro sobre su reinado era ancho, lleno de
aventuras y experiencias.
Al
principio, muchos pensaron que se trataba de un error y la criticaban, pero
después a todos les fascinaba la historia de Goldi, la princesa gordita y
perfecta para dirigir el reino. (Pedro Pablo Sacristán).
Nadie
dijo que fuera fácil ser una princesa
Si Goldi
hubiera escuchado las críticas, quizá se habría quedado deprimida, sin deseos
de seguir adelante y luchar por su nación. Pero ella ponía prioridades, sabía
que como princesa tenía una misión y no le importó nada, sólo alcanzar su
propósito.
Mas
vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido
por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable.
1 Pedro
2:9 (RVR 1960)
A veces
se nos olvida que somos Príncipes de Dios, hijos de un Rey, por el cuál tenemos
un valor enorme y una misión.
Alteza...
que tu prioridad sea agradar a Dios
En esta
oportunidad quisiera que reflexiones sobre tu valor y la misión que tienes. No
eres cualquier persona, tampoco un tonto, una fea o gorda; sino príncipe del
Señor, por lo que quiero preguntarte, ¿estás realizando el trabajo por el que
fuiste nombrado de la realeza?
No
mires, ni escuches las críticas, no busques aspectos negativos en ti; te animo
a mirarte con los ojos de Dios y esforzarte por alcanzar aquello que está
planeado para ti. Al principio siempre será difícil, pero nadie dijo que es
fácil ser una princesa.
Shirley
Chambi
CVCLAVOZ
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