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Jeremías 27:5 La Biblia de las Américas
Orden
de someterse a Nabucodonosor
27 Al principio del reinado de Sedequías[a], hijo de Josías, rey de Judá, vino
esta palabra de parte del Señor a Jeremías, diciendo: 2 Así
me ha dicho el Señor: Hazte coyundas y yugos y
póntelos al cuello, 3 y
envía palabra[b] al rey de Edom, al rey de Moab,
al rey de los hijos de Amón, al rey de Tiro y al rey de Sidón por medio[c] de los mensajeros que vienen a
Jerusalén a ver a
Sedequías, rey de Judá. 4 Y ordénales que digan a sus señores: «Así
dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, así diréis a vuestros
señores: 5 “Yo
hice la tierra, los hombres y los animales que están sobre la faz de la
tierra con mi gran poder y con mi brazo extendido, y la doy a quien me
place[d]. 6 Y ahora yo he puesto todas estas tierras
en manos de mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, siervo mío, y también
las bestias del campo le he dado para que le sirvan. 7 Y todas las naciones le
servirán a él, a su hijo, y al hijo de su hijo, hasta que llegue también la
hora a su propia tierra; entonces muchas naciones y grandes reyes lo harán su siervo[e].
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
El
verdadero amor todo lo cree, ¿a qué se refiere?
Reflexiones
cristianas diarias por CVCLAVOZ
¿A qué
se refiere con que el verdadero amor todo lo cree? La manera más sencilla de
explicarlo es acudiendo a la Palabra de Dios. Veamos un ejemplo de lo que
significa “el amor todo lo cree”.
En el
libro de Jueces encontramos la historia del pueblo de Israel que era atacado
constantemente por los Madianitas. Esto sucedía porque los israelitas hicieron
lo malo ante los ojos de Jehová; y en consecuencia, Dios permitió que los
enemigos los atacaran.
Jueces
6:12 (RVR 1960).En su angustia, el pueblo de Israel clamó a Dios y Él
respondió. En esta oportunidad el Señor eligió a un joven llamado Gedeón para
librarlos. Lo sorprendente es cómo Dios se acerca a este joven y le dice: […]
Jehová está contigo, varón esforzado y valiente.
En este
pasaje podemos notar cómo el verdadero amor de Dios todo lo cree. Es decir, el
Señor no se enfocó en los defectos o pecados de Gedeón. Vio sus virtudes y las
destacó de tal manera que el joven mismo no creía que las tenía. Lo podemos ver
en este pasaje:
Jueces
6:14:15 (RVR 1960)Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y
salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo? Entonces le
respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia
es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre.
El
verdadero amor todo lo cree. No se enfoca en la condición en que se encuentra,
en cuánto dinero tiene o en las limitaciones que nosotros mismos nos ponemos.
Sino que ese amor ve el potencial que verdaderamente uno tiene. Resalta las
virtudes que manifiesta porque el verdadero amor no se enfoca en los errores
cometidos o en los defectos.
Esa
confianza de Dios hacia Gedeón llevó a este joven a desarrollar aquello que
estaba oculto; de tal manera que este guerrero libró al pueblo de las manos de
los madianitas.
El
verdadero amor todo lo cree
De la
misma manera nosotros podemos creer en los demás, resaltar sus virtudes, no
enfocándonos en los errores cometidos sino en el potencial que tienen; así
podremos ayudar a desarrollar lo mejor en las personas que amamos.
Neyda
Cruz
CVCLAVOZ
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Renuevo »
Reflexiones » La Cuerda
Cuentan que un
alpinista, desesperado por conquistar el Aconcagua inició su travesía después
de años de preparación pero quería la gloria para él solo, por lo tanto, subió
sin compañeros.
Empezó a subir
y se le fue haciendo tarde y más tarde y no se preparó para acampar, sino que
decidió seguir subiendo, y decidió llegar a la cima.
Obscureció, la
noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña ya no se podía ver
absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las
estrellas eran cubiertas por las nubes.
Subiendo por un
acantilado a tan sólo 100 metros de la cima, se resbaló y se desplomó por los
aires… caía a una velocidad vertiginosa, sólo podía ver veloces manchas cada
vez más oscuras que pasaban en la misma oscuridad y la terrible sensación de
ser succionado por la gravedad.
Seguía cayendo…
y en esos angustiantes momentos, pasaron por su mente todos sus gratos y no tan
gratos momentos de la vida, pensaba que iba a morir, sin embargo de repente
sintió un tirón tan fuerte que casi lo parte en dos…Como todo buen alpinista
experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima
soga que lo amarraba de la cintura.
En esos
momentos de quietud, suspendido por los aires, no le quedó más remedio que
gritar: “¡Ayúdame, Dios mío!” De repente una voz grave y profunda de los cielos
contestó: “¿Qué quieres que haga, hijo mío?” “Sálvame, Dios mío.” “¿Realmente
crees que te pueda salvar?” “¡Por supuesto, Señor!” “Entonces corta la cuerda
que te sostiene…” Hubo un momento de silencio y quietud.
El hombre se
aferró más a la cuerda y reflexionó…Cuenta el equipo de rescate que al otro día
encontraron a un alpinista congelado, muerto, agarrado con fuerza con las manos
a una cuerda… ¡A tan sólo dos metros del suelo… !Y tú… ¿qué tan confiado estás
de tu cuerda? ¿Por qué no la sueltas?…Deuteronomio 31:8
“Y Dios es el
que va delante de ti; él será contigo, no te dejará, ni te desamparará; no
temas, ni te intimides.”
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