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Génesis 7:2-17 La Biblia de las Américas
Noé
entra en el arca
7 Entonces el Señor dijo a Noé: Entra en el arca tú y todos los de tu
casa[a]; porque he visto que solo tú eres justo delante
de mí en esta generación. 2 De todo animal limpio tomarás
contigo[b] siete parejas[c], el macho y su hembra; y de todo
animal que no es limpio, dos, el macho y su hembra; 3 también de las aves del cielo,
siete parejas[d], macho y hembra, para conservar viva
la especie[e] sobre la faz de toda la tierra. 4 Porque dentro de siete días haré
llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches, y borraré de la
faz de la tierra a todo ser viviente[f] que he creado[g]. 5 Y Noé hizo conforme a todo lo que el Señor le había mandado.
El diluvio
6 Noé tenía seiscientos
años cuando el diluvio de las aguas vino[h] sobre la tierra. 7 Entonces
entró Noé en el arca, y con él sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos,
a causa de las aguas del diluvio. 8 De los animales limpios y de los animales
que no son limpios, de las aves y de todo lo que se arrastra sobre la tierra, 9 de dos en dos entraron con[i] Noé en el arca, macho y hembra,
como Dios había ordenado a Noé. 10 Y aconteció que a los siete días las aguas
del diluvio vinieron[j] sobre la tierra. 11 El año seiscientos de la vida
de Noé, el mes segundo, a los diecisiete días del mes, en ese mismo día se
rompieron todas las fuentes del gran abismo, y las compuertas[k] del cielo fueron abiertas. 12 Y cayó[l] la lluvia sobre la tierra por
cuarenta días y cuarenta noches.
13 En ese mismo día entró Noé en el arca, con Sem, Cam y Jafet, hijos
de Noé, y la mujer de Noé y las tres mujeres de sus hijos con ellos, 14 y
toda[m] fiera según su especie, y todo
ganado según su especie, y todo reptil que se arrastra sobre la tierra según su
especie, y toda ave según su especie, toda clase de aves[n]. 15 Entraron, pues, con[o] Noé en el arca de dos en dos de
toda carne en que había aliento de vida. 16 Y los que entraron, macho y
hembra de toda carne, entraron como Dios le había mandado; y el Señor cerró la puerta detrás
de Noé[p]. 17 Entonces vino[q] el diluvio sobre la tierra por
cuarenta días, y las aguas crecieron y alzaron el arca, y esta se elevó sobre
la tierra.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
¿Te
levantaste con el pie izquierdo y te cuesta ser positivo?
Reflexiones
cristianas diarias por CVCLAVOZ
Una
frase muy conocida para referirse a la confabulación en contra de uno mismo es:
“levantarse con el pie izquierdo”.
¿Alguna
vez te pasó que desde el momento en que despertaste todo parecía ir en tu
contra?
Cuando
suceden ese tipo de situaciones es muy fácil para nosotros, los seres humanos,
enfocarnos en lo negativo sin dar lugar, más que al optimismo, a nuestra fe en
Dios.
¿Cuál es
la razón para este pensamiento?
Todo
comienza en el jardín del Edén, porque desde el momento en que Adán y Eva
pecaron, abrieron puertas al negativismo y al temor.
Pero no
olvidemos también que Dios nos ha dado libre albedrío para decidir y tomar
acciones en medio del caos.
¿Recuerdas
cuando Moisés envió a los 12 espías a la tierra prometida?
Tanto
Moisés como la multitud estaban esperando el reporte de estos hombres; de todos
ellos, sólo dos estaban dispuestos a todo, pero los diez restantes, no.
Números
13.27-28 (RVR1960)Y les contaron, diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a la
cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de
ella. Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy
grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac.
Sus
palabras denotaban miedo, porque vieron ciudades fortificadas con murallas muy
altas que cubrían al pueblo y los guardias eran mucho más grandes y fuertes que
ellos; por eso, que quedaron intimidados. Sin embargo, hubo alguien que no pudo
contenerse al reporte que estos hombres daban.
Números
13:30 (RVR1960)Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo:
Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que
ellos.
¡Levantarse
con el pie izquierdo no definirá tus días!
Aunque
Caleb se hubiera “despertado con el pie izquierdo”, jamás hubiera desertado
porque decidió no escuchar las voces negativas a su alrededor (lo que causó un
verdadero complot en el pueblo); sino que habló con su fe puesta en Dios.
Y eso es
justamente lo que tú y yo debemos hacer frente a todo lo negativo. Es verdad
que somos más propensos a darle mayor importancia a las cosas negativas que a
todo lo bueno que pueda estar sucediendo a nuestro alrededor. Pero si nuestra
confianza está puesta en Jesús, toda situación la veremos a través de sus ojos.
Ante
tantas malas noticias en el mundo, ¿Cuál será el reporte que escucharás?
Proverbios
23:7 (RVR1960).Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él. (…)
Ruth
Mamani
CVCLAVOZ
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Renuevo
» Crecimiento Personal » ¿Por qué tuvo que pasarme a mí?
Mamá me
arropó bien. “Mamá, ¿irá a nevar de veras?” Ella me arropó con la sábana hasta
mi barbilla y me besó en la mejilla.“Eso fue lo que dijo el
meteorólogo”.“¿Suspenderán la escuela?”“Depende… si caen doce pulgadas como
dijo, probablemente lo hagan”.“¡Qué bien! No quiero ir a la escuela…quiero
jugar en la nieve”.“Bueno, Michael, no te entusiasmes tanto…pudieras
decepcionarte”.“Pero el meteorólogo dijo…”
“Michael, las tormentas son impredecibles”, me tocó en la mano. “Duérmete y veremos
qué trae la
mañana”.Ella cerró la puerta y la
habitación se oscureció.
Fuera,
el viento bramaba. El aguanieve y el hielo golpeaban contra la ventana. Oí a
mamá caminar a la cocina; todo estaba bien.
Me
levanté de la cama, me asomé por la ventana y levanté las venecianas. La nieve
revoloteaba bajo las luces de la calle y se movía en círculos sobre el
pavimento como las arenas en un desierto.
Mi pulso
se aceleró… ¡no habrá escuela mañana!
“Michael, ¿estás en tu cama?” gritó Mamá.“¡Sí, Mamá!” Corrí de vuelta a mi cama y me cubrí con las sábanas hasta mi
barbilla. ¿Cómo lo sabría ella?
“¡Más vale que lo estés!”
“¡Lo estoy, Mamá! Ven y podrás
verlo”.
“¡Duérmete!”
“¡Sí, Mamá!” me encogí bajo las sábanas.El viento
bramaba y yo estaba calientito y seguro en mi capullo. Mamá y Papá conversaban y
veían la
televisión. Escuché el viento y deseé un día de asueto para jugar en la nieve.
*********************
“¡Michael!” Mamá estremeció mi hombro.“Michael, es tiempo de levantarse para ir a la escuela!”“¿La escuela?” me di vuelta y
la miré. “¿Mamá?”“Lo siento, Michael, la nieve nos pasó de largo… se convirtió en lluvia.
Las
escuelas están abiertas”.
“¿No hay nieve?”
“Michael, llegarás tarde”.“Pero la nieve”.“No hay nieve, Michael. Levántate y lávate los dientes”.Gruñí y me levanté de la cama. En el lavamanos, sostuve mi cepillo de dientes y me
miré en el
espejo. Mi reflejo imitaba mi tristeza y desilusión. Me imaginaba la escuela:
una prisión para niños sin un día de nieve.
En cada
lado de la calle, la nieve restante se derritió creando pequeños ríos de agua
enlodada. Las observé juntarse en corrientes más grandes. Tierra chocolate
giraba donde el agua se empozaba antes de fluir al océano.Las imágenes de
buques luchando por mantenerse a flote pasaron por mi mente. El timbre de la
escuela sonó me trajo a la realidad. Mi sueño de un día de asueto se derritió
como la nieve en la fuerte lluvia.
El día
escolar duró una eternidad. Las palabras de la maestra pasaron desapercibidas;
permanecí en mi pupitre auto lamentándome. Seguía pensando, “¿Cómo pudo pasar
esto?” El meteorólogo dijo que nevaría… todo se arruinó”.
“¡Psst!” Me volteé a mi derecha.
Mi amigo
Justin me miró y yo miré a la maestra quien estaba de espaldas.
“¿Qué?” susurré.“¿Quieres jugar
después de la
escuela?”
Meneé mi cabeza… “No hay nieve”.“¿Y qué? La quebrada tras la escuela está llena de agua
y corre fuerte. Pudiéramos jugar con nuestros botes. Los llenaremos con nuestros
soldaditos de plástico y veremos si pueden sobrevivir las aguas turbulentas.
Podemos lanzarles piedras pretendiendo que somos piratas cañoneándoles”.“¿Quién
está hablando allá atrás?” Justin y yo saltamos y miramos hacia
adelante.“¿Están ustedes hablando, muchachos?” Nuestra maestra se nos quedó
mirando.“¡No, Señorita Henneberry!” dijimos al unísono.Ella se volteó al
pizarrón.
“Te veo después de la escuela”, le susurré a Justin. La campana sonó; Justin y yo salimos rápido por la puerta y tuvimos el tiempo de nuestras vidas.
Los
piratas asediaron los botes en las aguas turbulentas de la corriente. Nuestros
barcos se hundieron en las oscuras aguas. Dos muchachos rieron y jugaron hasta
que sus madres les llamaron para la cena. La tristeza que sentía en la mañana
se había ido. Arropado bajo mis mantas aquella noche, sonreí y pensé: “¡Qué
gran día!”
Aquel día de nieve
perdido quedó muchos años atrás, pero su lección está fresca.
El día
comenzó con desilusión. Un deseo, un sueño se había ido.A lo largo de los años,
he mirado mi reflejo en el espejo en la mañana y sentido el mismo dolor. Hubo
billetes de lotería que no ganaron el dinero que desesperadamente necesitaba.
“¿Por qué no gané?” Me lamentaba; lo había deseado con tanto anhelo… ¿por qué
no pasó?Ha habido tiempos cuando no quería levantarme de la cama porque no
había nada esperándome.
El
empleo que tenía había terminado el día anterior. ¿Por qué tuvo que pasarme a
mí? Mi primera esposa murió.Miré en el espejo al día siguiente y sentí el mismo
vacío de “un día sin nieve”. “¿Por qué tuvo que pasar? Todos los sueños que
teníamos para el futuro se habían ido”.En cada caso, las circunstancias estaban
fuera de mis manos. No servía de nada lamentarme.
Tenía
que levantarme de la cama, enfrentar el día y sacarle el máximo provecho a mi
situación. Si no lo hubiera hecho, nunca hubiese hallado un nuevo empleo. Si no
me hubiese sobrepuesto a la pérdida de mi primera esposa, nunca hubiese hallado
un nuevo amor. Si la escuela se hubiese suspendido, me hubiera perdido de un
gran tiempo con mis amigos.Cuando nuestro día no comienza de la manera que
hubiésemos deseado, necesitamos tomar control de la única cosa sobre la que
tenemos control… nosotros mismos.
Michael
T. Smith
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