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2 Crónicas 20:7 La Biblia de
las Américas (LBLA)
Victorias de Josafat
20 Y aconteció después
de esto, que los hijos de Moab y los hijos de Amón, y con ellos algunos de los meunitas[a], vinieron a
pelear contra Josafat. 2 Entonces vinieron
algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: Viene contra ti una gran multitud
de más allá del mar, de Aram[b] y, he
aquí, están en Hazezon-tamar, es decir, En-gadi. 3 Y Josafat tuvo miedo
y se dispuso a[c] buscar al Señor, y proclamó ayuno en
todo Judá. 4 Y se reunió Judá para
buscar ayuda del Señor; aun de todas las
ciudades de Judá vinieron para buscar al Señor.
5 Entonces Josafat se
puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén, en la casa del Señor, delante del atrio
nuevo, 6 y dijo: Oh Señor, Dios de nuestros
padres, ¿no eres tú Dios en los cielos? ¿Y no gobiernas tú sobre todos los
reinos de las naciones? En tu mano hay poder y fortalezay no hay quien pueda
resistirte. 7 ¿No fuiste tú, oh
Dios nuestro, el que echaste a los habitantes de esta tierra delante de tu
pueblo Israel, y la diste para siempre a la descendencia[d] de tu
amigo Abraham? 8 Y han habitado en
ella, y allí te han edificado un santuario a tu nombre, diciendo: 9 “Si
viene mal sobre nosotros, espada, juicio, pestilencia o hambre, nos
presentaremos delante de esta casa y delante de ti (porque tu nombre está en
esta casa), y clamaremos a ti en nuestra angustia, y tú oirás y nos salvarás.” 10 Y
ahora, he aquí, los hijos de Amón y de Moab y del monte Seir, a quienes no
permitiste que Israel invadiera cuando salió de la tierra de Egipto (por lo
cual se apartaron de ellos y no los destruyeron), 11 mira cómo nos pagan, viniendo a
echarnos de tu posesión, la que nos diste en heredad. 12 Oh
Dios nuestro, ¿no los juzgarás? Porque no tenemos fuerza alguna delante de esta
gran multitud que viene contra nosotros, y no sabemos qué hacer; pero nuestros
ojos están vueltos hacia ti. 13 Y
todo Judá estaba de pie delante del Señor, con sus niños, sus
mujeres y sus hijos.
14 Entonces el Espíritu
del Señor vino en medio
de la asamblea sobre Jahaziel, hijo de Zacarías, hijo de Benaía, hijo de Jeiel,
hijo de Matanías, levita de los hijos de Asaf, 15 y
dijo: Prestad atención, todo Judá, habitantes de Jerusalén y tú, rey Josafat: así os dice el Señor: “No temáis, ni os
acobardéis delante de esta gran multitud, porque la batalla no es vuestra, sino
de Dios. 16 “Descended mañana
contra ellos. He aquí ellos subirán por la cuesta de Sis, y los hallaréis en el
extremo del valle, frente al desierto de Jeruel. 17 “No necesitáis pelear en esta batalla; apostaos y estad quietos, y
ved la salvación del Señor con vosotros,
oh Judá y Jerusalén.” No temáis ni os acobardéis; salid mañana al encuentro de
ellos porque el Señor está con
vosotros. 18 Y Josafat se inclinó
rostro en tierra, y todo Judá y los habitantes de Jerusalén se postraron
delante del Señor, adorando al Señor. 19 Y
se levantaron los levitas, de los hijos de Coat y de los hijos de Coré, para
alabar al Señor, Dios de Israel, en
voz muy alta.
20 Se levantaron muy de
mañana y salieron al desierto de Tecoa; y cuando salían, Josafat se puso en pie
y dijo: Oídme, Judá y habitantes de Jerusalén, confiad en el Señor vuestro Dios, y
estaréis seguros. Confiad en sus profetas y triunfaréis. 21 Y
habiendo consultado con el pueblo, designó a algunos que cantaran al Señor y a algunos que lealabaran en vestiduras santas[e], conforme
salían delante del ejército y que dijeran: Dad gracias al Señor, porque para siempre
es su misericordia. 22 Y
cuando comenzaron a entonar cánticos y alabanzas, el Señor puso emboscadas contra
los hijos de Amón, de Moab y del monte Seir, que habían venido contra Judá, y
fueron derrotados[f]. 23 Porque
los hijos de Amón y de Moab se levantaron contra los habitantes del monte Seir
destruyéndolos completamente,
y cuando habían acabado con los habitantes de Seir, cada uno ayudó a destruir a
su compañero.
24 Cuando Judá llegó a
la atalaya[g] del
desierto, miraron hacia la multitud, y he aquí, sólo había cadáveres tendidos por tierra, ninguno había
escapado. 25 Al llegar Josafat y
su pueblo para recoger el botín, hallaron mucho entre ellos, incluyendo
mercaderías, vestidos[h] y objetos
preciosos que tomaron para sí, más de lo que podían llevar. Y estuvieron tres
días recogiendo el botín, pues había mucho. 26 Al
cuarto día se reunieron en el valle de Beraca; porque allí bendijeron al Señor. Por tanto llamaron
aquel lugar el Valle de Beraca[i] hasta hoy. 27 Y
todos los hombres de Judá y de Jerusalén regresaron, con Josafat al frente de
ellos, regresando a Jerusalén con alegría, porque el Señor les había hecho
regocijarse sobre sus enemigos. 28 Entraron
en Jerusalén, en la casa del Señor, con arpas, liras y
trompetas. 29 Y vino el terror de
Dios sobre todos los reinos de aquellas tierras cuando oyeron que el Señorhabía peleado contra
los enemigos de Israel. 30 El
reino de Josafat estuvo en paz, porque su Dios le dio tranquilidad por todas
partes.
31 Y reinó Josafat sobre
Judá. Tenía treinta y cinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veinticinco
años en Jerusalén. Y el nombre de su madre era Azuba, hija de Silhi. 32 Y
anduvo en el camino de su padre Asa, y no se apartó de él, haciendo lo recto
ante los ojos del Señor. 33 Sin
embargo, los lugares altos no fueron quitados, pues el pueblo no había vuelto
aún su corazón al Dios de sus padres. 34 Los
demás hechos de Josafat, los primeros y los postreros, he aquí, están escritos
en los anales de Jehú, hijo de Hananí, que están mencionados en el libro de los
reyes de Israel.
35 Después de esto
Josafat, rey de Judá, se alió con Ocozías, rey de Israel. Al hacer esto obró
impíamente. 36 Y se alió con él para
hacer naves que fueran a Tarsis, y construyeron las naves en Ezión-geber.37 Entonces
Eliezer, hijo de Dodava de Maresa, profetizó contra Josafat, diciendo: Por
cuanto te has aliado con Ocozías, el Señor ha destruido
tus obras. Y las naves fueron destruidas y no pudieron ir a Tarsis.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocional Diario –
John Wycliffe.
Publicado por: Pastor
Carlos Vargas Valdez en Devocional Cristiano, Devocional Diario, Devocionales,
Devocionales Biblicos 0
La palabra del Señor permanece para siempre.Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.
1 Pedro 1:25.
El evangelio que
habéis oído…se predica en toda la creación que está debajo del cielo.
Colosenses 1:23.
Devocional Diario –
John Wycliffe
En el siglo XIV poca
gente sabía leer. En las abadías se hallaban raras copias de la Biblia en
latín. En Inglaterra, un brillante estudiante, John Wycliffe, se volvió a Dios
durante una terrible epidemia de peste en 1345. Decidió traducir las Sagradas
Escrituras al idioma popular de su país: el inglés. Conocía el poder de esta
Palabra para salvar, edificar, corregir y consolar.
Trabajó en esto
durante diez años y con la ayuda de algunos amigos copió todo a mano, porque la
imprenta aún no existía. Esa traducción fue acogida con gran interés. Cuando él
murió, numerosos cristianos continuaron su trabajo copiando y difundiendo la Biblia.
Hoy en día,
centenares de traductores indígenas, ayudados por expertos extranjeros, tienen
como meta poner en manos de millones de personas la Biblia o por lo menos una
porción de ésta en idiomas nativos. La traducción de la Biblia a un idioma dado
es un trabajo largo y lento, que necesita mucha dedicación y dependencia del
Espíritu Santo.
La Biblia está
traducida, toda o en parte, a más de 2.400 idiomas o dialectos (datos del
2006), pero todavía falta por traducir por lo menos igual cantidad. Mediante el
empeño de sus hijos, Dios trabaja poderosamente en esta obra. “Porque la
palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos…
discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” (Hebreos 4:12).
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
No lo pienses ¡Dile NO!
Hace algún tiempo vi
una película, en la que el personaje principal no podía negarse a las
diferentes órdenes, invitaciones y favores que le pedían los otros y esto
estaba afectando su vida personal y familiar, pues su tiempo estaba siendo
consumido por otros y se estaba olvidando de sí mismo y de su familia.
Muchas serán las
propuestas del enemigo para hacer que uno caiga en pecado, pues esa es su
naturaleza engañosa y mentirosa. Nadie está libre de ser tentado, por ello uno
debe aprender a resistir y decir NO “…Resistan al diablo, y él huirá de
ustedes.” Santiago 4:7 (NTV)
El profeta Eliseo y su siervo Giezi, son un claro ejemplo de que un No o un Sí equivocado pueden llevar al pecado o a la bendición.
El profeta Eliseo y su siervo Giezi, son un claro ejemplo de que un No o un Sí equivocado pueden llevar al pecado o a la bendición.
Nahamán un general
del ejército Sirio tenía lepra, oyó de Eliseo y acudió a él para que lo sanara
y así fue. El general quiso pagar con joyas y riquezas su milagro pero el
profeta se negó a aceptar; entonces la ambición ingresó al corazón de Giezi
quien a escondidas cobró el favor que había realizado Dios y en ese momento la
lepra se pegó al siervo y a su generación (2 Reyes 5).
Si algo debemos
aprender de estos dos personajes, es que responder sí o no, no sólo te afecta a
ti sino a tus generaciones.
La tentación y el
pecado no se presentarán ante ti como algo malo, difícil o doloroso sino que se
disfrazarán de algo bueno y deseable para convencerte de que hagas lo que
deseas y sigas tus instintos.
Aprende a decir No,
aunque tengas frente a ti lo que deseas, pues sino viene de Dios no es para ti,
pues es una trampa del enemigo.
Judith Quisbert
CVCLAVOZ
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