Éxodo 16:12-13 La
Biblia de las Américas (LBLA)
Descontento de los israelitas
16 Partieron
de Elim, y toda la congregación de los hijos de Israel llegó al desierto de Sin,
que está entre Elim y Sinaí, el día quince del segundo mes después de su salida
de la tierra de Egipto. 2 Y toda la
congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y contra Aarón en el
desierto. 3 Y los hijos de Israel
les decían: Ojalá hubiéramos muerto a manos del Señor en la tierra de
Egipto cuando nos sentábamos junto a las ollas de carne, cuando comíamos
pan hasta saciarnos[a]; pues nos
habéis traído[b] a este
desierto para matar de hambre a toda esta multitud.
4 Entonces el Señor dijo a Moisés:
He aquí, haré llover pan del cielo para vosotros; y el pueblo saldrá y
recogerá diariamente la porción de cada día, para ponerlos a prueba si andan o
no en mi ley. 5 Y sucederá que en el
sexto día, cuando preparen lo que traigan, la porción será el doble de lo que recogen diariamente. 6 Entonces
Moisés y Aarón dijeron a todos los hijos de Israel: A la tarde sabréis[c] que el Señor os ha sacado de
la tierra de Egipto; 7 y
por la mañana veréis[d] la gloria
del Señor, pues El ha oído
vuestras murmuraciones contra el Señor; ¿y qué somos
nosotros para que murmuréis contra nosotros? 8 Y
Moisés dijo: Esto sucederá cuando
el Señor os dé carne
para comer por la tarde, y pan hasta saciaros por la mañana; porque el Señor ha oído
vuestras murmuraciones[e] contra El.
Pues ¿qué somos nosotros? Vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino
contra el Señor. 9 Y
Moisés dijo a Aarón: Di a toda la congregación de los hijos de Israel:
“Acercaos a la presencia del Señor, porque El ha oído
vuestras murmuraciones.”10 Y sucedió que
mientras Aarón hablaba a toda la congregación de los hijos de Israel, miraron[f] hacia el
desierto y, he aquí, la gloria del Señorse apareció en la nube. 11 Y
habló el Señor a Moisés,
diciendo: 12 He oído las
murmuraciones de los hijos de Israel. Háblales, diciendo: “Al caer la tarde[g] comeréis
carne, y por la mañana os saciaréis de pan; y sabréis que yo soy el Señor vuestro Dios.”
Las codornices y el maná
13 Y
sucedió que por la tarde subieron las codornices y cubrieron el campamento, y
por la mañana había una capa de rocío alrededor del campamento. 14 Cuando
la capa de rocío se evaporó[h], he aquí, sobre
la superficie[i] del
desierto había una cosa delgada, como copos[j], menuda, como
la escarcha sobre la tierra. 15 Al
verla, los hijos de Israel se
dijeron unos a otros: ¿Qué es esto?[k], porque no
sabían lo que era. Y Moisés les dijo: Es el pan que el Señor os da para comer. 16 Esto
es lo que el Señorha mandado: “Cada uno
recoja de él lo que vaya a comer[l]; tomaréis un
gomer[m] por
cabeza, conforme al número de personas que cada uno de vosotros tiene en su
tienda.” 17 Y así lo hicieron los
hijos de Israel, y unos recogieron
mucho y otros poco. 18 Cuando
lo midieron con el gomer, al que había recogido mucho no le sobró, ni le faltó
al que había recogido poco; cada uno había recogido lo que iba a comer. 19 Y
Moisés les dijo: Que nadie deje nada para[n] la mañana siguiente. 20 Mas
no obedecieron[o] a Moisés,
y algunos dejaron parte del maná[p] para la
mañana siguiente, pero
crió gusanos y se pudrió; y Moisés se enojó con ellos. 21 Lo
recogían cada mañana, cada uno lo que iba a comer; pero cuando el sol
calentaba, se derretía.
22 Y sucedió que en el
sexto día recogieron doble porción de alimento, dos gomeres para cada uno. Y cuando todos los jefes de la
congregación vinieron y se lo hicieron saber a Moisés, 23 él
les respondió: Esto es lo que ha dicho el Señor: “Mañana es día de
reposo, día de reposo consagrado al Señor. Coced lo que habéis
de cocer y hervid lo que habéis de hervir, y todo lo que sobre guardadlo para[q] mañana.” 24 Y
lo guardaron hasta la mañana como Moisés había mandado, y no se pudrió ni hubo
en él gusano alguno. 25 Y
Moisés dijo: Comedlo hoy, porque hoy es día de reposo para el Señor; hoy no lo hallaréis
en el campo. 26 Seis días lo
recogeréis, pero el séptimo día, día de reposo, no habrá nada[r].27 Y
sucedió que el séptimo día, algunos del pueblo salieron a recoger, pero no
encontraron nada. 28 Entonces
el Señor dijo a Moisés:
¿Hasta cuándo os negaréis a guardar mis mandamientos y mis leyes? 29 Mirad
que el Señor os ha dado el
día de reposo; por eso el sexto día os da pan para dos días. Quédese cada uno
en su lugar, y que nadie salga de su lugar el séptimo día. 30 Y
el pueblo reposó el séptimo día.
31 Y la casa de Israel
le puso el nombre de maná[s], y era como la
semilla del cilantro, blanco, y su sabor era como de hojuelas con miel. 32 Y
Moisés dijo: Esto es lo[t] que el Señor ha mandado:
“Que se guarde un gomer lleno de maná[u] para
vuestras generaciones, para que vean el pan que yo os di de comer en el
desierto cuando os saqué de la tierra de Egipto.” 33 Entonces
dijo Moisés a Aarón: Toma una vasija y pon en ella un gomer lleno de maná, y
colócalo delante del Señor a fin de
guardarlo para vuestras generaciones. 34 Tal
como el Señor ordenó a
Moisés, así lo colocó Aarón delante del Testimonio para que fuera guardado. 35 Y
los hijos de Israel comieron el maná cuarenta años, hasta que llegaron a tierra
habitada; comieron el maná hasta que llegaron a los límites de la tierra de
Canaán. 36 Un gomer es la
décima parte de un efa[v].
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
La Presencia de Dios
en la Biblia
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Reflexiones Cristianas 1 Comentario
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Reflexiones Cristianas 1 Comentario
La Presencia de Dios en la Biblia
“MI PRESENCIA TE ACOMPAÑARÁ Y TE DARÉ DESCANSO” (Éxodo 33:14b)
Hay ciertas personas
de quienes sacamos fuerzas sólo por estar con ellas. Su misma presencia y
enfoque a la vida hacen que nos sintamos mejor. De la misma manera, cuando
necesitamos ánimo y fuerza, debemos pasar tiempo con Dios. Tomar un tiempo en
su Presencia es como estar en una habitación llena de perfume deleitoso. Si nos
quedamos allí durante bastante tiempo, nos llevamos la “fragancia” cuando
salimos. Está en nuestra ropa, en el cabello, y hasta en la misma piel.
Moisés era un hombre
de oración. Él pasó muchísimo tiempo en comunión con el Señor y hablando con
Él. Sabía que sin la Presencia de Dios, él no valía ni siquiera un “céntimo”.
¿Te puedes imaginar ser responsable del cuidado diario de dos millones de
personas, de sacarlos de un país e introducirles en otro – a pie? ¡Es una tarea
abrumadora! Y por si fuera poco, muchos pasaban el tiempo quejándose de su
“suerte” en la vida y buscando defectos en Moisés. Era una situación idónea
para perder la serenidad. A pesar de eso, el Señor le dijo a Moisés: “mi
Presencia te acompañará y te daré descanso” (Ëxodo 33:14b).
¿Te has enterado? La
Presencia de Dios puede darte paz en cada situación, incluso en un lugar de
trabajo difícil o en un hogar en revuelo constante. Te capacitará para mostrar
amor en una situación de abuso y paciencia en medio de estrés, te ayudará a
traer un cambio positivo sin tener que usar muchas palabras, y te acondicionará
para que termines sintiéndote bien acerca de la manera que tratas las cosas.
Así que, pasa hoy un tiempo en la Presencia de Dios.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Volar.
El águila calva,
también conocida como águila americana, es una especie de ave que habita
especialmente en América del Norte, famosa por ser el símbolo nacional de
Estados Unidos y figura del Escudo Nacional de ese país.
Normalmente esta ave
construye su nido en arbustos que están en acantilados muy altos y fuera del
alcance de los depredadores. En ese lugar la hembra puede colocar hasta 2 o 3
huevos por año y después de un periodo de incubación de 35 días, sus polluelos
rompen el cascarón.
Al principio sus dos
padres los cuidan, uno permanece siempre junto a ellos con las alas extendidas
y el otro recolecta provisiones para todos. Gradualmente aprenden a consumir
sus propios alimentos y cuando ya están en cierta fase de su desarrollo ocurre
algo interesante: sus padres los empujan desde lo alto del nido para que
aprendan a volar mientras caen.
Esa forma natural de
proteger y enseñar a volar de las águilas es mencionada en la Biblia.
Poco antes de su muerte, Moisés realizó una ceremonia para anunciar a Israel que su sucesor elegido por Jehová era Josué. Después de bendecirlo y darle algunas recomendaciones, le recordó a todo el pueblo obedecer la ley que les fue entregada varios años atrás y luego hizo un cantó en agradecimiento.
Poco antes de su muerte, Moisés realizó una ceremonia para anunciar a Israel que su sucesor elegido por Jehová era Josué. Después de bendecirlo y darle algunas recomendaciones, le recordó a todo el pueblo obedecer la ley que les fue entregada varios años atrás y luego hizo un cantó en agradecimiento.
Precisamente uno de
los versos dice: “Como águila que revolotea sobre el nido y anima a sus
polluelos a volar, así el Señor extendió sus alas y, tomándolos, los llevó a
cuestas.” Deuteronomio 32:11 Versión Dios Habla Hoy
Los pequeños polluelos no saben que tienen la habilidad de volar, pero sus padres sí y por esa razón simplemente los dejan caer desde lo alto.
Los pequeños polluelos no saben que tienen la habilidad de volar, pero sus padres sí y por esa razón simplemente los dejan caer desde lo alto.
Dios quiere ayudarnos
a desarrollar los talentos y dones que nos ha dado, pero en ocasiones tiene que
forzarnos a abandonar la comodidad del nido dándonos un empujón hacia afuera
usando incluso diversas pruebas, conflictos o un cambio radical en nuestro
entorno para que podamos desarrollar nuestro potencial.
Hasta los últimos
años de Moisés Israel tenía maná del cielo, ropa que no se desgastaba, agua de
la roca en pleno desierto, etc., todo lo que necesitaban, pero para entrar a la
tierra prometida ocurriría un cambio, ahora ellos eran los que debían ira a la
batalla y conquistar lo que el Señor les había prometido.
Dios quiere ayudarnos
a alcanzar las promesas que nos ha dado, aunque quizás en ocasiones Él mismo
tenga que darnos un empujón para sacarnos del nido y ayudarnos a descubrir que
tenemos la capacidad de volar.
Héctor Colque
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
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