jueves, 22 de junio de 2017

1 REYES 17:8-16 ELIAS Y LA VIUDA DE SAREPA - UNGES MI CABEZA CON ACEITE - ORA POR ELLOS




1 Reyes 17:8-16 La Biblia de las Américas (LBLA)

Elías y la viuda de Sarepta



Vino después a él la palabra del Señor, diciendo: Levántate, ve a Sarepta, que pertenece a Sidón, y quédate allí; he aquí, yo he mandado a una viuda de allí que te sustente. 10 El se levantó y fue a Sarepta. Cuando llegó a la entrada de la ciudad, he aquí, allí estaba una viuda recogiendo leña, y la llamó y le dijo: Te ruego que me consigas un poco de agua en un vaso para que yo beba. 11 Cuando ella iba a conseguirla, la llamó y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano. 12 Pero ella respondió: Vive el Señor tu Dios, que no tengo pan[f], sólo tengo un puñado de harina en la tinaja[g] y un poco de aceite en la vasija y[h] estoy recogiendo unos[i] trozos de leña para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que comamos y muramos.13 Entonces Elías le dijo: No temas; ve, haz como has dicho, pero primero hazme una pequeña torta de eso[j] y tráemela; después harás para ti y para tu hijo. 14 Porque así dice el Señor, Dios de Israel: “No se acabará la harina en la tinaja[k] ni se agotará[l] el aceite en la vasija, hasta el día en que el Señor mande lluvia sobre la faz de la tierra.”15 Entonces ella fue e hizo conforme a la palabra de Elías, y ella, él y la casa de ella comieron por muchos días. 16 La harina de la tinaja[m] no se acabó ni se agotó[n] el aceite de la vasija, conforme a la palabra que el Señor había hablado por medio[o] de Elías.
17 Y sucedió que después de estas cosas, se enfermó el hijo de la mujer dueña de la casa; y su enfermedad fue tan grave que no quedó aliento en él. 18 Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo que ver contigo, oh varón de Dios? Has venido para traer a memoria mis iniquidades y hacer morir a mi hijo[p]. 19 Y él le respondió: Dame a tu hijo. Y él lo tomó de su regazo y lo llevó a la cámara alta donde él vivía, y lo acostó sobre su propia cama. 20 Clamó al Señor y dijo: Oh Señor, Dios mío, ¿has traído también mal a la viuda con quien estoy hospedado[q] haciendo morir a su hijo? 21 Entonces se tendió tres veces sobre el niño, clamó al Señor y dijo: Oh Señor, Dios mío, te ruego que el alma de este niño vuelva a él[r]. 22 El Señor escuchó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él[s] y revivió. 23 Y Elías tomó al niño, lo bajó de la cámara alta a la casa y se lo dio a su madre; y Elías dijo: Mira, tu hijo vive. 24 Entonces la mujer dijo a Elías: Ahora conozco que tú eres hombre de Dios, y que la palabra del Señor en tu boca es verdad.


UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFLEXION
UNGES MI CABEZA CON ACEITE (Salmo 23:5)
Publicado por: Cristianos en Devocional Diario 0

Salmo 23:5 “…UNGES MI CABEZA CON ACEITE…”
Aceite fresco.

El pastor unta a las ovejas con aceite por dos motivos:
Primero, para repeler a los insectos.

Si éstos depositan sus huevos en la fina membrana de la nariz de las ovejas, éstas pueden enloquecer; las hembras dejan de dar leche y los corderitos no crecen. Por eso el pastor unta a sus animales con un repelente aceitoso que mantiene al enemigo alejado y el rebaño en paz.

Segundo, para sanar heridas.

La mayoría de las heridas resultan del diario vivir del rebaño. El pastor inspecciona a sus ovejas regularmente porque no quiere que las pequeñas heridas lleguen a infectarse.

Si las circunstancias te están enloqueciendo, o estás herido como consecuencia del diario vivir con el rebaño, acude al Pastor.

Antes de buscar a nadie, busca a Dios porque “Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas” (Salmo 147:3). Luego, póstrate delante de Él.


Para que la oveja sea untada con aceite, debe agachar la cabeza y dejar que el pastor se lo ponga. Humíllate, clama al Señor. “¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? (Lucas 18:7).

David escribe: “… Seré ungido con aceite fresco” (Salmo 92:10). El aceite de ayer está contaminado con la basura y el polvo del camino, por lo tanto tienes que acudir a Dios a diario y pedirle que te fortalezca con su Espíritu.
La oveja desconoce cómo se producen los efectos curativos del aceite, pero no es necesaria esa información. Lo único que debe saber es que algo sucede en la presencia de su pastor que no ocurre en ningún otro sitio.



UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFXLEION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

Ora por ellos.
Cuando la enfermedad toca a nuestros seres queridos es cuando comenzamos a pasar más tiempo en oración e incluso, en medio de la desesperación, las personas que decían no creer en Dios comienzan a elevar oraciones para que la persona que ama sea sanada.
¿Pero qué sucede cuando son otras las personas que están enfermas?
Una muestra de amor al prójimo es orar por ellos. Por ejemplo, una persona que estuvo muy enferma durante mucho tiempo dijo: “El dolor es tan fuerte que no puedo orar sólo puedo llorar, mi cuerpo me duele” En medio de su debilidad estaba comenzando a bajar los brazos y no porque no tenía fe sino que su estado físico era muy débil.
Santiago 5:14 dice: “¿Alguno está enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia, para que vengan y oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor. (NTV) ¡Qué importante y necesario es orar por los demás! No solamente nos limitemos a pedir un milagro por alguien cercano a nosotros, oremos por todos los enfermos.
El amor no solamente se expresa en palabras sino también a través de las acciones y orar por el otro es un acto de amor “Hay un segundo mandamiento que es igualmente importante: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” Mateo 22:39 (NTV).
Cada día de nuestras vidas es una oportunidad para hacer las cosas de manera diferente, pero también es una ocasión para bendecir a los demás. No te cierres solamente a velar por tu bienestar y el de los tuyos, sino que tienes el deber de mirar más allá e interceder por quienes están pasando por tiempos de debilidad y dolor.
Tu oración puede ser la oportunidad para que el que sufre encuentre descanso y experimente un milagro en su vida, Santiago 5:15 dice: “Una oración ofrecida con fe, sanará al enfermo, y el Señor hará que se recupere; y si ha cometido pecados, será perdonado” (NTV)
Amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos significa tener con ellos la actitud que nos gustaría que ellos tengan con nosotros y darles el trato que desearíamos recibir “Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos el bien a todos, en especial a los de la familia de la fe” Gálatas 6:10 (NTV)

CVCLAVOZ


 

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