http://unencuentroconlapalabra1.jimdo.com/
http://unencuentroconlapalbra.blogspot.com.co/
http://www.amigosporisrael.org/
https://montesioncolombia.org/
UN
ENCUENTRO CON LA PALABRA
1 Pedro 3:20 La Biblia de las Américas
Sufriendo por la justicia
13 ¿Y quién os podrá hacer daño si
demostráis tener celo por lo bueno? 14 Pero aun si sufrís por causa de la
justicia, dichosos sois.
Y no
os amedrentéis por temor a ellos[g] ni os turbéis, 15 sino santificad a Cristo como Señor en vuestros
corazones, estando siempre
preparados para presentar defensa ante todo el que os demande razón de[h] la
esperanza que hay en vosotros, pero hacedlo con
mansedumbre y reverencia[i]; 16 teniendo buena conciencia, para que en aquello en que sois
calumniados, sean avergonzados los que difaman vuestra buena conducta en Cristo. 17 Pues es mejor padecer por hacer el bien, si así es la
voluntad de Dios, que por hacer el mal. 18 Porque también Cristo murió[j] por los pecados una sola vez,
el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero
vivificado en el espíritu[k]; 19 en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, 20 quienes en otro tiempo fueron desobedientes cuando la paciencia de
Dios esperaba en los días de Noé, durante la construcción del arca, en la
cual unos pocos, es decir, ocho personas, fueron salvadas por medio del agua. 21 Y correspondiendo a esto, el bautismo ahora os salva (no
quitando la suciedad de la carne, sino como una petición a Dios de una buena conciencia) mediante
la resurrección de Jesucristo, 22 quien está a la diestra de Dios,
habiendo subido[l] al
cielo después de que le habían sido sometidos ángeles, autoridades y
potestades.
UN
ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Nos sentimos divididos en dos partes
Reflexiones cristianas diarias por
CVCLAVOZ
Todos los días luchamos con dos partes
en las que nos sentimos divididos a la hora de escoger, de hablar, de actuar.
Las dos partes son la carne y el espíritu. Nuestra carnalidad a veces nos gana
y es cuando nos sentimos mal, porque le hemos fallado a Dios.
Desde el pecado inicial, todos tenemos
esa lucha constante y ganará la parte que más alimentemos. Si alimentamos
nuestro espíritu y nos conectamos a diario con Dios y Su Palabra, es muy
probable que sigamos vencedores, porque de lo contrario es la carne la que nos
domina.
Si escogemos la carne, lo más probable
es que sintamos gratificación instantánea, se siente bien. Y escoger lo que es
mejor para el espíritu puede demorar y exigir confianza, paciencia y esperanza.
Hoy día todo lo queremos rápido y por eso nos cuesta soltar las riendas.
Todos pensamos que nadie lo puede
hacer mejor
Hay un dicho que han repetido en
muchas series, en películas y libros. El dicho de que, si quieres que algo
salga bien, lo tienes que hacer tú mismo. Pero cuando somos creyentes,
necesitamos soltar las riendas y pedir a Dios que tome el control, algo que
definitivamente nos cuesta mucho.
Nos damos cuenta de que incluir a Dios
en todo lo que hacemos o planeamos, hace que salga con excelencia. Nosotros
podemos hacer planes, pero es Dios quien decide al final. Evidentemente, eso es
cuando lo tenemos en cuenta para nuestras decisiones.
Cuando conseguimos a Dios, aunque sintamos
la división en nosotros, permitimos que Él decida y nos guíe siempre. Le
consultamos todo, le dejamos saber nuestros deseos, anhelos, y a Él le agrada
vernos felices. Le gusta complacernos. No lo olvidemos nunca.
Dios jamás permitirá que nos veamos avergonzados
ni dejará que otros se regodeen de alguna falta. Entrega tu vida al Señor,
confía en Él y no olvides Su gran amor y poder. Siendo el Creador magnificente
de todo lo que existe, te ama como nadie y te ayuda si se lo pides.
Oh Señor, te entrego mi vida. ¡Confío
en ti, mi Dios! No permitas que me avergüencen, ni dejes que mis enemigos se
regodeen en mi derrota. Nadie que confíe en ti será jamás avergonzado, pero la
deshonra les llega a los que tratan de engañar a otros.
Salmos 25:1-3 (NTV).
Tú tienes dos opciones el día de hoy.
¿A cuál de las dos alimentarás más? ¿A tu espíritu o a tu carne? ¿Vas a tratar
de complacer a Dios o a los amigos y cercanos a ti? Tienes la posibilidad de
decidirte ahora. No lo pienses más.
Elluz Peraza
CVCLAVOZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario