http://unencuentroconlapalabra1.jimdo.com/
http://unencuentroconlapalbra.blogspot.com.co/
https://www.facebook.com/unencuentroconlapalbra
http://www.amigosporisrael.org/
https://montesioncolombia.org/
UN
ENCUENTRO CON LA PALABRA
1 Corintios 15:5-8 La Biblia de las Américas
Síntesis
del evangelio
15 Ahora os hago saber, hermanos, el evangelio que os
prediqué[a], el cual también recibisteis, en el
cual también estáis firmes, 2 por el cual también sois
salvos, si retenéis la palabra[b] que os prediqué[c], a no ser que hayáis creído en vano. 3 Porque yo os entregué en
primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo murió por nuestros pecados,
conforme a las Escrituras; 4 que fue sepultado y que resucitó al tercer
día, conforme a las Escrituras; 5 que se apareció a Cefas y después a
los doce; 6 luego
se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales
viven aún, pero algunos ya duermen; 7 después se apareció a Jacobo[d], luego a todos los apóstoles, 8 y al último de todos, como a
uno nacido fuera de tiempo[e], se me apareció también a mí. 9 Porque yo soy el más
insignificante de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, pues
perseguí a la iglesia de Dios. 10 Pero por la gracia de Dios soy lo
que soy, y su gracia para conmigo no resultó vana; antes bien he trabajado
mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí. 11 Sin embargo, haya sido yo o ellos, así
predicamos y así creísteis.
UN
ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
No soy nada, para tenerlo todo
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
¿Alguna
vez mencionaste las palabras «no soy nada»? Los hechos que vivimos en el
pasado, aquellos que han dejado heridas y dolor, ya sea en nuestra infancia o
por culpa de nuestras propias decisiones; nos impiden recibir amor.
No soy nada, no soy digno
Y le dijo David: No tengas temor, porque yo a la verdad haré
contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, y te devolveré todas las
tierras de Saúl tu padre; y tú comerás siempre a mi mesa. Y él inclinándose,
dijo: ¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como yo?
2 Samuel 9:7-8 (RVR 1960).
Cuando el reinado de Saúl cayó, la empleada escapó con el nieto
del rey, de nombre Mefiboset. En el camino hizo caer al niño por lo que, desde
ese momento, este quedó lisiado de los pies, escondido en un lugar distante por
muchos años.
Siendo David el rey se acordó de la promesa que hizo a su mejor
amigo Jonatán (el padre de Mefiboset). Por lo que decidió cambiar el rumbo de
su vida, lo invitó a comer a su mesa como uno de los hijos del rey. Así mismo,
le ofreció riquezas y empleados que cuiden de él.
Pero, Mefiboset dijo: «¿Quién es tu siervo, para que mires a un
perro muerto como yo?», en otras palabras dijo «no soy nada». Se veía como
alguien sin valor; con sus palabras no solo se reduce a la categoría de un
animal, sino de un “animal muerto”, aquel que está listo para ser desechado.
Recibe su amor
Porque toda la casa de mi padre era digna de muerte delante de
mi señor el rey, y tú pusiste a tu siervo entre los convidados a tu mesa. ¿Qué
derecho, pues, tengo aún para clamar más al rey?
2 Samuel 19:28 (RVR 1960).
Mefiboset se sentía indigno de participar en la mesa del rey por
los sucesos del pasado, hechos de la infancia de los que no era culpable, pero
que le dejaron marcado en el corazón. Sin embargo, a pesar de sus pensamientos,
David le da un lugar especial.
Así mismo es Dios con nosotros. Él nos ha invitado a su mesa a
pesar de cómo nos miremos: «indigno, miserable y sin valor» Quiere que
participemos como hijos del rey, no importa si tienes o no culpa de lo que
sufriste en el pasado, lo primordial es que el Señor desea cambiar tu presente
y futuro.
Te animo a aceptar y recibir su amor. Entrégale a Él tus
heridas, cuéntale tu dolor para que te sane y puedas decirle como Mefiboset:
¿qué derecho tengo de reclamar más, si me has dado todo? No soy nada, pero me
ha dado todo.
Shirley Chambi
CVCLAVOZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario