http://unencuentroconlapalabra1.jimdo.com/
http://unencuentroconlapalbra.blogspot.com.co/
https://www.facebook.com/unencuentroconlapalbra
http://www.amigosporisrael.org/
https://montesioncolombia.org/
2 Corintios 10:5 La Biblia de las Américas
Las armas del apostolado
10 Y yo mismo, Pablo, os ruego por la mansedumbre y
la benignidad de Cristo, yo, que soy humilde cuando estoy delante de vosotros, pero
osado para con vosotros cuando estoy ausente, 2 ruego,
pues, que cuando esté presente, no tenga que ser osado con la confianza con que
me propongo proceder resueltamente[a] contra algunos que nos
consideran como si anduviéramos según la carne. 3 Pues aunque andamos en la
carne, no luchamos según la carne; 4 porque las armas de nuestra contienda no
son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas; 5 destruyendo especulaciones[b] y todo razonamiento altivo[c] que se levanta contra el
conocimiento de Dios, y poniendo todo pensamiento en cautiverio a la obediencia
de Cristo, 6 y
estando preparados para castigar toda desobediencia cuando vuestra obediencia
sea completa. 7 Vosotros
veis[d] las cosas según la apariencia
exterior[e]. Si alguno tiene confianza en sí
mismo de que es de Cristo, considere esto dentro de sí otra vez: que así como
él es de Cristo, también lo somos nosotros. 8 Pues aunque yo me
gloríe más todavía[f] respecto de nuestra autoridad,
que el Señor nos dio
para edificación y no para vuestra destrucción, no me avergonzaré, 9 para que no parezca como que
deseo asustaros con mis[g] cartas. 10 Porque ellos dicen: Las
cartas son severas y duras[h], pero la presencia física es poco impresionante[i], y la manera de hablar[j] menospreciable. 11 Esto tenga en cuenta tal
persona: que lo que somos en palabra por carta, estando ausentes, lo somos también[k] en hechos, estando presentes.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
El monte de todos los montes
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Todos amamos los tiempos en nuestra vida cuando sentimos que
estamos sobre la montaña. Estar en lugares altos, nos hace sentir fuertes,
valiosos y poderosos. De la misma manera, estar en lugares altos siempre es más
peligroso.
Existe el peligro de que pensemos que ya llegamos a nuestras
metas y eso nos lleve a no hacer nada más. Puede que nos haga un tanto
orgullosos y desdeñosos con quienes no hayan logrado lo que nosotros sentimos
que llevamos a cabo. Pero las montañas de esta vida son apenas un logro.
El lugar a donde deseamos llegar
En los últimos días, el monte de la casa del Señor será el más
alto de todos, el lugar más importante de la tierra. Se levantará por encima de
las demás colinas y gente del mundo entero acudirá allí para adorar.
Miqueas 4:1 (NTV)
Hay un monte; ese, más alto de todos, que sí será una
culminación. El monte de la casa del Señor, el Reino de Dios, la nueva
Jerusalén, que hará que nuestras montañas se vean más bien como valles. Ese
lugar donde Jesús iluminará nuestra existencia. Ese lugar donde deseamos
llegar.
El futuro en el reino del Señor
No tratemos de vivir perennemente en las montañas de logros en
esta vida. De hacerlo, puede que dejemos de perseguir nuestro verdadero hogar
al que regresaremos al partir de aquí.
Hay una montaña mucho mejor que nos espera a todos. Sigamos
esforzándonos por estar preparados para llegar a vivir en ella.
En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, donde vive el
Señor Jesucristo; y esperamos con mucho anhelo que él regrese como nuestro
Salvador.
Filipenses 3:20 (NTV)
Tenemos un futuro que nos espera. Lo prometido por nuestro Amado
Jesús. Un lugar sin lágrimas, ni tristeza ni dolor. Un lugar preparado
especialmente para nosotros donde viviremos con nuestros cuerpos gloriosos con
nuestro Rey Celestial, Jesús.
Él les secará toda lágrima de los ojos, y no habrá más muerte ni
tristeza ni llanto ni dolor. Todas esas cosas ya no existirán más.
Apocalipsis 21:4 (NTV)
Elluz Peraza
CVCLAVOZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario