http://unencuentroconlapalabra1.jimdo.com/
http://unencuentroconlapalbra.blogspot.com.co/
https://www.facebook.com/unencuentroconlapalbra
http://www.amigosporisrael.org/
https://montesioncolombia.org/
2 Corintios 2:6-11 La Biblia de las Américas
Problemas en la iglesia de Corinto
2 Pero en mí mismo decidí esto: no ir otra vez a
vosotros con tristeza. 2 Porque si yo os causo
tristeza, ¿quién será el
que me alegre sino aquel a quien entristecí? 3 Y esto mismo os escribí, para que cuando yo
llegue no tenga tristeza de parte de los que debieran alegrarme, confiando en
todos vosotros de que mi gozo sea el mismo de todos vosotros. 4 Pues por la mucha aflicción y
angustia de corazón os escribí con muchas lágrimas, no para entristeceros, sino
para que conozcáis el amor que tengo especialmente por vosotros.
5 Pero si alguno ha causado tristeza, no me la ha causado a mí, sino hasta
cierto punto (para no exagerar[a]) a todos vosotros. 6 Es
suficiente para tal persona este
castigo que le fue impuesto por
la mayoría; 7 así
que, por el contrario, vosotros más bien deberíais perdonarlo y consolarlo, no sea que en alguna manera este[b] sea abrumado por tanta[c] tristeza. 8 Por lo cual os ruego que
reafirméis vuestro amor
hacia él. 9 Pues
también con este fin os escribí, para poneros a prueba[d] y ver si sois obedientes en todo. 10 Pero a quien perdonéis algo,
yo también lo perdono;
porque en verdad, lo que yo he perdonado, si algo he perdonado, lo hice por vosotros en presencia
de Cristo, 11 para
que Satanás no tome ventaja sobre nosotros, pues no ignoramos sus ardides.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Heridas como huellas
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Es cierto que lo que más fácilmente recordamos, son las heridas.
Tal vez porque nos dejan cicatrices, huellas que nos hacen recordarlas. A todos
nos han herido y hay quienes llevan sus cicatrices, como galardones de lo
vivido.
Las huellas de un gran amor
Jesús nos amó tanto, que dio Su vida por nosotros y al
aparecerse resucitado, mostró Sus heridas, las huellas del dolor que sufrió.
Tal vez ya sabía que Tomás no le iba a creer a menos que las viera y por ello
lo hizo en cuanto se presentó. Tomás no estaba ese día con ellos.
Mientras hablaba, les mostró las heridas de sus manos y su
costado. ¡Ellos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor!
Juan 20:20 (NTV)
Con toda la convicción que deben haber mostrado al contar de la
aparición de Jesús, y Tomás dudó. Su incredulidad nos ha podido invadir a
cualquiera de nosotros. Debemos reconocerlo. Somos así los humanos. Razón por
la que se les apareció ocho días después.
Solo entonces Tomás creyó. Tiene que haber sido tal vez más
doloroso que esas heridas, lo que sintió Jesús al tener que convencerlos,
mostrando las huellas del dolor, las huellas de Su gran amor. ¿Te han herido
profundamente?
Sustituyamos las huellas de mal por las de bien
Trata de no recordar tanto los incidentes donde te hicieron
daño. Hazte el propósito de no permitir que ocupen espacio en tu mente esos
recuerdos. Recuerda mejor cuando te hicieron el bien, cuando te dieron un buen
abrazo, te prestaron ayuda.
Así como nos recomiendan acudir mentalmente a lindas
experiencias cuando estamos deprimidos, acudamos a los lindos recuerdos cuando
sintamos el dolor de las heridas. Esas huellas siempre las veremos en las
cicatrices que nos causaron, pero enfoquémonos en el bien.
De lo contrario, seremos amargados, resentidos y no
disfrutaremos de lo bueno que pueda llegar. Estando abiertos al bien,
disfrutando de todo lo lindo que nos pase cada instante, viviremos más felices
y atraeremos a más personas a las que les podremos hablar de ese Rey
maravilloso que nos otorga amor, paz y perdón.
Elluz Peraza
CVCLAVOZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario