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Daniel 10:19 La Biblia de las Américas
Visión
junto al Tigris
18 Entonces el que tenía semejanza de
hombre me tocó otra vez y me fortaleció, 19 y me dijo: No temas, hombre muy
estimado[p]. La paz sea contigo[q]; sé fuerte y esfuérzate. Cuando habló
conmigo, recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido. 20 Entonces él dijo:
¿Sabes por qué he venido a ti? Ahora vuelvo para luchar contra el príncipe[r] de Persia, y cuando yo termine[s], he aquí, el príncipe[t] de Grecia[u] vendrá. 21 Sin embargo, te
declararé lo que está inscrito en el libro de la verdad, pero no hay nadie que
se mantenga firme a mi lado[v] contra estas fuerzas, sino Miguel, vuestro
príncipe.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Empecinado en
conseguir lo que quiero, aunque sea malo
Reflexiones
cristianas diarias por CVCLAVOZ
¿Alguna vez te
has empecinado en algo que estaba mal? Somos conscientes de las actitudes
positivas y negativas que tenemos, pero a veces nos empecinamos en actuar mal,
¿te ha pasado? En el libro de 1ra Samuel encontramos un triste suceso de los
hijos de Israel en contra de su padre Dios.
… constitúyenos
ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones. Pero no agradó a
Samuel esta palabra que dijeron: Danos un rey que nos juzgue. Y Samuel oró a
Jehová. Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan;
porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine
sobre ellos.
1 Samuel 8:5-7
(RVR 1960)
¡Empecinado en
lograr lo que quiero!
La historia
muestra que el pueblo de Israel estaba empecinado en tener un rey. Dice la
Biblia que, antes que Saul gobernara, Dios era quien reinaba; por lo que con
gran tristeza podemos leer las Palabras del Señor: “no te han desechado a ti,
sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos”.
¡Terrible
traición! Dios solo se había preocupado por su pueblo y estaba siendo
desechado. Podemos preguntarnos ¿en qué pensaban? ¿Acaso no era suficiente ser
guiados y cuidados por el Señor vivo y verdadero? Pero, lastimosamente muchas
veces nos parecemos a Israel.
¿Cuántas veces
nos hemos empecinado en algo que no está bien? Por ejemplo, al encapricharnos
con una relación que no agrada al Señor, al sostener una mentira, al dar lugar
a placeres que nos quitan santidad; hacemos oídos sordos rechazando la
autoridad de Dios y decidiendo que nosotros mismos gobernaremos nuestras vidas.
A pesar de
todo, no te apartes
Entonces dijo
todo el pueblo a Samuel: Ruega por tus siervos a Jehová tu Dios, para que no
muramos; porque a todos nuestros pecados hemos añadido este mal de pedir rey
para nosotros. Y Samuel respondió al pueblo: No temáis; vosotros habéis hecho
todo este mal; pero con todo eso no os apartéis de en pos de Jehová, sino
servidle con todo vuestro corazón.
1 Samuel
12:19-20 (RVR 1960)
Cuando el
pueblo de Israel empezó a enfrentar las consecuencias se arrepintió por
rechazar a Dios; tal vez podemos pensar que ellos eran merecedores de los
castigos que pudieran caerles, pero, prestemos atención a las palabras de
Samuel: “No temáis; vosotros habéis hecho todo este mal; pero con todo eso no
os apartéis de en pos de Jehová”.
Cuando fallamos
a Dios, la mayoría decide alejarse de sus caminos, pero el Señor dice “no os
apartéis”.
A pesar de todo
lo que hiciste, las decisiones que hayas tomado, debilidades o errores que
cometiste o la vergüenza del pecado, no te apartes, sino corre a sus pies para
ser renovado una vez más porque Él te ama.
Shirley Chambi
CVCLAVOZ
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
¿Honras
a Dios?
Reflexiones
cristianas diarias por CVCLAVOZ
La honra
es una estima alta que implica también acciones que deben demostrarla, tales
como la obediencia, el respeto, la admiración y la retribución; y tú ¿cómo
honras a Dios?
Dios ha
hecho tanto por nosotros ¿por qué no honrarlo?
Si
sabemos apreciar el sacrificio que otra persona hace por nuestro bien, ¿cómo no
glorificar a nuestro Dios por su inigualable amor para con nosotros? Pues Él
tuvo misericordia para rescatarnos de una vida perdida y sin esperanza, para
hacernos hijos suyos y así forjarnos en sus planes y propósitos.
Además,
si en este trayecto del caminar con Dios nos caemos, fallamos, desobedecemos o
nos alejamos, Él siempre va buscando encaminarnos nuevamente, su amor es tan
grande que no nos alcanzaría la vida para honrarle.
Si
vivimos, es para honrar al Señor, y si morimos, es para honrar al Señor.
Entonces, tanto si vivimos como si morimos, pertenecemos al Señor.
Romanos
14:8 (NTV)
Honramos
a Dios cuando…
Algunas
maneras de glorificar a Dios son: creyendo y obedeciendo su Palabra (Salmos
119), reconociendo nuestros pecados porque así declaramos a Dios justo (1Juan
1:10), evangelizando (Marcos 16:15), orando a diario (Hebreos 4:16),
deleitarnos en el Señor (Salmo 37:4).
Sobre
todo Dios quiere que lo honremos de todo nuestro corazón y eso no es posible si
nuestro corazón está lejos de él:
Porque
este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su
corazón está lejos de mí
Isaías
29:13
Renueva
tu gratitud con Dios, reconócelo como tu Señor y afirma tu relación con Él a
diario, así podrás glorificarlo con tu vida.
Soraida
Fuentes
CVCLAVOZ
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